Pijamada; Jinsu

Único.

- Me la debes Seokjin, perdí las llaves, déjame dormir contigo! - rogó el menor entre ambos chicos, el llamado Yoongi olvidó las llaves en alguna parte y ahora rogaba a su amigo por conveniencia que lo dejase quedar en su casa.

Seokjin y Yoongi eran mejores amigos de infancia, pero a medida que ambos crecieron, Yoongi cambio de salón, consiguió nuevos amigos, y Seokjin se sintió olvidado, apenas y chocaban miradas.

- ¿Por qué me ruegas a mi, cuando casi ni me diriges la palabra? - hizo una mueca de disgusto y se cruzó de brazos en la puerta. - Bien que para resolver tus problemas si me cuentas como un amigo.

- Esta helando, ¿De verdad me dejarías aquí afuera? - preguntó haciendo ojos de cachorrito, aunque a Seokjin se le hacía más parecido a un pequeño gatito.

Seokjin dudó en responder a ello, acomodó sus lentes y soltó un suspiro, pero terminó cayendo ante la ternura del chico en su puerta. - Vale, pero con la condición de que tomes esto como una pijamada.

- Lo haré!, lo haré, solo déjame entrar - aceptó ahora más calmado, Seokjin se puso a un lado y abrió paso, una vez que el menor entró, cerró con cuidado la puerta.

Seokjin fue a la sala donde observó a Yoongi tirado en el gran sofá, con una gran sonrisa que hizo al mayor sonreír también.

- Esta todo tan cálido, eres un suertudo - habló abrazando una almohada una vez notó la presencia del otro en el lugar.

- ¿Piensas dormir aquí? - preguntó Seokjin divertido, observando fascinado cada reacción de su amigo, no podía creer que estuviesen tan cerca, tal como antes.

- Sí... bueno, si no tienes habitación para invitados - respondió prestando más atención.

- La tengo, pero recuerda nuestra pequeña condición - recordó - en una pijamada, debemos dormir en la misma habitación, tonto - habló divertido - Mejor dicho, en una pijamada dormir, no es una opción.

- Bueno, sí, tienes razón, ¡solo lo haré porque me salvaste de morir congelado allá afuera! - exageró inflando los cachetes levemente, se levantó desganado con la almohada en mano - Estoy curioso por ver tu habitación - confesó dando saltitos casi invisibles, subió por las escaleras en busca de la comodidad que anhelaba.

Seokjin lo siguió de cerca hasta que ambos quedaron quietos frente a una habitación, Yoongi dejó escapar una risa bajita al notar que había encontrado la habitación del mayor, una mano siguió atajando con fuerza la almohada que cargaba y la otra se dirigió al picaporte, donde posó sus pálidas manos, el cuerpo de este tembló una vez sintió un cálido toque sobre la misma antes mencionada, en señal de que se aleje, Seokjin se acercó saco las llaves y abrió la puerta.

Ahora en vez de un cómodo sofá, Yoongi se tumbó en la amplia zona de descanso, Seokjin se dirigió hacía el mismo lugar y se sentó a un pequeño rincón de la misma.

- Seokjin, tienes algún pijama de sobra? - preguntó mirando la incómoda ropa que cargaba, todo era cómodo, pero no podría ni cerrar los ojos con eso puesto.

- Hm...dejame ver - respondió con una pequeña mueca de duda, se levantó con cuidado y fue a donde su armario a rebuscar. - Estos son un poco grandes para él - murmuró para sí.

Sus manos se detuvieron y frunció el ceño, ¿Por qué hacía todo eso?, debería estar molesto, en cuanto amaneciese, volverían a la misna rutina, nada cambiaría, para Yoongi, él ya no era nada.