Desde Hoy

Capítulo 15

Aproximadamente a las 6 de la tarde estaba con Verónica empezando a vender las galletas que habíamos preparado el día anterior, Verónica usaba un suéter que se había mandado a hacer para el gran día, y así poder identificarnos con las demás escuelas que vendían sus productos, mientras que yo usaba una camiseta con el mismo diseño de sus suéter, solo que yo lo complementaba con una chamarra de cuero negra, ambas llevábamos puesto un par de jeans pues el clima era poco más de 14 grados.

Ya habíamos vendido unas cuantas galletas a familias que se acercaban a preguntar de que sabores eran y el costo que tenían. En un par de cajas de cartón vacías que estaban a lado de la mesa, había otra camisa un poco más grande que la mía.

- ¿Y esta camisa? - la tome de entre las cajas

- Es de Daniel - contesto Verónica mientras le daba el cambio a una niñita

- ¿Crees que venga? - volví a preguntar mientras dejaba la camisa en su lugar

- Si, ¿A caso tu no?

- ¿En serio me preguntas eso? - una pequeña risa salio de mi, pues era obvio que no esperaba que Daniel se apareciera por aquel lugar

- Vamos a hacer algo, si Daniel viene tu pagas las bebidas - apostó - si no viene yo te invito a cenar

- Me parece bien - conteste pues estaba casi segura que esta apuesta estaría a mi favor

La plaza cada vez se llenaba más y más de personas. Papá se había quedado de ver con sus amigos en un bar cerca de ahí para celebrar el aniversario.

Seguia enfocada en la venta cuando Verónica me sacó de mis pensamientos

- Daniel - sonrió al ver por detrás de mi espalda. Al girar me encontré con aquellos ojos marrones que me miraron por unos segundo para después devolverle la vista a Verónica 

- Creo que alguien me debe algo - me dijo Verónica por lo bajo.

Saque un par de billetes de mi pantalón y se los di para que fuera a comprar algo de tomar. Algo que no quería que sucediera, no por el hecho de que significaba que había perdido, si no que no quería quedarme sola con Daniel.

Veronica se fue triunfante a buscar algo que tomar mientras el hambiente  con Daniel se hacía incomodo

- Hola - decidió hablar después de unos segundos de silencio

- Hola - le contesté mientras acomodaba las galletas que faltaban por vender. Una acción muy estúpida pues lo único que quería era evitar el contacto visual con el.

- ¿Fui parte de una apuesta? - preguntó sin una mínima expresión en su rostro, lo cual me intimidó, no sabía cómo iba a reaccionar

- No, no es eso. Sólo que no creí que vinieras - al decir eso, escuché una risa proveniente de él - ¿Que es gracioso?

- ¿Por qué no tendría que venir? - preguntó curioso

- Note que mi presencia no es de tu agrado - le dije firme, tratando de enfrentarlo, algo que seguramente no se me daba muy bien

- No es eso, es solo que... - rasco su nuca, tal parece que la conversación le irritaba

- Esto es para ti - Verónica nos interrumpió, en un momento que en verdad era importante, por fin sabría por qué Daniel era así conmigo

Me dio un vaso color azul con alguna bebida extraña que vendían a un par de puestos de nosotros

- Y esto es para ti - le dio a Daniel un vaso igual al mío y el con mucha vergüenza lo aceptó

Las horas pasaron rápidamente, el tiempo ya no se me hacía eterno pues la actitud de Daniel había cambiado, aún no era la mejor, pero cuando Verónica decía algo gracioso, por lo mínimo sonreía.

Habíamos vendido absolutamente todas las galletas y la plaza ya se empezába a quedar vacía, Daniel nos ayudó a meter las cosas en el auto de Verónica, la cual se había ofrecido llevarme a casa, pues le dije a mi padre que podría quedarse más tiempo con sus amigos, total, era día festivo.

- Gracias por ayudarnos Daniel - le agradeció Verónica y yo solo le sonreí amablemente

Las dos nos dimos media vuelta para caminar directo al auto cuando escuche su voz grave detrás de mi

- Alix - dijo no muy convencido

- ¿Si? - pregunte cuando lo mire, Verónica solo me dedico una sonrisa y se marchó para esperarme en el auto

- No te odio - me miro directamente a los ojos y mi corazón empezó a palpitar más de lo normal

- Ah ¿no? - trate de sonar lo más tranquila posible

- Si, es solo que me recuerdas mucho a alguien

- Pero yo no tengo la culpa - su comentario me hizo bajar de la nube en la que estaba, ¿era así conmigo solo por que le recordaba a alguien? Que estúpido.

- Vaya... Eres muy testaruda - sonrió, todo iba bien hasta que continúo - De seguro lo sacaste de tu madre

La sangre me ardía y el corazón se me quería salir del pecho al escuchar lo que me había dicho, lo tomé de su cazadora gris con ambas manos, con ganas de dejarlo tirado en el suelo, lo cual sería imposible pues su masa muscular era el cuádruple que la mía.

- A mi madre ni la nombres - le dije entre dientes, pues nadie tenía derecho a manchar la memoria de la persona que me dio la vida.

Lo solté y a paso veloz camine hacia el auto de Verónica, la cual me esperaba anciosa por contarle lo que había pasado con Daniel, pero para su sorpresa no sería lo que ella imaginaba.