Acabados 「Simbar」

»O C H O«

Cabe destacar que estoy enferma y redacte este capitulo muy mal, no me gusto para nada así que les pido unas disculpas.

Capitulo 08

Hoy seria una de las fiestas que Ámbar mas despreciaba, tener que coincidir con personas lo cual no le agradaba por una noche entera no le llamaba tanto la atención, reírse falsamente de algún mal chiste de los amigos de sus padres era todo una tortura, el solo hecho de pensar que tenia que socializar con sus "adoradas" hijas le causaba nauseas.

Un vestido color rosa pálido se deslizo por su cuerpo, quedaba a la perfección con su silueta, coloco un poco de maquillaje en su rostro cubriendo pequeñas imperfecciones y se preparo mentalmente para el infierno que la esperaba abajo, los minutos en bajar las escaleras rezo para que fueran eternos pero se sintieron solo como un instante.

Los invitados ya estaban llegando y la mansión se estaba llenando, sus padres la miraron enfurecidos y estaba segura de que era por lo mucho que había tardado en bajar, se acerco al pequeño circulo y saludo a las que sus padres le hacían que llamar amigas.

— Hola.— Se limito a decir, no soportaba estar con ellas y estaba seguro que era mutuo.

— ¡amiga! tanto tiempo.— Falsamente saludo Fabiana.

— Nos vimos hace una semana Fabiana, no seas exagerada.— Secamente respondió, odiaba que actuaran tan bien.

— Siempre tan cortante querida Ámbar.— Le sonrió con desprecio.

Ámbar opto por retirarse, Fabiana era la que mas la exasperaba las otras siquiera notaban su presencia y era lo Ámbar mas agradecía, se dirigió a la mesa de los aperitivos que era lo mejor que podía ofrecerle aquella fiesta impregnada de hipocresía.

— Si buscas los bombones, ¡sorpresa! me encontraste.— Una voz que conocía a la perfección interrumpió su búsqueda de comida.

— ¡¿Simon?!— El castaño se encontraba mirándola con esa sonrisa que tanto le caracterizaba.— ¿QUE HACES ACÁ?, ¿COMO ENTRASTE?, SIMÓN SI MIS PADRES SE ENTERAN...

— Hey Ámbar tranquilízate, fui invitado a la fiesta.— Interrumpió haciendo que se calmara un poco, parecía como si hubiera visto a un fantasma.

— No entiendo Simón, solo invitan a los socios e amigos de mis padres.— Confusa a toda la situación pregunto.

— Ehh bueno no me gusta comentar mucho esto pero mis padres pertenecen a esa grupo de insoportables.— Le explico acariciando su brazo para calmarla del todo.

Ámbar nunca había visto a Simón en aquellas reuniones, era una persona muy diferente a los que solía conocer en ellas, tantas preguntas formulaban su mente que sentía que todo iba a explotar al fin y al cabo no era tan diferentes.

— Nunca te había visto por acá.— Dijo desconfiada.

— Porque claramente nunca me provoca, esta vez me obligaron y estalle de emoción cuando observe donde nos encontrábamos.— Tomo un bocadillo, ensuciándose completamente sus labios de chocolate, no definitivamente Simón no parecía como ellos.  

 — No pareces de esas personas...No me malinterpretes Simón pero incluso en el colegio que estamos no creí que encontraría algún hijo de los socios de mis padres.— Explico su punto, los socios de sus padres no permitirían que la educación de sus hijos pasara por alto.

— No soy lo que mis padres quieren, incluso el colegio es un pequeño castigo de mis padres.— Se encogió de hombros restandole importancia, todo tenia una explicación.

Ámbar no era la única que no se comportaba de acuerdo al ambiente, Simón no era un chico que se dejaba manipular por sus padres y estaba admirando completamente eso, nunca imagino que alguien como el podría estar relacionado con personas tan irritantes cuando el era todo lo contrario.

— ¿Me concedes esta pista señorita? — Dijo en tono burlón repitiendo a las películas.

— Simón ni siquiera se bailar, déjate de joder.— Estaba avergonzada, nunca le había tomado importancia al baile era un total fracaso para moverse.

 Fabiana se aproximaba rápidamente a ellos con un ligero ceño fruncido...¿Ahora esta que quería?

— Simón amor.— Chillo.— No puedo creer que viniste por mi.— Dijo para rápidamente besarlo frente a Ámbar.

  La noche si que estaba llena de sorpresas.