Capitulo 22

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-Kim Jong Dae.-Me llaman.- ¿Aceptas a Sun Hannah como tú futura esposa?-Me quedo callado y veo a Hannah, ella me sonríe nerviosa. Luego volteo a ver a mi madre, está llorando, y me parece que es la única vez que la he visto llorar. Regreso mi vista a Hannah.

-Yo...-Mi voz tiembla.-Yo acep...

-¡JongDae!-Volteo hacia donde el eco de la voz de JongIn suena, pero no lo veo por ningún lado.

-¿JongIn?

-¡JongDae, no lo hagas!

-¿JongIn, dónde estás?-Grito con desesperación y entonces Hannah toma mi mano impidiéndome que vaya por JongIn.

-No iras a ningún lado.-Me dice. Pero no es la voz de Hannah la que suena, sino la de mi madre.

-¡JongIn no me dejes!-Dice la voz de JongIn de nuevo.

-¡JongIn!

-¡JongDae, no! ¡JongDae! ¡JongDae!

-¡JongDae!-Me despierto de golpe en mi cama. Veo a mi lado, Baekhyun está ahí y me mira preocupado.- ¿Estás bien, Dae?-Me pregunta y yo respiro agitadamente.

-Sí. Solo...-Suspiro.-Solo fue un mal sueño.-Le contesto.- ¿Qué necesitas?-Le digo más tranquilo.

-Que te levantes ya de esa cama.-Me quedo callado.-Es hora, Dae.-Suspiro y él trata de sonreírme en apoyo.

-¿Él no ha venido a verme?-Cuando hablo de él, Baekhyun sabe que me refiero a JongIn. Y es estúpido preguntar si vino porque tan solo al ver la cara de Baekhyun sé que la respuesta es negativa.

-No, Dae.-Me dice con lástima. Doy un largo suspiro y me quito las sabanas de encima. Me paro de la cama y con pereza, o más bien pocas ganas de casarme el día de hoy, me dirijo a la ducha.

Me saco la ropa, y me meto debajo de la regadera.

No me doy cuenta de cuando tiempo paso debajo del agua hasta que veo que mis dedos están arrugados de tanta exposición al agua. Tocan la puerta y Baekhyun habla desde el otro lado.-Solo quiero asegurarme de que no te has ahogado.

-Sonrío por primera vez y probablemente la única en el día.

-Estoy bien, ahora salgo.-Apago la regadera y envuelvo una toalla alrededor de mi cintura. Salgo con lentitud del baño, como si eso fuera a impedir que estuviera a horas de casarme. Miro el traje azul que hay enfrente de mí; jamás había odiado tanto una prenda de vestir, pero ésta, probablemente la quemaría después de la boda.

No quiero volver a ver éste traje en mi vida recordándome el amor que dejé atrás. Pero si se tratara de desechar las cosas que me recordaban que JongIn ya no estaba, quizás tendría que tirarme a mí mismo a un contenedor de basura, teniendo en cuenta que había sido yo el idiota que hizo que se fuera.

Y es que, repaso una y otra vez las cosas en mi mente. Y no hay nada después de esa copa de champagne, simplemente es como un espacio en blanco en mi memoria.

¿Me había embriagado lo suficiente como para acostarme con Hannah?

¿Realmente lo habíamos hecho?

-¡Oh, JongDae, ahí estás!-La voz de mi madre resuena por la habitación y Baekhyun voltea a verme como preguntando mi grado de incomodidad, que en este momento estaba en su máxima potencia.

Mi madre se acerca y deposita un beso en mi mejilla. No puedo recordar cuando fue la última vez que besó mi mejilla, o sus ojos se humedecieron al verme, tal como lo están haciendo ahora.

Entonces recuerdo el mal sueño que tuve esta mañana y me alejo instintivamente de ella. Por un segundo, tan solo uno, veo un destello de dolor al notar mi paranoico rechazo.

-¿Por qué aún no te has vestido?-Y es aquí donde vuelve mi madre controladora, la que me hizo casarme con Hannah y peor aún, dejar a JongIn.

-Estaba por hacerlo cuando entraste.-Le respondo seco.-De todos modos no tengo ninguna prisa en hacerlo.

-Por supuesto que hay prisa, la boda es en un par de horas, JongDae.-Dice ignorando completamente mi comentario con doble sentido.

-Tardaría menos si salieras de una buena vez de mi habitación y así pudiera vestirme.-Digo con mal humor. Ella ríe pensando que bromeo.

-Iré a ver cómo va tu esposa.

-Aún no es mi esposa, madre.

-Pero lo será, JongDae. En cualquier momento, lo será.-Dice lo último como una especie de amenaza.

-¿Crees que tardes mucho en salir?-Le digo ahora yo, ignorando su comentario. Ella asiente y sale de ahí. Apoyo mis manos en mis rodillas tomando aire y siento la mano de Baekhyun en mi desnuda espalda.

-Es tarde, Dae.

-Lo sé.

-Iré a cambiarme, te veré en media hora, ¿Vale?

-Vale.-Sale y vuelvo a mi discusión interna con ese estúpido traje. Pasan otros 10 minutos antes de que decida ponérmelo de una buena vez, resignado hacia la idea de que hoy me voy a casar.

Supongo que cuando te casas no deberías de sentirte así, con tantas ganas de correr como las que yo tenía en ese preciso instante. Ganas de dejar todo e ir corriendo hasta JongIn, llevármelo lejos y nunca volver a saber nada de mi madre, o mi padre, o Hannah.

Lo único que me detenía era Baekhyun. Y el hecho de que si fuera a donde JongIn en este momento, el probablemente me sacaría a patadas de su casa. Y lo entiendo, porque fui lo suficientemente idiota para dañarlo de una forma tan espantosa. Antes de que me dé cuenta, estoy llorando, no sé cuánto tiempo pasa pero estoy seguro que han pasado al menos 20 minutos porque siento la mano de Baekhyun en mi hombro.

-No lo entiendo.-Le digo.

-¿Qué cosa?

-Cómo es que a veces la persona que te hace más fuerte puede llegar a ser tu mayor debilidad.

-Te lo dije una vez.-Volteo a verlo.-Se llama amor. Y te soy sincero, JongDae yo no creo que seas capaz de derramar si quiera una lágrima por Hannah.

-Pero sí por mi madre, Baekhyun.

-Si a tu madre realmente le importaras, no te estaría obligando a hacer esto.

-¿Qué es lo que esperas que haga?-Le digo bajito, ni siquiera tengo fuerzas para discutir con él.-No puedo... Sentarme y ver como mi mamá se muere, sabiendo que yo pude haber hecho algo para evitarlo.

-Tu madre también pudo haber evitado que te desmoronaras como lo estás haciendo ahora...-Hay un silencio sepulcral en la habitación antes de que él termine su oración.-Pero no lo hizo.

Letters to Juliet 【KAICHEN】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora