Capitulo 55. Una conversación muy madura 1/2.

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―No lo sé.

―¿Eso es todo? Porque al parecer tenias más detalles que compartir.

―Oh, tu tranquilo J, ella ya los compartió conmigo, y cuando digo todo, es tooodo. ―dijo Sara con un gesto exagerado de los brazos; Alex bajó la cabeza, y empezó a tocar nerviosamente sus dedos, algo pasaba con ella.

―Chicooos, propongo ir todos al cine hoy, por la noche, ¿Qué dicen? ―todos asintieron― Puedo irme con Alex en su motocicleta. ―sugirió, Alex estaba de acuerdo.

―En realidad, Sam y April pueden llegar en su auto, y nosotros tres podríamos ir en el mío. ―propuso, Alex estaba cada vez más roja, y miraba a la mesa, toco su pie por debajo de la mesa lo más discretamente posible, ella levantó la vista hacía él, y puso los ojos en blanco, él le regreso el gesto teniendo cuidado de que su intercambio pasara desapercibido para los demás, solo Sara parecía pendiente de ellos, parecía una especie de depredador, vigilando sus movimientos.

No estaba seguro, pero algo le decía que Sara no diría nada, ¿Por qué? ¿Acaso Alex pidió silencio? Tal vez ella no quería que April se enterara, tal vez el debería compartir sus temores, pero estaba sorprendido de que no le importara, sabía el escándalo que April armaría, pero después de eso ¿Qué haría? Ella no era su madre, ni la de Alex, eventualmente lo superaría, aunque sabía que se merecía una reprimenda por haberla besado borracho, por usarla de esa forma, porque eso era lo que había hecho, usarla para tratar de olvidar lo demás, ella era mejor que el propio alcohol.

Alex había tenido razón al decir que el licor no funciona, y por esos sigues bebiendo, tratando de olvidar, pero en realidad lo único que logras es caminar chistoso, y la habilidad de ver doble sin tener que torcer los ojos. La había usado como escape a su dolor, como analgésico, en el momento solo quería hacer lo que sea, y lo que sea había sido besarla, aunque obviamente nunca nada resultaba tan simple como el momento en que es planeado, ¿Qué había estado pensando al haberle pedido que le besara? Había momentos en su vida en la que trataba de recordar que pensaba en ese momento, ¿Por qué había hecho eso? A veces encontraba la respuesta, a veces no, en este momento creía que lo había hecho por el licor, pero sabía que parte de él quería besarla, ¿Por qué? Seguramente jamás lo sabría, un impulso, valor liquido, como sea, lo había hecho, necesitaba enmendar las cosas, disculparse con Alex. Había sido un completo idiota.

―Me parece perfecto, ¿Ustedes que opinan? ―Sara parecía muy entusiasta, demasiado, entrecerró los ojos hacía ella, la idea había sido suya, y ella parecía demasiado contenta con esto, algo seguro quería.

―J puede pasarnos buscando ¿Cierto? ―la sonrisa de Sara se le antojaba extraña.

―Sara, puedo llevarte en la moto. ―sugirió Alex

―¿Para qué?, digo, no es necesario, puedo buscarlas a ambas, es más práctico. ―Alex vira los ojos, no parece muy contenta con la idea, pero acepta.

Es tarde, aún no están seguros de que película ver, el cine más cercano es en aquel centro comercial en donde coincidió con Alex, va a ser un poco incómodo tratar de hablar con ella en el auto, estando Sara ahí, pero parece la única forma de hablar con ella. Logra colarse al edificio, sube las escaleras tratando de tener sus ideas claras, tal vez preparar alguna especie de guión, así no corre el riesgo de decir alguna estupidez. Toca la puerta, Y esta se abre, da un paso hacia adelante, y la puerta se cierra, a su lado esta Alex, ella esta vestida con ropa de domingo, un mono largo, y una camisa al menos dos tallas más grandes.

―Hola. ―es algo estúpido que decir, se siente un poco a la defensiva, y sabe que es la misma actitud que tiene cuando debe irse de la cama de una chica por la mañana, son nervios, debido a que sabe lo temperamentales que pueden ser las mujeres, es como esperar que algo explote, pero este no es el caso, primero porque Alex no es como esas chicas, segundo porque no podría imaginársela comportándose de esa forma, y tercero porque nada de eso ocurre, Alex no parece nerviosa ni molesta, no pareciera como si estuviera a punto de arrojarle algo, o a gritarle, ella simplemente asiente hacia él y sonríe, mierda, su sonrisa es muy bonita, su cabello está un poco húmedo, tal vez estaba en la ducha, se abstiene de preguntar, sigue a Alex hacia la cocina, y esta le sirve una cerveza de lata, se recuesta sobre la encimera y solo lo mira.

