Tropezó.
Los días de Park Chanyeol siempre comenzaban así, con alguien haciéndolo tropezar.
Con el pasar de los años ya se había acostumbrado a eso, al igual que a los papeles con mensajes despreciables que no se atrevía a leer y a ser usado como saco de boxeo por algunos de los matones de su colegio.
Esta vez había logrado no caer al piso y orgulloso de si mismo lo consideró un avance, aunque de igual manera podía escuchar las risas ahogadas de sus compañeros.
Todavía faltaban quince minutos para que comenzara la clase y él, a diferencia de los demás, estaba sentado en su banco repasando el contenido de la clase anterior.
- ¡Oye Chanyeol! ¿Acaso lo único que sabes hacer es estudiar? Eres un maldito fracasado.
Chanyeol ni siquiera levantó la vista de sus apuntes, no valía la pena desperdiciar saliva en personas ignorantes aunque sabía que hacerse el indiferente le costaría caro.
Antes de darse cuenta, ya había terminado la última clase del día. Había tenido que soportar burlas e insultos pero ya nada era nuevo.
Con la cabeza gacha, se dirigió hacia la salida y comenzó su caminata hasta su casa. Ésta quedaba lejos de su escuela pero al no querer compartir más tiempo con sus compañeros en el bus, caminaba por unas solitarias y silenciosas calles que más tarde que temprano lo terminaban dirigiendo a su hogar.
Apenas llegó, el delicioso olor a comida casera invadió sus fosas nasales dejándole saber que su madre había regresado de su viaje de negocios.
La mujer al salir de la cocina y ver a su hijo no pudo evitar regalarle una gran sonrisa.
- Hola Yeollie, ¿Cómo estuvo el colegio?
- Bien mamá, me divertí mucho con mis amigos. - Palabra tras palabra, le narraba a su madre lo falsamente maravilloso que había sido su día mientras forzaba que una sonrisa apareciese en su cara.
- Que bien amor, ¿Por qué no invitas a tus amigos a casa algún día?
- Oh no, no quiero que causen problemas aquí.
- No creo que vayan a causarlos pero está bien, es tu decisión Yeollie, te llamaré cuando esté lista la comida.
El castaño arrastró sus pies hasta su habitación y recién allí se permitió desmoronarse. Saladas gotas comenzaron a mojar sus mejillas mientras abrazaba con fuerza su almohada y en susurros se decía a si mismo lo que tantas veces escuchaba en la escuela. No eres nadie, jamás le importarás a alguien, tu padre te abandonó porque no quería tener de hijo a un marica.
Luego de cenar, se recostó en su cama y al cerrar los ojos sintió como una mano acariciaba su cabello y la suave voz de un chico le susurraba al oído una simple frase: todo estará bien.
Esto mismo se repetía todas las noches sin falta y aunque al principio Chanyeol se había asustado, no pudo resistirse a esa voz que tanta tranquilidad le daba y se dio cuenta que escuchar esa frase ser dicha por una voz tan dulce como esa le hacía pensar que las cosas efectivamente podían mejorar. Pero dejó de escucharla el mismo día que Sehun llegó a su vida.
Sehun era un chico humilde que había sido recién transferido y que casualmente había terminado en el mismo salón que Chanyeol, y aunque había acaparado la mirada de casi todos, no dudó en acercarse a la única persona que no había levantado su cara para mirarlo.
Una amistad comenzó a forjarse lentamente y con el tiempo las pequeñas charlas se convirtieron en largas conversaciones, los silencios incómodos en sonoras risas y los encuentros en los pasillos en salidas en los fines de semana.
ESTÁS LEYENDO
Ángel || ChanBaek
FanfictionChanyeol necesitaba un salvador. Baekhyun era el suyo. ✖️Pareja principal: ChanBaek. ❌Pareja mencionada: ChanHun. ✖️Género: Romance, Hurt/Confort. ❌Extensión: 1.9 k de palabras. ✖️Advertencias: Relación tóxica y maltrato físico. ❌La hermosa portada...