Cap 5

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Un momentito, recapitulemos. Acababa de llegar nueva a Karasuno toda ilusionada esperando poder entrar en el equipo de volley y así mejorar, poder seguir los pasos del Pequeño Gigante. Más tarde conocí a un chico de pelo naranja bastante pequeño pero adorable llamado Hinata. Aunque claro, tenía que haber algo malo, el rey de la cancha está también aquí. ¡Y me ha pedido una segunda oportunidad!

Vale, Jun, relájate. No es malo, es algo bueno, positivo, ¿no? Después de todo sientes algo por ese idiota. Aparte, el hecho de que se arrastre para que yo le perdone me hace bastante feliz, nunca pensé que él me pediría perdón.

Cojo aire nada más visualizar la preparatoria. <<Bien, Jun, hoy es el verdadero primer día>>

- ¡Jun-chan! -Me giro al ser llamada. Es Hinata, quien se encuentra junto a Kageyama, que me saluda con su típico tono infantil pero adorable.

<< ¡Apareció! Vale, tranquilízate y recuerda lo que estuviste ensayando ayer>> Sonrío algo nerviosa.

-B-buenos días.

- ¡Hola! -Me saluda animadamente el pequeño.

-Buenas- Noto la tensión en la cara del moreno, definitivamente no se le da bien ser amable.

-Buenos días, Kageyama-kun- Le digo tratando de parecer seria, pero en realidad no puedo evitar que mis piernas tiemblen ligeramente. << ¡No me traicionéis ahora! >>

Hinata nos mira a ambos, algo extrañado.

- ¿Os conocéis? -Pregunta sin preámbulos.

- ¡N-no! ¡O sea, sí! Ugh... ¡No lo sé! -Grito nerviosa sin saber qué decir. Agacho la cabeza, derrotada.

Me fijo en Kageyama, tienes sus oscuros ojos fijos en mí, cosa que me hace sonrojar. Cuando me muevo en mi sitio noto una ladina sonrisa dibujada en sus labios, cosa que me hace mirarlo sorprendida.

"He cambiado, te lo prometo". Sus palabras me vienen a la cabeza inmediatamente. Puede que tenga razón, Kageyama era todo lo que quisieras pero nunca mintió. Pero si ha cambiado quiere decir... Que el Kageyama enamorado de mí ya no existe.

Noto como toda la alegría que tenía en el cuerpo al pensar que ahora sería más amable conmigo se va. <<Por eso quiere una segunda oportunidad, porque quiere ser mi amigo, nada más. Seguramente lo vea demasiado complicado>>

- ¿Jun? -Su voz me saca de mis pensamientos. - ¿Te encuentras bien?

- ¿Eh? -Al saber que Hinata seguía ahí, analizando el qué pasaba para llegar a una conclusión, decidí callarme. -Kageyama-kun, sino es mucha molestia, ¿podríamos hablar en el receso? Hay algo que quiero decirte.

-Claro... Ningún problema- Asiente aún extrañado por mi comportamiento.

Empiezo a caminar, dándoles la espalda. <<No puedo ser su amiga, no ahora, no todavía. Si se vuelve a hacer cercano a mí no podré contener mis sentimientos. Y la última vez que le dije el cómo me sentía no terminó nada bien>>

" ¡Eres una molestia! ¿¡Por qué narices no me dejas solo de una maldita vez?! "Cierro los ojos con fuerza tratando de que las lágrimas no salgan. Cuando alguna cae por mis mejillas las limpio rápidamente.

-No pienso volver a llorar por algo así. Ya... Ya no me importa. No me tiene que... -No aguanto más. Todo está pasando demasiado rápido, no me puedo permitir volver a pasar por lo mismo con lo que me costó superarlo. - ¿Por qué no te puedo olvidar? -Susurro con la voz rota mirando mis manos.

Una mano se posa de forma cálida en mi cabeza, la cual es acariciada. De un momento para otro me encuentro siendo abrazada por el idiota más grande del mundo.

-Perdón, perdóname... Yo... No debí haberte tratado como lo hice- Me separa un poco de él para limpiarme las lágrimas. Entonces entiendo que es verdad que ha cambiado, sus ojos reflejan dolor, dolor por verme así. -Necesito que me des una segunda oportunidad. Sé que va a ser duro pero... cuando me di cuenta de que te quería era demasiado tarde.

- ¿Qué? - ¿Kageyama... acaba de confesarse?

-Me acuerdo de la primera vez que me dijiste que me querías. No supe cómo reaccionar. Pero a partir de ese día me di cuenta que algo estaba cambiando en mí, solo cuando estaba contigo. Hasta que llegó ese día, te traté mal porque tenía miedo de dañarte como hice con los de mi equipo y al final después de ser la que más me apoyó fuiste la que más herida salió- Me regala una triste sonrisa mientras me acaricia la mejilla. -Creo que todavía no he conseguido olvidarte.

¿Qué... debo de hacer ahora?

Enamorada del rey de la pista (Kageyama Tobio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora