Solía pensar que no existía otra cosa que odiara más en la vida que el hecho de sentir los rayos del sol golpeándome el rostro en cada despertar. Realmente pensaba que era lo más horrible, pero como siempre; me equivoqué. Tuvieron que pasar meses para darme cuenta de que estaba solo, aceptar que lo estaba.
No fue hasta que el invierno llegó y el frío me llenaba el cuerpo cuando supe que le extrañaba más de lo que podía alguien imaginar. Que él era quien cubría mis ojos de los rayos del sol con sus manos sin que yo lo pidiera. Que era él quien llenaba mi cuerpo de calor con solo rodearme con sus brazos al dormir. Quien cuidaba de mi sin esperar nada a cambio más que amor.
Fue a la mala que entendí ese famoso dicho “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”. Que es ahí cuando uno es capaz de admitir que la ha cagado, que ha sido ingrato e idiota.
Le herí sin pensar en nadie más que en mí. En cómo era que yo me sentía. Le ofendí de la forma más cliché que se pueden imaginar.F l a s h b a c k.
Mis manos inquietas acariciaban sus muslos, apretándolos con fuerza en cada oportunidad, mientras mis caderas golpeaban sus nalgas en cada estocada. Sus gemidos agudos llenaban la habitación combinándose con el golpear del respaldo de la cama en la pared. Hundí mi rostro en su cuello, mordiendo y succionando la nívea piel de éste, siendo más brusco a cada segundo. Estaba tan absorto en el placer y la lujuria de follarme a mi acompañante que no me di cuenta cuando él llegó.
Escuché algo tronar en el suelo y romperse al impacto. Asustándonos a ambos, parando en seco cualquier obscena acción que se estuviese realizando en aquel lugar.
Mi cabeza se giró rápidamente, visualizando en el umbral de la puerta a un ChangKyun con los ojos cristalinos y una mirada cargada de tristeza y decepción. Él había llegado antes de lo esperado a casa, con una planta nueva para su tan preciado jardín. Eso era lo que se había escuchado, ahora podía ver la maceta hecha trizas en el suelo, y la tierra esparcida por la alfombra, ensuciando todo. Había sido descubierto por mí novio en la cama con un compañero de trabajo, en nuestra cama. La cara de Hyungwon era un poema, estaba asustado y avergonzado de haber sido encontrados en dicha situación.
ChangKyun salió corriendo, siendo yo quien saliera inmediatamente después de la habitación, pisando la tierra que había salido de la maceta, importándome poco el hecho de estar solo en bóxers. Él se detuvo en la puerta, dudando en salir sin decir nada o voltear y gritarme todo. Podía escuchar como respiraba con dificultad y como intentaba contener el llanto. Sus manos estaban hechas puño por la impotencia. El silencio era sepulcral.¿Por qué? – Su voz estaba rota, y quizás no era lo único roto ahora. – ¿Hice algo malo? – Preguntó y yo no pude más que negar en silencio.
No voy a negar lo que pasó porque es más que obvio todo. Y tampoco puedo negar lo que acabas de ver. No esperaba que te enteraras. – Quizás fui descarado, pero al final de cuentas no podía cambiar nada.
En realidad, lo sospechaba. Pero el amor que te tengo me permitió darte el beneficio de la duda. Esperaba que me dijeras algo, no sé. Incluso Cassey me dijo que había algo raro, que incluso en la oficina tú y ese estaban muy juntos, pero yo no quise ponerme en un plan de loco celoso, porque pensaba que eras distinto. Porque creía que cumplirías con lo que dijimos al principio. Que, si ya no había nada, me lo dirías. En lugar de mantenerme a tu lado, tomando todo lo que viniera en silencio. – Su voz era una mezcla de tristeza, decepción y resignación. – Quise tapar el sol con un puto dedo. Cuando han sido un par de meses en las que has estado actuando raro… Distante. Ya ni siquiera ibas por mí a la tienda, ni siquiera me abrazabas al dormir. – Y ahí su voz volvió a quebrarse, al igual que sus lágrimas comenzaban a rodar cuesta abajo por sus mejillas previamente húmedas.
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No hay nadie más.
FanfictionCreí que solo odiaba los rayos del sol golpeando mi cara. Pero descubrí que lo que más odiaba era estar solo. Que no había nadie más que me llenara como él lo había hecho.