Cuando te vi...creo que me enamoré.

Cuando te vi.

No sé si algún día estaremos juntos pero agradezco el haberle conocido.

Quizá sea muy precipitado lo que le vaya a decir pero...creo que...estoy enamorada de usted. 

Mis días no están completos si usted no está en mis pensamientos.

Amos esos ojos, esos ojos que irradian luz cuando sonríen, cuando duda. Esa chispa de pasión que los irradian aún más. 

El sonido de su voz es tan dulce pero tan fuerte. Tan duro y tan vulnerable.

Amo y agradezco cada momento a su lado, es hermoso cuando cada día hablamos y cada día va teniendo más confianza hacia mi y como poco a poco va abriendo esas puertas que esconden lo más hermoso y valioso de su ser y que no cualquiera puede ver. No hay simplemente palabras para expresar lo que uno verdaderamente siente, sólo puedo decir que es una tranquilidad exquisita.

Ojalá algún día permita que sus labios conozcan los míos.

Ojalá algún día permita que sus brazos conozcan mi cintura.

Ojalá algún día permita que mi cabeza se acurruque en su pecho y así pueda escuchar los latidos de su corazón que van al son de mi respiración.

Cada vez soy más vulnerable a usted.

Me asusta el no poder confesarle lo que siento, pero me temo que aun no soy lo suficientemente fuerte para decírselo frente a frente y no es porque usted me asuste o me de miedo su rechazo, es que simplemente mi mirada no puede sostenerse a la suya. Mi corazón se acelera tanto que no me queda aliento para decirle todo lo que yo siento por usted.

Pero qué va, si mis pensamientos no lo dicen, entonces lo harán mis miradas. Quizá nuestra mejor conversación nunca fue con palabras...

¿Qué es lo que hace usted conmigo?, es muy noche ya y usted aun no se ha ido.

¿A usted le pasará lo mismo?¿A caso habrá pasado por su mente mi nombre?