La vida de las adolescentes se supones que tiene que ser alegre, con muchas fiestas, hablar de chicos, ir a las pijamadas de tus amigas, tener a una enemiga, como en las películas, MENTIRA.
La vida de una adolescente no es nada de eso alegre no es...
Me gustaría decir que me pare yo sólita, sin el despertador, que mi humor era bueno, que no maldije, pero estaría mintiendo. El despertador me levanto, mi humor era de mierda, maldije y luego me levante.
No me di cuenta de que la sabana estaba enrollada en mis piernas, así que cuando di un paso me caí de barriga, dándole un abrazo al piso de buenos días.
-Buenos días querido piso-dije- Mucho tiempo sin encontrarnos.
Me quite la sabana de las piernas, me pare y la deje delicadamente en mi cama- la enrolle y la tire en mi cama- Me puse mis pantuflas de ranas. Los mas irónico es que me dan miedo y asco, pero las uso como pantuflas.
Entre en mi baño y me mire al espejo. Hice una mueca. Me cepille los dientes, me lave la cara y luego me la seque.
Salí del baño y me dirigí a mi armario, saque la ropa que me iba a poner:
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Me puse mi sostén y desodorante, luego la ropa. Me dirigí al baño y luego me "peine". No soy muy amante del maquillaje, en otras palabras no se maquillarme, así que solo un poco de mascara de pestañas y mi labial para darle color a mis labios.
Arregle las cosas en mi bolso: Gas pimienta, audífonos, cuadernos, mi libro para leer en receso, mi celular y mis lentes para ver. En este momento estoy usando lentes de contacto porque nadie quiere ver a una chica usando lentes de pasta azul con Bob esponja en ellos.
Salgo de mi habitación y cierro la puerta, pero mi dedo gordo queda atrapado.
-¡Aaaaaaaa!-grito-¡Mi dedo, mi dedito!
Empiezo a mover mi mano como una loca y a gritar. Me miro el dedo para ver que tan lastimado esta, solo un poco de sangre y esta hinchado. Me lo metí el dedo gordo en la boca y lo chupe.
<<Tu día es lo máximo>>
Púdrete-
Seguí con mi dedo en la boca y baje las escaleras. Mi mama estaba hablando por teléfono, mi abuela estaba viendo televisión, mi hermano mayor estaba sentado comiendo y mi papa estaba en su teléfono como siempre.
Puse los ojos en blanco ¿Nadie me escucho gritar? Me siento y saco el dedo de mi boca.
-¡Buenos días, hermanita!- me saluda mi hermano con una sonrisa
-Buenos días Henry- dije sin devolverle la sonrisa.
-Alguien no se paro de buen humor-dijo mi papá sentándose a mi lado.
-¿Que motivos tengo para estar feliz?- pregunté- Me he caído de la cama...
-Porque se enredaron las estúpidas sabanas de nuevo en mis piernas, haciendo que cayera de barriga- imito mi hermano mi voz- Luego salí de mi cuarto y mi dedo quedo atrapado en la puerta ¡Y nadie me escucho gritar!- mi hermano me miro divertido.
