Un precioso Omega estaba recostado en su cama, su vientre ardía, sudaba y se removía. Su cabello era un desastre y entonces lograba morder su labio inferior para evitar un sonoro gemido. Unas manos tibias y grandes tocaban su piel, eso era lo que lo tenía de esa manera, esas manos grandes y rudas. Con cada caricia sentía arder su piel, cada beso en sus muslos era increíblemente excitante. Levanto su cara para observar de quién se trataba, su cabello le era familiar pero esa persona estaba perdida entre sus piernas, besando y mordiendo sus muslos. Lo único que le quedaba era gemir y echar su cabeza hacia atrás al mismo tiempo que arqueaba su espalda, ya sentía como se dirigía a su erección.
Se despertó sin ningún sonido de alarma, miró el reloj. Todo fue un sueño.
La monotonía.
Miro hacia su entrepierna y tenía un problema.
Suspiró frotándome los ojos.
- Podría ahogarme en mi propio lubricante- Suspiró.
Gracias a la disciplina de sus padres no necesitaba pelearse con un despertador.
Se levantó de la cama con el cabello hecho un desastre, estuvo sudando mientras dormía.
Lavó su cara, enseguida ordenó su habitación y entro al baño a ducharse para después bajar y hacer el desayuno.
Lo preparó todo con delicadeza y precisión.
De nuevo subió a su habitación para vestirse adecuadamente, se dejo caer sobre la cama y miró hacia la ventana.
Dos hermosos hermanos Omega, quienes han estado en esa casa durante 3 años, han logrado todo lo que tienen ahora, pero la vida del mayor ha caído en una enorme rutina desde que eran más pequeños, si no fuera por Taehyung y Jungkook, Jimin estaría en el mismo punto que el.
Sus padres no vivían con ellos desde hace 10 años, trabajan en el extranjero y solo se permitían visitarlos en navidad. Quien permanecía con ellos desde pequeños era su abuela pero gracias a que siempre fueron niños muy tranquilos, nunca necesitaron de cuidados especiales o de reglas estrictas.
Cuando terminó de alistar todo bajó y Jimin ya le esperaba en la entrada. Ambos subieron al auto y se dirigieron hacia sus respectivas escuelas. Jin estudiaba en la universidad y Jimin aún estaba en preparatoria. Conducia el auto hasta detenerse en el primer semáforo, observó a Jimin por el espejo retrovisor, está a nada de quedarse dormido y tratando de despertarlo termina hablandole de romances de cine.
Quizás sea extraño, solo quizás pero la verdad era que para ellos el romance y las relaciones que tenían los protagonistas en la películas románticas, les eran ajenas.
No necesitában un estúpido romance que les distrajera, no necesitaban un alfa.
No necesitaba a Namjoon.
Se mordió el labio recordando sus sueños. Sentía que su garganta se secaba así que se propuso a tomar agua de la botella que estaba a un lado de el.
- Tuve un sueño horrible, bueno no lo recuerdo- Mencionó Jimin ocasionando que el mayor se atragantara con el agua al recordar su sueño.- ¿Estás Bien?- Pregunto Jimin asustado.
- Estoy bien- Sonrió nervioso.
- ¿Recuerdas lo que soñaste hoy?- Prosiguió el menor.
- El mío...nada interesante.- Le dió otra sonrisa- Realmente no recuerdo.
Dejo a Jimin en su Colegio y se dirigió hacía la universidad. Jimin estaba en su último año de preparatoria y Jin en su último año de universidad.
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El chico de mis ojos
FanfictionUn omega incompleto cegado por la idea de no tener que depender de alguien y un alfa dispuesto a cambiar y completar su monótona vida. Namjin. RM/ Namjoon: Alfa. Jin: Omega. - Mención de otros shipps Advertencias: Esta es una historia hecha por mi u...