El chico de ojos claros esperaba junto a la piscina, era tarde, la noche estaba muy presente, la única luz que había era la de la luna, la cual se reflejaba en el agua de la piscina, la miraba con miedo, con terror de caer y ahogarse aun así le parecía hermosa, aunque le recordara cuando tenía 5 años, donde todo había empezado.
-Hey.
Tristán llamó su atención, estaba del otro lado de la piscina, Elliot lo miro, se miraba bien, increíblemente bien, aunque le molestaba su impuntualidad no podía molestarse con él, aún así, decidió vacilarle.
-Creí que no llegarías nunca, -fingió molestia-estuve a punto de irme.
-No te enojes Elly, -caminó alrededor de la piscina hasta estar frente a él-todo tiene una explicación, déjame explicarte.
- ¿Y lo piensas explicar aquí? -Tristán le miró confundido-Para tomar asiento. -el contrario seguía confundido-Por dios Tristán, ¿piensas llevarme algún lado o nos quedaremos aquí toda la noche?
-Eres un caso aparte Elliot. -le contestó con una cálida sonrisa.
-Bien, diferente es bueno.
-Si, -lo miro a los ojos-diferente es malditamente fantástico. -ambos chicos rieron.
-Realmente dulce.
Tristán caminó y Elliot lo siguió a su lado, llevaba esperando este día por tanto tiempo, fue una de las razones por las que decidió regresar a Inglaterra, había un club cerca de Bristol, el cual le gustaba mucho visitar, siempre tenía un ambiente cálido y excelente música. Se entero hace unos meses que harían una noche tributo de música indie y alternativa, compró dos boletos una vez se enteró, esperaba llevar a Thomas, Aster quizás, pero jamás espero llevar a un chico del cual no tenía ni la menor idea de sus gustos, ni si quiera de que existía y no sabía si pasaría la noche con aquel chico en algún hotel cercano.
Se detuvo en la entrada del castillo, los guardias le preguntaron a donde iría y le permitieron la salida, Aspen estaba ahí lo miraba con desprecio, tal vez asco u odio, no lo sabía y la verdad es que le daba igual. Pidió un taxi el cual los llevo al club de Bristol. Elliot estaba sorprendido, nunca había ido a un club de ese tipo, tan prestigioso pensó, el único club que conocía era el de strippers y el bar de mala muerte que había en el pueblo, jamás había ido al centro, pues sentía que era solo para ricos y que él no encajaba ahí. Quien diría que ahora se encontraba en un lugar aún más caro y prestigioso acompañado de un rico.
-Prepárate para vivir una de las mejores noches de tu vida, Elly. -lo tomó de la mano hasta la entrada, le dio su nombre al guardia y este les dejo entrar-No era broma que una noche con Tristán Salvatore vale más que la pena. -le dijo antes de adentrarse en el ruidoso club.
Como el club era "prestigiado" y con un límite de personas no se sentía sofocado, el ambiente era cálido y ligero, algunas personas bailando, otras en la barra y una que otra sentada con sus amigos. Tristán tomó su mano y lo encamino a la barra donde tomaron asiento y el castaño pidió algunos tragos para los dos, la música era irreconocible para él, la única que solía escuchar era la música estadounidense que su padre solía escuchar en la radio, un tal Elvis. Y aunque el sonido de la música en el club fuera alto, podía hablar con su acompañante y lo podía escuchar a la perfección, estaba tan metido en sus pensamientos que no se había dado cuenta que Tristán lo miraba sonriendo, pensaba que Elliot se veía adorable como un niño en un parque de diversiones, inexperto y ajeno a él.
- ¿Te gusta?
-Si, es bastante... ¿prestigioso? -mordió su labio, tal vez no había usado las palabras correctas, después de todo no conocía a Tristán.
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"Bastardo Dylan O'Brien." [Dylmas]
FanficEl rey Sangster está casado con la ahora reina Isabella Melling. La reina concibe una pequeña hija, el parto fue complicado por lo que ya no puede tener más hijos. Un chico llega al reino con una carta en la mano y un sobre en la otra afirmando ser...