Máquina del tiempo

-Chicos, encontré una nota.

Hiro les extendió un pedazo de papel a Leo y a Kubo para que lo leyeran.

“Hiro

Necesito ayuda, ¡Kubo”

-¿Es todo? -preguntó San Juan girando el papel arrugado buscando el resto de la nota.

-¿Quién la escribió? -preguntó Kubo al notar que no estaba firmada.

-Al final dice Kubo -le respondió Leo señalando su nombre.

-¡Yo no la escribí! -dijo alzando las manos y negando con la cabeza preocupado de que no le creyeran, o que pensaran que era una broma suya. Pero ellos conocían su nobleza. No sabe mentir. Así que no hizo falta que dijera nada más.

Por la letra, que apenas era legible, se notaba que la nota fue escrita con prisa. Ni siquiera fue terminada.

Alguien estaba en problemas.

Alguien que los conocía.

-Debemos ayudarlo -sentenció Hiro sin dar lugar a un “no, gracias”.

-El papel está todo amarillo, seguro la escribieron hace muchos años. No creo que podamos hacer nada.

-¡Nada es imposible para un Hamada, San Juan! -gritó Hiro lleno de convicción -¡crearé una máquina del tiempo para que ustedes puedan ir a ayudarlo!

-¡¿Qué?! ¡¿Y por qué nosotros?! -Leo empezó a alterarse, él no quería viajar en el tiempo, muchas gracias.

-¡Porque soy un héroe y dijeron que me ayudarían!

-¡Miguel lo dijo!

-¡Pero Miguel está enfermo y alguien debe ir!

-¡¿Y por qué no vas tú?!

-¡Porque yo haré la máquina, genio!

-Está bien, está bien -intervino Kubo entre ambos para que dejaran de gritarse -no hay problema, nosotros iremos -le dijo a Hiro -¿verdad, Leo? - volteó al moreno con una sonrisa para convencerlo.

Y sabía que funcionaría. Kubo pensaba que Leo era muy amable y por eso siempre accedía a lo que le decía. Hiro sabía que a Leo le gustaba Kubo y Leo solo sabía que Kubo era muy bonito como para negarle algo.

-Pues ya qué… -dijo luego de soltar un suspiro resignándose a hacer lo que el mandón de Hiro les dijera.

Luego de un rato (porque Hiro es un puto genio) la máquina ya estaba lista para usarse.

-Solo deben entrar y aquí se pone la fecha -les dijo señalando un panel e insertando la fecha.

Porque la inteligencia de Hiro no tiene límites también descubrió la fecha en que fue escrita la nota. Les explicó que quemando un pedazo era fácil averiguarlo pero sinceramente Leo no comprendía qué demonios tenía que ver una cosa con la otra.

>Así que para volver solo tienen que poner la fecha de hoy.

-Ah, sí… -qué flojera le daba convivir con Hiro cuando no estaba Miguel de por medio.

-No te preocupes, Hiro, volveremos pronto -dijo Kubo justo antes de iniciar el viaje.

-Oye, ¿y no pueden ir tú y Miguel cuando se recupere?

-¿No ves que esto es urgente, Leo?

-Pero si de todas formas podemos viajar al pasado no importa que ustedes vayan después.

-Qué quejumbroso eres, Leo.

-¿No quieres ir conmigo, Leo? -preguntó Kubo con (a vista de Leo) carita de cachorrito abandonado. Y como Leo es una persona firme con sus decisiones...