Pasaron unos días después de haber conocido un deporte tan especial para Nerea, pero esperar valió la pena, la llamaron para hacer una pequeña prueba en aquella escuela de Leganés.
Sus entrenadoras, Lorena y Verónica, dijeron a su madre que la llamarían.
Aquel día Nerea salio muy feliz de ese polideportivo tan "extraño" para ella.