Mélodie de larmes (Vampireverse)

Capitulo 1º (página 4)

Las aves cantaban con una hermosa precisión creando en sí una melodía que acompañaba perfectamente el despertar de ese día. El aire soplaba las hojas de los árboles haciendo que bailaran en entre ellas mientras el "nacimiento" del Sol traía a todo... bueno la mayoría a la normalidad.

Un esqueleto albino se despegó de los brazos de Morfeo al sentir una brisa fresca recorrer su cuarto, ya que dejó la ventana abierta, los rayos del Sol le indicaban que debía levantarse de su cama, debía de comenzar ese día lo más rápido posible, tenía muchas cosas que hacer; y sin nada más que pensar empezó alistarse para darse un baño. Al terminar de acicalarse bajó hacia la cocina para nutrirse lo suficiente para el desplazamiento de este nuevo día, y cuando finalizó dicha acción comenzó a preparar todo para abrir al público su nueva "galería", la cual en 23 minutos tuvo todo listo y así abrió las puertas para el público. Pronto muchas personas y monstruos que "conoció" ayer comenzaron a llegar a su establecimiento, y en sus rostros se notaban lo deleitados que estaban al ver las pinturas de Encre; en sus ojos se demostraba el asombro y un cierto brillo de emoción, mientras que en sus labios salían palabras alentadoras y cumplidos para el joven pintor.

El transcurso de la mañana fue rápido, y muy cansado y algo confuso, Encre había recibido algunos pedidos de personas y monstruos que había saludado ayer y otros que no; él esperaba encontrarse con los dos esqueletos que vio anoche (justo antes de acostarse en su cama para dormir), pero eso nunca paso. Decidió cerrar la "galería" para tomar un descanso para comer, por lo que fue a la cocina a preparar sus alimentos pero el sonido de una campanita le indicó que la puerta estaba siendo abierta, y cuando fue a investigar lo ocurrido encontró a su viejo amigo Azure acompañado del herrero del pueblo, el Señor Rufous.

Encre.- Bonsoir mes amis- dijo Encre sonriendo-, ¿qué los trae por aquí?

Rufous.-No soy tu amigo.-dijo cortante.

Azure.-Señor Rufous por favor sea amable.- le susurró al mencionado, pero de todas maneras Encre logró escucharlo- Buenas tardes Encre, bueno te traigo algo que te será útil.- dijo Azure algo emocionado.

Encre.- Oh gracias... ¿Qué es?- preguntó curioso.

Azure.-Es un amuleto.- dijo sacando una cajita de su bolillo.

Encre.- !!!- el esqueleto pintor se sorprendió por lo que vio adentro de esa cajita, así que lo sacó y lo empezó a admirar: era una cruz algo pequeña con una cadena, todo era de plata y con pequeños detalles de oro y bronce.

Encre.- Merci...merci Azure, c'est très joli.- dijo el pintor abrazando a su amigo, cosa que no le gusto para nada al señor Rufous.

Azure.-Oh Encre no es nada.- dijo Azure algo apenado-, no sólo tienes que agradecerme a mí, el señor Rufous fue el que hizo realidad este pequeño regalo.-mencionó Azure mirando a los ojos de Rufous a lo que Encre volteo a verlo y le dio las gracias y después de un tiempo él al sentir las miradas de ambos comenzó a sentirse incómodo.

Rufous.- ¡YA DEJEN DE MIRARME!.- dijo algo molesto el herrero con un sonrojo muy notable cosa que no paso por desapercibido Azure.

Azure.- Hehehe... bueno Encre nos tenemos que ir nos vemos más tarde.- dijo despidiéndose.

Encre.- ¡Espera!, antes de irte puedes decirme si hay por aquí un campo de flores.- comentó algo desesperado.

Azure.- ¿Por qué el interés que tienes por saber?- preguntó Azure serio para ocultar los nervios que tenía.