La tierra de los olvidados

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Ahora mismo sólo me puedo preguntar


¿Cuál fue el sentido de nuestra vida en este mundo?


Miro a mi alrededor, sólo veo las ruinas de lo que alguna vez fue una ciudad en crecimiento. El ambiente podría describirse con un sabor amargo, falto de color, falto de vida.

A la distancia, un portal, nadie sabe a dónde lleva, pero cada persona que ha entrado ahí nunca ha vuelto. Quizás sea un lugar mejor, un lugar donde todavía existe la felicidad, un lugar lleno de luz y colores, un lugar por el cual valga la pena no volver.


Aquel portal brilla con una luz intensa, es como si fuera una grieta en el mismo espacio, es como si la misma realidad estuviera rota.


La lluvia cae suavemente, puedo ver las gotas caer sobre mi ropa. Cierro los ojos y puedo escucharlo. El portal vibra, su sonido es inconfundible incluso entre la lluvia. Es un sonido que te llama, que te pide que te acerques para ver lo que hay del otro lado.


Este mundo solía ser diferente. Cuando era un niño, papá y mamá solían llevarme a pasear a muchos lugares, poder ver todo florecer en primavera, disfrutar del mar en verano, las festividades y colores de otoño, la nieve en invierno, son lujos que ya no existen actualmente.

Ahora sólo hay frío. Fuera de las paredes de concreto existe vida, pero nada como la conocemos.

Todo comenzó como una explosión, que hasta el día de hoy fue inexplicable. Pero esa explosión consumió gran parte de la ciudad y creó el portal por el cual empezaron a salir monstruos que mi mente nunca pudo imaginar. Pequeños, grandes, la gente en un principio no supo combatirlos y los monstruos arrebataron muchas vidas humanas.

Tras la explosión, las comunicaciones con el exterior se cortaron, nuestra ciudad quedó separada del resto del mundo, pasó mucho tiempo hasta que la ayuda llegara.

O al menos, me hubiera gustado considerar que lo que mandaron fue ayuda.

El ejército que el gobierno envió nos vio como monstruos y atacaron a cualquier persona que intentara escapar de la ciudad. Al final, nos dejaron como una ciudad en cuarentena, como si lo que nos hubiera ocurrido fuera parte de un desastre nuclear, cada persona que intentara escapar era asesinada.

La población se vio obligada a organizarse y encerrarse en las construcciones más seguras de la ciudad. Los edificios altos fueron nuestra única alternativa para vivir.

Ahora mismo me encuentro parado sobre la azotea de un viejo edificio que ahora sirve como refugio a cientos de familias. Todo el primer piso está bloqueado, puertas, ventanas, cualquier tipo de abertura hacia las calles se encuentra totalmente sellado. Y al igual que éste, hay un par más de edificios en los cuales la gente habita, todos conectados por puentes improvisados, pero bastante seguros.


-Hermanito- Un tirón de mi bufanda seguido de una dulce voz hicieron que me diera vuelta, era mi pequeña hermana Haru - mamá me mandó a buscarte, es hora de cenar.


- No tengo hambre todavía, Haru, puedes decirle a mamá que guarde mi ración para más tarde- Dije, volviendo a mirar hacia el horizonte, hacia el portal.


- Está bien, le diré a mamá que me de tu ración - Haru rió intentando parecer malvada con ello y comenzó a caminar por donde había venido


- ¡Espera espera! - la tomé del brazo y la traje a mi lado un poco irritado por su respuesta- O podrías simplemente decirle que voy de inmediato ¿Si linda Haru?- intentando sonreír y parecer de acuerdo con la idea de ir a cenar acaricio la cabeza de Haru


- ¡Si, hermanito! - Haru me da una gran sonrisa que me confirma que mi respuesta le satisface. -llevas mucho tiempo mirando el portal, Hikari me dijo que lo haces para parecer una persona cool e interesante.


- Hikari es una niña tonta y muy molesta, Haru- le digo acariciando su cabeza un poco más brusco sin darme cuenta- Es más, creo que deberías alejarte de ella, hay rumores de que está loca y le gusta hacer experimentos con los niños pequeños


No, la verdad es que eso último me lo acabo de inventar, pero si creo que está un poco loca.

Haru me da una expresión de enojo y luego una macabra sonrisa que sólo ella podría dar


-Iré a decirle a Hikari lo que dijiste sobre ella~ - Haru reía mientras se iba corriendo, la hubiera detenido, pero en realidad no me molesta que le diga a Hikari.



¿Cuál fue el sentido de nuestra vida en el mundo?


Es algo que en realidad no sé, pero ver que Haru es feliz a pesar de como es el mundo, me tranquiliza y me da esperanza, quizás, todo pueda llegar a solucionarse algún día, quizás todo vuelva a ser normal.


Cierro los ojos y pego un gran suspiro. Agudizo mi oído para escucharlo, el portal. A veces siento que intenta decirme algo a través de las vibraciones. Pero debe ser mi imaginación. Me doy la vuelta para ir con Haru y mamá...


Takagi..


Me detengo cuando escucho mi nombre retumbar en mi cabeza...


De...s ...lver... ..ndo...

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2018 ⏰

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