Capítulo 19: Un regreso arriesgado

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Me fui al cuarto de mi hermana, por alguna razón me olvide de que no me encuentro en mi cuerpo sino en el de mi hermana. Por algún motivo hace unos momentos me sentí como si fuera la verdadera Paulina, sería que estuviera olvidando mi pasado como Martin. No podía permitir esto, mi vida siempre fue como un hombre y no por un extraño suceso me quedaría el resto de mi vida siendo una mujer.

La noche pasaba mientras ingeniaba mi plan para volver a conseguir lo que me pertenece, ese lente volvería a estar bajo mi poder haga lo que haga.

Ya por la mañana me dispuse a entrar a mi antiguo cuarto, pero mi cuerpo no estaba hay.

Era raro ya que yo solía despertarme muy tarde, era de esos típicos perezosos que les encantaba dormir, casi nunca me despertaba temprano al menos que me fuera de ver con mis amigos.

Baje corriendo las escaleras para confirmar que no me encontraba en la casa. Solo había una típica nota que siempre dejaba antes de salirme de la casa.

-Paulina- Mierda, ahora que hago...

No me quedo de otra más que sentarme a esperar, hasta que volví a recordar que solía llegar a la casa a mediados de la tarde desanimándome más aún.

Aunque tengo que admitir que tener el cuerpo de paulina tiene sus ventajas. Pero a pesar de todo nunca valdría la pena como mi vida real la cual estaba dispuesto a recuperar. Ya que a pesar de todo aun siento como la verdadera Paulina habita su cuerpo en alguna parte de lo que ahora es mi ser. Tal vez por eso mis actitudes son iguales a las de ella. Cosa que me perturbaba aún más. Ya que, si era verdad, Paulina estaba tratando de recuperar su vida y yo la estaría privando de lo que le pertenece por derecho.

Cada día en este cuerpo me hacía sentir culpable, un enfermo mental que ha abusado de la gente, un criminal en pocas palabras.

No lo podía soportar más, no podía creer en todo lo que había hecho en este tiempo con el maldito lente, no estaba dispuesto a seguir con esta maldición.

De un momento a otro me encontraba llorando, cosa que tampoco solía hacer, yo era muy seco con mis sentimientos, en definitiva, mis acciones eran tal cual a las de paulina, Me estaba volviendo paulina en pocas palabras.

Era inaudito, como era posible que mi ser estuviera siendo suplantado por el de paulina

Justo en ese momento mi madre bajo preguntándome por mi cuerpo

-Melanie- Buenos días hija, donde está tu hermano? Lo busqué en su habitación y vi que no estaba

-Paulina- Buenos días mama, mi hermano salió con sus amigos

-Melanie- Hay con ese niño, no sé qué voy a hacer con él... Oye hija estas llorando

-Paulina- No mama porque

-Melanie- Hay hija dime porque

-Paulina- Hay mama no es nada enserio

-Melanie- No me digas que otra vez es por Jaime

-Paulina- ¿¿¿JAIME???

-Melanie- Si Jaime tu novio

-Paulina- No mama que dices (mi hermana tiene novio y yo no lo sabía) solo es por... ya nada, no tiene importancia

-Melanie- Hay hija, está bien pero no me voy a quedar de brazos cruzados e

-Paulina- Si mama lo que digas

-Melanie- Okey vente, vamos a desayunar

Desayunamos en la sala viendo películas en la tv, yo solo estaba esperando el momento en el que mi cuerpo regresara para poder actuar. Tan solo de imaginar al tal Jaime junto a mí me daba cosa.

Caminos Entrelazados (pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora