JAMES STANTON.
Estaba de buen humor, siempre lo estaba después de que tenía sexo con Irina, April todavía parecía molesta, Sam estaba absorto en sus pensamientos, hablaron prácticamente nada camino al campus, pero nada de eso le afectaba, su humor estaba por las nubes, tal vez debería cuadrar con Irina más seguido, definitivamente esa mujer sabía cómo subirle los ánimos, hoy su clase de primera hora era la circuitos integrados, tenía que subir hasta el segundo piso para llegar a esa aula, no estaba llegando retrasado así que anduvo con calma, al llegar al salón le contentó ver que el profesor aún no llegaba, corrió la mirada por la habitación, había unas veinticinco personas, distribuidas en mesas blancas de un solo puesto, de un lado había unas panorámicas que dejaban entrar la luz solar, las paredes eran blancas también, había carteles y carteleras, hacia el fondo había dos enormes estantes de color blanco también, seguramente este salón lo decoro su madre- pensó recordando la inmaculada sala blanca de su casa- algo rojo en la primera fila junto a la ventana llamó su atención, su cerebro debía estar lento por el sexo o algo, porque tardo lo que parecieron horas en darse cuenta de que lo rojo no era algo, era alguien, solo una persona podía tener ese color de cabello, Alex, ella estaba distraída garabateando algo en su cuaderno, él se movió hacia ella, y se sentó en la mesa que estaba a su derecha, no podía verle bien la cara debido a su largo cabello, se inclino hacía ella, tal vez demasiado cerca, tan cerca que pudo olerla, olía a frutas.
―Hola. ―ella se sobresaltó y su lápiz se desvió, por lo que una enorme raya atravesaba la página, ella había escrito varias palabras por toda la página, su letra era pequeña y uniforme, él pudo leer Diane, Sinners e Ian, levantó la vista y lo miró, sus hombros se relajaron un poco al reconocerlo, él sintió un nudo en su garganta al ver las marcas en su cuello y cara, sus ojos estaban rojos e hinchados, de nuevo tenía ojeras, la chica definitivamente no dormía, cada vez que la veía sus parpados parecían más oscuros y pesados, su tez se veía como la de alguien enfermo, no estaba seguro, pero sospechaba que se veía más pálida que lo normal, se veía cansada.
―Hola James ¿Qué tal? ―dijo con una sonrisa leve. No entendía, ella estaba cansada, eso no lo dudaba, pero no parecía de mal humor, la mayoría de las personas estaban de mal humor cuando no dormían muy bien, y a juzgar por las ojeras en la cara de la chica, seguramente tenía más de 24 horas sin dormir, una persona normal en esas condiciones de desvelo se comería a cualquiera que le hablara, ella tampoco sonaba cansada, sonaba contenta, extraño.
―Todo bien ¿Quién es Ian? ―soltó, no es que fuera de su incumbencia, pero sentía curiosidad, ella se sobresaltó un poco y cerro su cuaderno rápidamente, impidiéndole ver las otras cosas que había escrito, ¿Por qué reaccionó así? Él no se la imaginaba como el tipo de chica que estaría suspirando por un chico, pero tampoco es que la conociera muy bien, ella no parecía sonrojada, ni avergonzada, ¿Por qué estaría garabateando el nombre de un chico? ¿Eso no era lo que hacía las mujeres cuando les gustaba un chico?
―Nadie. ―respondió, sus gestos eran tranquilos, pero él sabía que mentía, ¿Significaba ese Ian algo importante para ella? No es tu problema, sentía curiosidad, ¿Acaso April sabría algo?
―No parece nadie.
―No es de tu incumbencia. ―la chica parecía tranquila, pero él pudo ver como esos ojos verdes se oscurecían, ahora eran del color de las aceitunas, arrastrando a las profundidades sus pensamientos.
―Oh vamos, ¿Es un flechazo?
Ella parecía enojada, en serio enojada, debía ser alguien importante para ella, si se ponía de ese humor― Cállate.
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Cicatrices en el Alma [COMPLETA]
RomanceLa ropa lo oculta, pero se nota todo lo que tiene mi piel, nadie más que yo sabe lo que se siente traer dolor contigo. Resulta difícil. Pero es más difícil vivir la vida como si nada pasa cuando te pasa todo. Y es que nadie merece que ellos paguen t...