Un momento... yo esto lo he vivido. ¿Qué coño está pasando?
Vale, a ver, tengo que despertar mi cuerpo. Vamos... Vamos...
- Hank, mira.
- ¿Qué?
- Está moviendo los dedos.
Ya casi... Vamos cuerpo, reacciona.
- Qué raro, mueve las manos y los pies, pero no despierta. ¿Estará soñando?
¡Qué no estoy estoy soñando, coño! Después de unos segundos, conseguí mover mi cuerpo, sentándolo en aquella camilla. Empecé a hiperventilar. Miré mis manos, aún asimilando que estaba completamente despierta. Alcé la vista y vi a mi padre.
- Dios mío, hija. - empezó a llorar. Pero mi mirada no le buscaba a él.
- ¡Connor! ¡Connor! Oh, Dios... - Allí estaba. No me lo podía creer. Connor había muerto delante de mis propios ojos. Pero estaba allí. Rompí a llorar mientras buscaba desesperadamente sus brazos. Cierta calma llegó a mí cuando hundí mi cabeza en su pecho y sus brazos rodearon mi espalda dejando suaves caricias con sus manos.
- Tranquila, Rebecca. Has estado desmayada durante muchas horas. El médico ya estaba considerando si habías entrado en coma. Te desmayaste ayer por la noche, lunes. Hoy es martes por la tarde. ¿Recuerdas lo que pasó?
- Oh... Connor... N-No me lo puedo creer...
- ¿Qué? - no respondí.- Rebecca, ¿qué no puedes creer? - volvió a insistir.
¿Y si todo era un sueño? ¿Y si todo esto forma parte de mi imaginación? Quizás el ferviente deseo de querer que las cosas hubiesen sucedido de otra manera ha provocado en mi subconsciente toda esta fantasía.
Ante tales conclusiones, me separé del abrazo para pegarme una bofetada en la cara.
- ¿Qué cojones haces, hija?
Auch. Conclusión final: no estoy soñando.
En ese preciso instante me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Había tenido un sueño premonitorio. Es decir, he soñado con lo que va a ocurrir. Ahora si que todo esto es real, y quiero verlo como una segunda oportunidad que me está brindando la vida para salvar a Connor. Y no puedo desaprovecharla. Segundas oportunidades nunca vuelven.
- Connor. Escúchame. - intenté mirarle lo más seria que pude, pero mi rostro no podía reflejar otra cosa que preocupación. -Tienes que confiar en mí. No hagas preguntas, solo haz lo que te pida. Por favor.
- Rebecca...
- Connor, debes ir a casa y destruir absolutamente todas las estatuillas y aquel sobre de rA9. Y tienes que hacerlo rápido.
- Pero...
- Confía en mi. - agarré su corbata para atraerlo hacia mí y darle un corto beso. Una lágrima se deslizó lenta y dolorosamente por mi piel. Quizás esta sea la última vez que lo vea. - Véte. - susurré cerca de su rostro.
Y dicho esto, se marchó. Pero la tranquilidad no llegaba a mi ser. Y no llegaría hasta que volviéramos a casa y me asegurase de que está bien, de que está a salvo.
Mi padre estaba estupefacto. Si no cerraba la boca pronto seguramente se le colaría alguna mosca.
- Papá... tú también debes confiar en mi. Cuando lleguemos a casa te lo explicaré todo. Os lo explicaré todo - me autocorregí.
Al rato vino el doctor. Todo pasó exactamente como en mi sueño. Me hicieron las pruebas y cuando acabó la tarde me dieron el alta.
Pensé que en el trayecto que hicimos del hospital a casa me daría un infarto por los nervios. No paraba de morderme las uñas y removerme inquieta en mi asiento.
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La hija del Teniente (Detroit Become Human FanFic) [COMPLETA]
FanfictionRebecca Anderson, hija del Teniente Anderson y con un gran sueño; ser inspectora. Actualmente, a sus 18 años, está estudiando Bachillerato. Lleva una vida aparentemente normal, aún que suele ayudar a su padre con los casos, de forma secreta, claro. ...