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No podía más mis piernas me ardían demasiado, sentía que me caería en cualquier momento al suelo quedando en ridículo ante todos o bueno más bien no sería el único que caería por el cansancio, todos estábamos muy agotados pues llevábamos corriendo más de una hora y el maestro aun no daba la orden de parar, con mi brazo derecho limpio la capa de sudor que se había formado en mi frente mientras seguía corriendo sin parar resistiendo a no desvanecerme.

- ¡Vamos vamos muevan esas piernitas de astilla! -grita el profesor que se encontraba parado desde las yardas del gimnasio observándonos fijamente de que no fuéramos a parar ningún segundo-.

-Ma-Maldito profesor como usted no corre -dice mi amigo entre dientes muy molesto, mientras corría a mi lado-.

- ¡Park Jimin más rápido! - grita el profesor como si hubiera escuchado lo que había mencionado-.

- ¡S-Si profesor! -responde firme-. Te veré más adelante amigo.

Dice para empezar a trotar más rápido dejándome atrás hasta un punto de verlo demasiado lejos de mi alcance. Siempre pensaba que como era posible que Jimin tuviera tanta condición física, aunque claro, yo tenía en mente que el entrenaba voleibol todos los días hasta tres horas seguidas eso lo fortalecía demasiado, pero aun así no comprendía cómo es posible que resistiera tanto. En cambio yo al momento que tan solo llevábamos cinco minutos trotando ya sentía que me iba a desmayar ahí mismo, no tenía nada de condición física y  no era algo que quisiera realmente ya que mi cuerpo estaba bien para mi gusto, tengo una complexión delgada no tenía nada de musculo pero eso no significaba que no estuviera bien, yo tan solo me comprometía con no tener un peso elevado así que no necesitaba hacer algún deporte prefería mil veces llegar a mi dulce hogar prender la televisión y comer emparedados que hace mi mamá para mí eso era realmente vida no quedarse después de clases hacer algún deporte, no no y simplemente no.

-Muy bien chicos es hora de parar -ordena por fin el profesor después de tanto tiempo-.

Sin pensarlo dos veces caigo al suelo quedando boca arriba y tomo grandes bocadas rápidas de aire, mis piernas me ardían demasiado sentía muchos piquetes en mis pies creo que no podría caminar en todo lo que restaba la semana.

-Eh Taehyung lo hiciste muy bien -llega Jimin y me lanza una toalla a mi cara-. Ahora resististe más de lo pensado.

-Ni lo digas creo que tendrás que llamar a la ambulancia porque me dará un paro cardíaco ahora mismo -llevo mi mano al pecho y me quedo quieto intentado regular mi respiración-.

-Taehyung eres un exagerado -ríe y se sienta a mi lado-.

- ¡Es la verdad! -quito la toalla de mi rostro para verlo-. Sera la última vez que hablas con tu mejor amigo.. -digo dramático-. Hasta nunca.. -cierro los ojos-.

-Ah no eso sí que no, tendré que revivirte aun tienes que ir a darme apoyo al partido del viernes, te dejare morir después del partido, pero no ahora -sin esperarlo lleva sus pequeños dedos a mi estómago y me empieza hacer muchas cosquillas-.

-N-No Jimin.. b-basta -empiezo a reír-.

Él sabía a la perfección que mi debilidad eran las cosquillas y me era imposible no parar de reír, intento quitármelo de encima pero no podía era demasiado fuerte para mi así que solo quedaba retorcerme en el suelo como si fuera una lombriz.

-Ustedes siguen siendo los mismos chicos de la secundaria.

Una voz hace parar los movimientos de Jimin sobre mí y ambos nos giramos a ver aquella persona.

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⏰ Última actualización: Mar 28 ⏰

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The Crush ↠ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora