Mi Lindo Niñero | K;th

P R O L O G O

«Una vez que haces daño, es casi imposible repararlo».

Algunas veces cometemos errores de los cuales aprendemos, pero nunca podemos restaurar. Los cargamos en nuestro hombro por toda la vida esperando el día que el peso sea más ligero para no terminar aplastados, pero no siempre logramos que ese peso desaparezca.

—¿Piensas que venir como si nada arreglará todo lo que pasó? —suspiró al darse cuenta que esa era el pensamiento del hombre frente a ella— Sigues siendo un completo imbécil.

Romper los corazones debería considerarse un delito.

Muchos estarían tras las rejas.

—Sé que fui un idiota, pero si me dieras la oportunidad...

—¿Para qué? —lo interrumpió sonriendo de lado, negándose a sentir nuevamente algo— ¿Volver a romperme el corazón?

Ella finalmente se dio cuenta de lo que valía.

Él, por otro lado, se dio cuenta lo que perdió.

—No pido que me perdones...

—De todos modos no iba a hacerlo.

Mucho menos al darse cuenta que él ocultaba algo mucho muy grande.

Un secreto que ante nosotros jamás será secreto, pero si ante aquellos que un día lo llegaron a ver con ojitos de amor; con el corazón alocado y una sonrisa genuina, alguien como...

«Ven aquí campeón».

«¡Papá!».

Ella.

—¿Tienes un hijo? —su voz sonaba decaida, como si acabesen de apretar un botón y lentamente se fuera apagando.

—Macki...

De los errores se aprende.

—Mack —suplicó al borde de las lágrimas—, dame un oportunidad, te prometo que todo tiene una explicación.

Pero para alguien que ya había pasado la página y superado el hecho de que terminarán haciéndola de lado esa petición no eran más que palabras vacías que debía dejar a un lado.

Para ella, él dejó de importar.

—Pero yo no quiero escucharla —respondió seriamente—. Tienes un hijo y yo no soy una destructora de familias.

—¡Ese niño no es mío!

Claro, a ella dejó de importarle...
¿Verdad?

—Sea o no, ya es tarde, estoy comprometida.

La vida da muchas vueltas, pero jamás olvidas una cosa:

El pasado.