―¿Y Sara? ¿No deberían estar listas ya? ―un intento algo estúpido por romper el silencio incómodo, pero lo peor es que en este silencio incómodo, el único incómodo es él, Alex parece tan tranquila, como que no es justo.

―Ella salió. ―dice con un gesto― Dijo que estaría pronto aquí, así que...Y yo, pues yo estoy lista bastante rápido, tu seguramente estás más familiarizado con el apartamento que yo, así que... -―está empezando a alejarse― No tengo que decirte que te pongas cómodo, voy a cambiarme.

Debería detenerla y hablar con ella, este es el momento perfecto, y seguramente por eso Sara salió, tal vez trataba de darles un momento, momento que acaba de desperdiciar, pero incluso aunque lograr hablar ¿Qué diría? Se siente como un idiota, lo siento por besarte borracho, y de luto, eso sí que suena mal, casi puede imaginar a Alex rechazándolo y diciéndole donde meterse sus disculpas ¿Y qué tal si no te disculpas? Podría intentar otro enfoque, esta frotando su cuello, y solo hace eso cuando está nervios, no entiende por qué, es solo una chica, una chica que beso, y que le acompaño toda la noche, la única razón por la que su noche no había apestado completamente, tal vez, debería darle las gracias, rayos.

Alex sale de su cuarto, largo cabello está recogido es una especie de moño, algunos mechones rebeldes delinean su rostro, casi nada de maquillaje, labial rosa claro, lleva puesto un blue jean oscuro y ajustado, el pantalón es de corte alto, y llega hasta su cintura, una blusa corta, que llega un poco más alla de su cintura, de maga larga, de color rosa bebe, con un estampado de líneas horizontales de color blanco, casi siempre viste de colores oscuros, pero se ve muy bonita así, lleva puesto unos converse rojos, no es una mini falda, y no es un vestido pero se ve muy linda, guapa en realidad, sonríe hacia él, y se acerca a la sala, el teléfono está sonando, pero ni es su casa para contestar, ni puede apartar la vista.

―Alo. ―dice con el auricular en la mano― Si, ya está aquí, Oh... Hmmm. ―tal vez es Sara― Me hubieras dicho antes, tengo moto Sara, puedo llegar. ―ella le hace una seña, lee sus labios, Sara va a llegar en taxi, se le hizo tarde, se aparta y camina hacia su cuarto.

―Claro, pero oye, tengo mi propio vehículo, además no quiero molestarlo con eso... Oye, sabes que no... ―se aparta de la puerta, es de pésimo gusto espiara las conversaciones ajenas, pero no es que en el momento pudiera evitarlo, tal vez si la convence de viajar juntos en su auto logren hablar un poco, pero por lo que escucho, sabe que no va a lograr convencerla, ella va a negarse, y terminaran viajando separados, camina por toda la sala, esta igual a como la recuerda, la última vez que estuvo aquí pasaron toda una tarde juntos, lo único que es diferente es que sobre una mesa baja y pequeña ya no hay el bol de vidrio que antes recordaba, ahora hay una especie de vasija, de color purpura, un poco transparente, en el interior hay unas llaves, no son suyas, y no debería estar tocando nada, con Sara siempre se sentía cómodo, pero si ella se siente en casa de un extraño, como si fuera un visitante, como si no debiera estar haciendo de las suyas, son 5 llaves, unidas a un llavero de un corazón negro, y una mini motocicleta de esas que solo tienen las pandillas, y que parecieran soltar fuego por el tubo de escape, son las llaves de Alex.

―Oye James, Sara va a llegar tarde, ya estoy lista, pero no tienes que llevarme. ―ella camina de un lado a otro, toma su cartera, que en realidad es una especie de mochila pequeña, de color negro, mete cosas en ella, y lo mira― Así que... bueno... deberíamos ir bajando. ―dice señalando la puerta, en su muñeca derecha lleva la misma pulsera de aquel día, negra, gruesa, y de púas, en la izquierda un reloj de corre a fina, también negro.

Está buscando algo― Dios, ella no lo haría, Dios, caí como una estúpida.

―¿Qué pasa?

―Mis llaves no están. ―no, están en mi bolsillo, porque es la única brillante idea que se le ocurrió para tener un tiempo a solas, y lograr hablar― Seguramente.... No.. ella no haría eso. ―sacude su cabeza, seguramente piensa que Sara tomó sus llaves, que equivocada está.

―¿No las perdiste? ―eres un idiota, James.

―No, no lo hice. ―ella suspira, resignación, sabe que va a tener que viajar con él― Creo que Sara las tomó.

― ¿Por qué haría eso?

―Pues... ―suspira de nuevo, si, está resignada― Pues porque seguramente quiere que vaya contigo. ―alza las cejas, y Alex hace lo mismo― Ya no importa, no quiero fastidiarte.

―No me fastidia, vamos. ―dice señalando al puerta.



Cicatrices en el Alma [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora