El bosque prohibido

Capítulo dieciseis (16/32)

   Matt de su infancia no recordaba casi nada de su madre biológica, solo de su mamá (Karen). La idea de que su madre fuera una borracha le inquietaba, no sabía desde cuándo era borracha pero sabía que cuando él tenía un año recién cumplido ella estaba en la plaza de la vuelta, desmayada por tanto tomar. La idea que tenía de su madre postiza (como solían decirle algunos), era muy distinta, ella era su mamá; la otra su madre, porque así le decía la ley y su apellido Martínez. Desde pequeño dijo que sus apellidos eran Arriagada Martínez pero el día que vio a su madre sobria prometiéndole que iba a cambiar y luego verla borracha de nuevo, comenzó a decir que era solo Arriagada y luego comenzó a llamarse Arriagada Cabello.  Su papá lo quería mucho, su mamá (madrastra) también pero que su madre no lo quisiera siempre fue raro y más ahora en Luz Viva y en Sin Retorno donde las parejas viven juntas por siempre… Bueno quizás sea mejor así. Todo eso pasó por su cabeza en un solo pensamiento que no duró más de medio segundo mientras él y Julio estaban en un pícnic a las afueras de Luz Viva, todo apareció ya que Julio le había preguntado su otro apellido

   ― Es Martínez pero si me preguntan digo que es Cabello

   ― ¿Por qué?

   Matt le resumió su pensamiento anterior diciéndole que su mamá los dejó y se había criado con su madrastra, su verdadera mamá.

   El pícnic fue un momento relajante para ambos, hacían las típicas cosas que hacían las parejas en momentos así de melosos. Julio estiró la mano y tomó lo último que quedaba para comer, Matt no dijo nada, no le molestaba pero lo quedó mirando

   ― ¿Quieres la mitad?                                

A Matt no le importaba comerse eso o no

   ― Bueno

   ― Sácala ― se la colocó en la boca y se acercó a Matt, el cual sonrió y se acercó; Julio se hizo para atrás antes de que llegara a tocarlo , lo hizo 2 veces, 3, 4, 5, a la sexta Matt se tiró encima de Julio y lo aprisionó bajo su cuerpo para que no se hiciera para atrás. Se lo quitó de la boca

   ― Gracias, Julio, por compartir ―dijo educadamente en broma

Él sonrió estando debajo de Matt, otro beso más, el cual seguía, no parecía tener final

   ― ¡Ah! ― sonó alguien asombrado y se oyó como corría, como huía.

   Consumidos por los nervios no se fueron al pueblo, lo rodearon y llegaron a Sin Retorno donde Valeria.

   ― ¿Qué les pasa? ― dijo Valera asustada al verlos tan nerviosos

El mismo hombre afeminado de la otra vez los miró y añadió

   ― Los pillaron, ¿no?

   Matt vaciló nervioso y asintió con la cabeza y los ojos, los cuales estaban llorosos

   ― ¿Quién los vio y haciendo qué? ―dijo él tajantemente

   ― No sabemos quién pero nos vio besándonos uno encima del otro ―nervioso

   ― Tranquilo, quizás no los reconoció

   ― ¿Qué hacemos?

   ― Vayan a una casa sin que los vean y finjan que han estado ahí todo el día ahí, así si alguien sospecha que eran ustedes, ustedes podrán decir que estuvieron todo el día ahí

   ― Quizás fue tu prima―dijo Julio―ella va frecuentemente para allá

   ― ¿Mi hermana?

   ― La misma ― comentó Matt― ¡Ah!, me acordé― sacó su celular y le mostró a Valeria la foto de la carta de Alexis para ella. Con cada palabra se le humedecían los ojos, sobre todo las que tenían un toque de inocencia

   ― Sisi… ― tenía la cara demostrando que no quería llorar

   ― Ella te quiere ―dijo Matt

   ― ¡Ya!, ¿se quieren salvar?, váyanse ahora porque si no los van a pillar, después se ponen sentimentales. Acuérdense, no los deben ver y si los pillan no duden en volver acá ―dijo de una forma rara, como cariñosamente pero autoritariamente…

Corrieron a la casa de Matt donde a esa hora nunca había nadie porque su tío trabajaba con su padre y su tía y primos estaban quizás donde su abuela no quién sabe dónde. Nadie los vio, ningún testigo, se fueron a la pieza de Matt; Julio estaba muy pero muy nervioso con eso, lo que hizo era muy malo.