Capitulo 19. 1/1

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Sentía tanto dolor, solo sus gritos inundaban la habitación, su dolor era indescriptible, sentía como si le estuvieran quemando por dentro, no quería sentir más dolor, se tocó la frente, entonces se percató de que estaba en fiebre, había dejado sus medicamentos en el apartamento, así que tendría que volver por ellos, recordó con espanto la cara de su padre al salir de la negrura, "no estés tan segura de eso", no quería verle de nuevo, nada más pensar en estar frente a él de nuevo le helaba la sangre, miro su muñeca, eran las 4: 17 am, había dormido unas tres horas, eso no era suficiente, pero por lo menos había dormido algo, tal vez debería considerar comprar algún somnífero, no podía seguir así, tal vez debería ir al médico para que le recetara algo que le ayudara a dormir algo más que no fueran tres escasas horas, tomo su morral, salió y dejo las llaves en la recepción, estaba oscuro, aún no amanecía, así que debía tener cuidado al conducir.

Después de llegar a la puerta del apartamento que compartía con Sara quito los zapatos para no hacer ruido al caminar, se desplazo en absoluto silencio, recordó la última vez que había hecho ruido al caminar, una semana había pasado desde entonces, pero esta vez si la descubrían no le golpearían, sonrío ante ese pensamiento, no se había quitado la piyama, por lo que había conducido en un pantaloncillo que no le llegaba a las rodillas y una camiseta ancha y larga que anteriormente había sido una bata para dormir; logró llegar a su habitación sin despertar a su compañera, se recostó en su cama, no importa cuánto durmiera, seguía sintiéndose cansada, se sentía como si hubiera estado cargando algo pesado todo el día, necesitaba ir al médico, necesitaba dormir, su cuerpo no resistiría este trato tan cruel, puede que pudiera saltarse algunas noches de sueño, pero ella era humana, tarde o temprano necesitaría dormir; eso le preocupaba, pensaría en eso después, por ahora se centraría en la universidad, ya vería cuando llegara la noche, por fortuna hoy le tocaba empezar en su nuevo trabajo, así que esa era una noche menos por la cual preocuparse, viviría el día a día. Después de unas horas Sara se despertó, ella ya estaba bañada y vestida, se había entretenido jugando por internet en su computadora. Llegaron a la universidad sin hacer mucha conversación.

―Creo que estoy empezando a entender porque te gustan tanto estas cosas, es refrescante, no sé cómo explicarlo, es una sensación de libertad increíble. ―le comentó Sara mientras se bajaba de la motocicleta y le entregaba el casco.

―Son maravillosas.  ―acarició su motocicleta con cariño.

―Hola chicas.  ―James se encontraba detrás de ellas observándolas detenidamente, a su lado estaban April y Sam tomados de la mano.

―Hola James.  ―le saludó.

―Hola Alex.  ―su amiga miraba la moto como si quisiera quemarla, ella la quería, pero lo que había dicho ayer aún le dolía, así que la miró y luego se colgó su bolso en la espalda y se fue. Ella no quería ser grosera, pero sus palabras le habían herido, April era una buena persona, pero tendía a juzgar sin conocer la verdad a fondo, ¿Y de quién es la culpa de que ella no sepa nada? Si decidiste no decirle nada es asumiendo que ella va a juzgarte, así que no te quejes, tuya fue la idea de no decirle la verdad; sabía que su consciencia tenía la razón, puede que a veces fuera una perra, pero siempre le decía la verdad, esa voz es una parte de su mente que era objetiva, aquella que no titubeaba ante nada; pero seguía molesta con April, y ahora también con ella misma por mentirle a su mejor amiga, se sentía incorrecto mentirle, pero la otra opción no estaba en venta.

Su día había estado bastante interesante, sus clases le habían fascinado, amaba sus materias, amaba lo que estaba estudiando, estudiar y solicitar la beca aquí era una de las decisiones más inteligentes que había tenido en su vida, había participado en sus clases, y había entablado conversación con un grupo de chicos con los que compartía algunas clases, eran simpáticos y agradables, se llamaban Aiden, Max, Daniel y Finnick, se sentía bien al conversar con otras personas, después de todo, la universidad era para conocer gente, eran todos unos nerds innatos, incluso Finnick que era un deportista, era un nerd, habló con ellos animadamente.

Cicatrices en el Alma [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora