Mi Pequeño Primo

Parte Única

—Mira hijo si ibas a estar con tu cara mejor no hubieras venido Jimin —puse los ojos en blanco por cuarta vez durante el camino.

Por más que le dije a mamá que no quería ir a la reunión familiar simplemente convenció a papá de meterme al auto y ahora me está reprendiendo, ¡genial!.

Tenía bastante tiempo que no había una reunión familiar y según recuerdo mi primo y yo aún éramos unos niños que nunca prestaban atención en ese tipo de juntas. Supongo que no todo será tan aburrido si él estará allí como antes.

—Mamá... Mami... Maaaa —mi madre me ignoraba olímpicamente—.  ¡Maaaaaaaamiiiiii!

—¡¿Qué?! —me miró por el retrovisor y yo le sonreí.

—Hola, jajajajaja.

—Jajajajaja.

La risa de papá se unió a la mía y un suspiro frustrado de mamá se escuchó. Guardamos silencio cuando ella comenzó a asesinarnos con la mirada. Claro, que literalmente.

Una hora más tarde por fin llegamos a casa del tío NamJoon y el tío SeokJin. Una casa que podía considerarse una mansión, siempre nos reuniamos allí y cada quien tenía una habitación propia dentro de las instalaciones.Todos estaban allí reunidos en la sala, la tía Haneul con su esposo YoonGi, mis sobrinos Taehyung y Hoseok. Solo me faltaba alguien…

Bingo.

Por la puerta de la cocina salió JungKook con una bandeja de frituras para los adultos.

—No seas maleducado Jimin, saluda a la familia. — dijo mamá para acercarse de manera animada a mis tíos de la mano de papá.

—¡Minie! Tanto tiempo.

—Hola Tae, supongo que pasaron un par de años, han crecido demasiado.

—Hermano, siempre tan maduro. — dijo Hoseok abrazando a Tae y haciéndole cariño en el cabello.

—Claro que si Ho, son los hermanos más raros que he visto en mi vida sin duda.

—Somos adoptados y lo sabes torpe. — dijo este.

—Aún recuerdo cuando eran pequeños y el tío Jin decía que los había encontrado en el basurero. —los tres reímos por ello.

—¡Chicos, vengan a la sala! —la tía Haneul nos llamó..

Los tres avanzamos entre risas y empujones hasta el living para acomodarnos.

—Falta JungKook, oh, allí está.

El castaño se acercó buscando un lugar pero fue inútil, todos los asientos fueron ocupados por cada integrante de la familia.

—JungKook, ¿quieres mi lugar? —pregunté.

—No, no te preocupes Jimin.

Eso fue lo que dijo pero sin más se sentó sobre mis piernas y se acomodó, todos los presentes rieron por la ocurrencia de mi primo como si fuera mucha gracia y de la nada empezó la plática importante sobre la que trataba la reunión.

Esto estaba siendo jodidamente incómodo, JungKook  prestaba atención a lo que el tío YoonGi decía al igual que todos, traté de hacer lo mismo pero todo se fue a la mierda cuando pasó lo que menos quería... se me paró, ¡mierda! Esto estaba muy mal, se me paró con mi primo de 15 años.

Trágame tierra.

JungKook  se frotó hacia atrás en un intento de acomodarse mejor pero al sentir mi miembro duro pegado a su trasero se tensó y dejó de moverse.