God is a woman «Axl Rose» ✔

21. Ser fascinante

Axl.⏳

Candy está hablando por el micrófono, felicitándonos con nuestros logros de está noche, diciendo qué está muy orgullosa, y qué esto si que es un verdadero campamento de verano. Pero lo qué más me sorprende es Chase detrás suya.

Se le nota nervioso, sus ojos se desvían a una esquina del escenario. Allí está Vee apoyada, qué le dedica una sonrisa y levanta ambos pulgares en su dirección.
Chase traga saliva y vuelve su vista a su novia, le toca el brazo y ella voltea confusa.

—¿Qué ocurre? —Se le oye susurrar.

Chase le contesta con una sonrisa.

—Hace mucho que quería pedirte esto —Le dice el chico.

Le doy una mirada rápida a Vee, qué mira la escena con ternura.
Entonces, Chase se agacha de una rodilla y saca algo de su bolsillo.

Oh, joder.

Los ojos de Candy se llenan de lágrimas.

—¿Quieres casarte conmigo?

A tomar por culo.

Ella se queda muda y llorando durante unos segundos mientras la gente grita emocionada.
Candy no parece reaccionar hasta qué Vee aparece por detrás y le da un pequeño empujón provocando qué la gente ría mientras ella sale de su trance.

—Sí —Es lo único qué dice antes de saltar al cuello de Chase dándose un apasionado beso.

La mueca de Vee es una mezcla de ternura y asco por tanta miel derrámandose.

Suelto una pequeña carcajada.

🌸🌸🌸🌸

—Así qué ese era tu secretillo...

Ella voltea en cuánto oye mi voz, la luz del sol escondiéndose le hace un brillo muy dulce en la piel. Sus ojos se encuentran con los míos y una pequeña sonrisa curva sus labios.

—Tuve que ser consejera de Cupido —Dice mientras suelta una pequeña risa.

—No quiero saber qué harán está noche en su cabaña —Comento provocando otra sonrisa de su parte— ¿Estamos invitados a la boda?

—Por supuesto —Asegura con suficiencia— Y espero qué también a la despedida de soltera.

Suelto una risotada y la ayudo a recoger algunas cosas del escenario.
Mi vista cae al piano qué está en la izquierda del escenario. Sonrío.

—Ven aquí —la animo antes de tender una mano en su dirección. Sus ojos escanean cada uno de mis movimientos con cierta desconfianza— Ahora qué soy tu amigo deberías confiar un poco en mí —Espeto.

—No somos amigos —aclara rápidamente, como la intratable chica que es.

Sin embargo, toma mi mano y tiro de ella para subirla al escenario. Creo que estamos haciendo un progreso, si se puede llamarlo así.

—Se suponen qué los amigos se conocen al cien por cien, y lo único qué se de ti es qué te encontré en mitad del bosque fumando —Argumenta.

Aún estoy sosteniendo su mano mientras habla, y aunque sé qué debería establecer contacto visual se podría decir qué estoy algo intrigado por su tacto: su mano es mucho más pequeña que la mía, sus dedos están fríos y su palma es suave. Ella me suelta en cuánto se percata de eso, y automáticamente comienza a caminar observando los alrededores del escenario.

—¿Axl? —su voz se torna más suave, cómo si hablar lo suficientemente alto pudiera asustarme.

Esa mezcla de café y verde en sus ojos me encuentra, y por la forma en qué brillan y se dilatan sus pupilas se podría decir qué ella está pensando en lo mismo qué yo.

—Te hablaré de mí con una condición —propongo— Debes tocar para mí.

Sus ojos se mueven del piano hasta mi persona una y otra vez.

—¿Qué quieres qué toqué? —Pregunta.

—La última canción qué oiste a tu padre tocar.

🌸🌸🌸🌸

Vee comienza a tocar.

A pesar de la angustia qué decora sus ojos, del temblor en sus manos en cuanto roza las teclas del piano por primera vez, y de la forma en qué sube pecho sube y baja agitado, Venus toca.

La música llena el espacio vacío, desplaza el silencio y trae consigo un sin fin de sentimientos que se desatan cómo una tormenta a nuestro alrededor. Su cabello, desordenado y suelto, cae por sus hombros y enmarca su rostro. Sus ojos están fijos en sus manos, y sus manos están jugando con las teclas. Ella lo hace parecer fácil, y el hecho de que no tocara hace tiempo no le ha quitado ni un toque de gracia, no parece que le falte práctica ni estudio.
Vee lo hace perfecto.
Es admirable en la forma en la que puede crear algo tan sedante y grato de escuchar. La música siempre me pareció algo hipnotizante, pero viniendo de ella se convierte en algo que va más allá de cualquier truco de magia.

Cierro los ojos, sus pestañas acarician sus pómulos y se deja llevar por la melodía qué su propia pasión crea. Sé qué probablemente esté pensando en su padre, y es inevitable pensar en qué le diré en cuanto la canción acabe. Ella. Un ser de los más desorganizado, un desastre andante y una chispa capaz de originar un cortocircuito. Es tan apasionada cuándo se enoja, cuándo se alegra y hasta cuándo se entristece. Las emociones se filtran a través de sus ojos y te penetran de forma silenciosa y mortal.

Mientras toca parece sumergirse en una especie de trance, uno qué se mantiene tanto en la realidad cómo la fantasía. Vee se pierde en la música y aunque no quiera me arrastra consigo. Es inevitable perderse en el laberinto de notas que trazan sus dedos, y hasta qué no termina de tocar se me hace imposible encontrar la salida.

Su música es fascinante, y creo que ella también lo es.

Vee.💭

Siento qué mi corazón comienza a desacelerar sus latidos, y poco a poco parece caer un profundo y lejano sueño, porque así se siente, como un remoto, deslucido y trágico sueño. Mi corazón se siente de la misma forma en la qué se sintió al escuchar ésta canción años atrás, la única diferencia es qué en el pasado eran las manos de mi padre las qué acariciaban las teclas.

La canción termina y me tomo unos segundos para estabilizarme, porque la ola de sentimientos que arrasaron contra mi pecho me hicieron perder el equilibrio.

Detecto la manera en que un cuerpo se desliza a mi lado, y pronto la calidez del mismo me estremece. Siento el muslo de Axl presionarse contra el mío e instantáneamente contengo la respiración. Me armo de valor y levanto la vista, y lo que encuentro son las sombras del lugar jugando con su rostro. Sus ojos están anclados en las teclas del piano, sus labios entreabiertos, sus manos hechas puños sobre sus muslos y todo su cuerpo tenso. Luce inmóvil, cómo si el tiempo se hubiera detenido en el mismo segundo en que tomaba una lenta respiración.

Sus ojos se levantan de repente y se enganchan en los míos.

Su aliento roza mis labios y tengo la certeza de qué no hay nada más estremecedor que su tacto en mi piel. Nuestros ojos se encuentran cómo si estuvieran en el mismo campo magnético, cómo si fuera algo imposible mantenerse alejados los unos del otro. Su mirada es tan suave cómo atormentada, y las tenues luces del escenario juegan en el celeste de sus ojos.

Me pregunto cómo es qué en ningún momento de toda éstas semanas me detuve a apreciar algo tan fascinante; a él.

A Axl Rose.

Estamos tan cerca, qué basta para que nuestras bocan se encuentren. Parece que cubito de hielo se da cuenta de ello y avanza un poco más a mí.
Entonces, sin pensarlo dos veces, nuestros labios se encuentran en un profundo y exquisito beso.