Capítulo 27:

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-Es hermoso. -susurró mamá, mientras observaba como el hermoso y largo vestido yacía en el maniquí.
-No falta nada, Alison. -me sonrió Rebeca.
-Menos de una semana. -murmuró Ellie, entredientes.
-Te vas a ver jodidamente hermosa. Serás la novia más bella del mundo. -Emma suspiró enamorada.
-Eso ni lo dudes. -Danna la apoyó.
-Va a ser el día más feliz del mundo para ti, cielo. Estoy tan orgullosa de ti. -mamá me miró con nostalgia.

No sabía exactamente que decir.
Me encontraba en cualquier otro lugar, menos allí, en mi habitación, con todas ellas y con ese maldito vestido.
Sentí como lentamente mis ojos se humedecian bajo las ardientes lágrimas que amenazaban con salir y acabar conmigo.
Miré el vestido con la vista borrosa. Era perfecto, tan delicado como hermoso, pero sin importar lo bellísimo que fuera no me veía en él, aunque lo intentara con todas las fuerzas que tenía, no podía imaginarme dentro de aquel vestido, ni caminando hacia el altar con una sonrisa radiante como se supone que tiene que ser. No podía.

-Alli. -me llamó Emma, ayudándome a salir de aquel trance.

La miré.

-¿Estás segura que quieres hacer esto?

Todas las miradas cayeron en mi.

Suspiré.

Narra Austin:

-¿En serio serías tan masoquista de ir a aquella farsa de boda? -mi hermano se tiró en mi cama.
-Te recuerdo que estás hablando de la boda de la mejor amiga de mi novia. -Matthew miró mal a mi hermano.
-Opino lo mismo que Dustin...
-¡Gracias, Chad!
-Cállate, déjame hablar. Escucha Austin, todos aquí sabemos que eres un idiota, pero no creíamos que lo eras tanto como para querer ir a la boda en donde se casa el amor de tu vida con otro tipo, es algo que te marcará, ¿no crees?

Matt y Dustin asistieron.

-Solo quiero ver si será capaz de hacerlo.
-¿Y si lo es?
-Joder, ¡me ama! No podrá hacerlo, estoy tan malditamente seguro.
-Austin... -empezó Matt y negó -no te hagas falsas ilusiones, amigo, sabes como es Alli. Chris es un buen tipo -lo miré mal y él se encogió de hombros -¿qué? Es verdad, cuidó de ella y de Matteo largos años, estuvo con ella en los mejores, y lo que es más importante, es los peores momentos. No la dejó ni un segundo sola, y me consta. Él la ama, y ella...
-Me ama a mi. -lo interrumpí. -Siempre me amó a mi, a nadie más, y eso lo sé yo, lo sabe ella, lo sabe él... lo sabe todo el jodido mundo.

Dustin soltó un largo suspiro y negó rotundamente.

-¿Por qué no solo aceptas que te superó, hermano? Maldición, tú deberías hacer lo mismo.
-Me ama.
-Si te amara no estaría a punto de casarse con otro, Bass. Solo acepta que perdiste. -Chad me miró serio, como nunca.
-No me enseñaron a rendirme. -los miré.
-Esto no es cuestión de una tonta guerra, Austin, ella ya decidió y me temo que tú no eres su elección. Hace mucho tiempo dejaste de serlo, bro. Deberías hacernos caso.
-Para ti es fácil decirlo, Matt, estás felizmente con la persona que amas.
-Y tú también lo estarías, ¿no te das cuenta? Perdiste a Alli al segundo en el que aceptaste ese estúpido acuerdo y te casaste con Emily.
-¡Ya lo sé! Fue el peor error de vida, ¿creen que no lo sé? Me arrepiento cada día de mi vida, pero si no hubiese sido por eso Mía no estaría conmigo.

Ellos se miraron entre sí.

-No sé qué quieres que te digamos.
-Solo... no me pidan que la supere.
-Ay hermano, cada día estás más demente que una cabra.

Yo negué y ellos tres rieron.

Narra Alison:

-Estoy a punto de morir. -Emma se tiró al sofá de mi sala con una bolsa de papas fritas y una lata de coca cola.
-¿Cómo puedes tener ese cuerpo si comes como un cerdo? -Ellie la miró.

Emma se encogió de hombros mientras se llenaba la boca de papas fritas.

-Un don, un pacto con Satanás, ¿quién sabe? Yo no lo sé, amiguita. -le dijo Emma, tomando de su bebida.

Se me escapó una pequeña risita.

-¡Al fin! Signos de que estás viva. -se burló Danna.

Borré la sonrisa y las miré.

-¿No pueden hacer silencio por un minuto, al menos?
-No. -respondió Emma, sonriendo.
-Cierra la maldita boca, mira todos los restos de papas que se ven por allí. -Ellie hizo una mueca de asco.
-No me mires. -le respondió, Emma.
-¡Es inevitable! -gritó mi hermana.

Emma la miró fijamente y luego de unos segundos abrió la boca dejando ver todas esas papas fritas trituradas por sus dientes, Ellie sacó su lengua e hizo una mueca de estar asqueada.

-¿Pueden parar? -les preguntó Danna.
-Siento que estoy rodeada de niñas de cinco años, y me quedo corta. -Rebeca se rió.
-Ni siquiera mis nietos hacen eso, por favor, niñas, paren. -mamá dijo negando.
-Hablando de niños, ¿dónde están esos delincuentes?

Rebeca miró a Emma.

-No son delincuentes, Emma. Son niños, hermosos y bellos niños.
-Y molestos.
-Ah si, en eso si la apoyo. -Ellie asintió
-¿No piensas tenerlos, Emma? -Danna la miró con dulzura.

Emma la miró con horror, haciendo que mamá riera con ganas y negara.

-Matt no quiere hablar del tema. -sonrió.
-Claro, Matt. -dijo Ellie con sarcasmo.
-La niña aún no está lista. -mamá tomó un sorbo de su café.
-No es eso. -Emma hundió los hombros y soltó un largo suspiro. -Bueno, tal vez, está bien, si. Me aterra no ser una buena madre como Alli o como tú, Danna. He visto como ambas cuidan a Matteo o a Sophie, siento que nunca seré ni un cuarto de buena de lo que ustedes son.
-¡Ay, por favor! Apostaría todo a que serías una mamá estupenda. Nadie nace sabiendo, Emm. -Danna le sonrió.
-Es verdad, cuando me enteré que estaba esperando a Sean, estaba aterrada. Él y Alli me enseñaron a ser una mamá sabelotodo. Cuando vino Ellie, lo manejaba perfectamente al asunto.
-No planeo tener tres hijos, Cara. -Emma abrió los ojos como platos.
-No digo eso, sólo cuento mi experiencia.
-¿Tú qué dices Alli? -escuché lejos la voz de Rebeca.
-Alison...
-¡Alli!

Salí del trance y las miré, todas me miraban fijamente, esperando mi respuesta a algunas de las tantas preguntas que hicieron y que por supuesto no había puesto atención.

-Perdón, ¿qué? -pregunté, aún confundida.
-¿Te sucede algo, cielo? -mamá me miró algo preocupada.
-Si, digo no. Yo... -suspiré -no estoy segura de hacer esto.

Todas me miraron confundidas.

-¿Hacer qué? -preguntó Emma.

Las miré.

-Casarme. -dije firme.

Las cejas de todas se elevaron y se miraron entre sí.

Viejo Amor  (Segunda temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora