Ese día Kaminari a penas cruzó la gran puerta se dispuso a saber lo que les atormentaba a sus compañeros, con halloween faltando poco el muchacho de cabellos rubios como el oro quería planear algo grande.
Cuando llegó el descanso comenzó a preguntar, intentaba sonar nada sospechoso algo que lograba muy bien debido a su carácter.La mayoría miraba al chico ir de un lado a otro con confusión hasta que llegaba su turno, y ellos respondían sinceramente, después de todo que tendría de malo contar su miedo al tonto de Kaminari; otros como Todoroki y Tokoyami no quisieron responder pero por la insistencia del rubio terminaron cediendo.
— ¡Ey, Bakugou! — llamó Denki desde su sitio aprovechando que su profesor aún no llegaba — ¿cuál es tu mayor miedo? — preguntó.
Todos dejaron de hacer lo que hacían para escuchar atentamente, sin duda eso era algo de interés.
— ¡Ah! — exclamó Katsuki — a mí no me asusta nada. Claramente mintió.
Todos le temen a algo incluso el gran Katsuki Bakugou.
Denki no pudo insistir más ya que el pro héroe Cementos ingresó para dar su clase.
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Katsuki se metió a su cuarto y se echó en su cama. Tener que soportar la insistencia de Kaminari le resultaba agotador, sino fuera porque ahora tiene el suficiente autocontrol consigo mismo no lo golpea en la cara para que deje de molestarlo, pero ganas no le faltaban.Giró para quedar boca abajo y al menos intentar dormir un rato para no pensar en su miedo. Los tiburones.
Esas bestias marinas lo aterraban como ninguna otra cosa, sus dientes filudos que si te muerden te arrancan la piel haciéndote desangrar hasta la muerte, sin duda eso le resultaba espeluznante al chico de las explosiones.
— Bakugou — fue llamado el rubio cenizo a través de su puerta por alguien que conocía muy bien, su primer amigo — Bakugou — volvió a llamar esta vez con un toque en la puerta.
Con mala cara se levantó de su cama, Eijirou había interrumpido sus ganas de dormir. Abrió su puerta y ahí lo vio, sonriéndole mientras mostraba esos dientes similares a los de los animales que le daban pavor.
— Deja de sonreír como idiota — dijo frunciendo el ceño. Realmente no le gustaba ver los dientes de Kirishima.
— No entiendo — mostró su cuaderno — ¿me explicas? — pidió juntando sus manos sobre el cuaderno en forma de suplica.
— Si dejas de sonreír.
Eijirou no comprendió a lo que se refería Katsuki, pero sí quería que le enseñara haría lo que le dijera. Sin pensarlo dos veces asintió... con una sonrisa.
Bakugou suspiró sin que el pelirrojo lo notara, sería una tarde muy larga y más aún si el cara de idiota de Kaminari le había hecho acordar sobre los tiburones y sus dientes.——————
— Gracias hermano, me alegra tenerte como tutor personal — dijo un sonriente Eijirou.
Habían terminado de estudiar hace pocos segundos y ya era muy tarde, las diez de la noche para ser preciso.
— Debes ir a tu cuarto — Katsuki quería dormir, su horario de descanso fue cambiado por el pelirrojo, aunque últimamente eso ya no le afectaba tanto. Kirishima alteró su vida desde que se hicieron amigos.
— No quiero — con ganas Eijirou se tiró a la cama del contrario, echándose y envolviéndose en las colchas — voy a dormir contigo hoy.
— ¡No jodas!
— La cama es grande Bakugou, además — suspiró — no quiero dormir solo.
Katsuki entendió cuando vio el rostro de Kirishima, el chico que siempre se mostraba sonriente había sido afectado tanto como el ojirubí por su miedo.
— Hazte a un lado idiota — dijo empujándolo. Se echó en la cama y admiró el techo en compañía de Kirishima, ambos no decían nada, solo estaban ahí, pensando en diferentes cosas.
— Bakugou — habló Eijirou girando su cabeza para observar al rubio.
— ¿Uhmm?
— Tengo miedo de romperme otra vez — confesó. Katsuki lo miró por el rabillo del ojo — cuando Kaminari me preguntó cual era mi miedo tuve que mentirle, un hombre no miente pero... no quise preocupar a nadie — cerró sus ojos con fuerza tratando de olvidar el dolor corporal y mental que sintió esa vez.
— Le tengo miedo a los tiburones.
— ¿Qué? — preguntó Kirishima con confusión. No podía creer lo que había soltado de la nada su amigo.
— Como escuchaste idiota, le tengo miedo a los tiburones y si alguien se entera de esto juro que te mataré — trató de sonar amenazante pero eso solo provocó que Eijirou sonriera con una leve carcajada.
— ¿Por qué les temes?
— Cuando tenía cuatro años — movió su cabeza en negación — ya tenía cinco, vi una película de tiburones que devoraban personas y desde entonces les tengo miedo. Sus grandes dientes, filosos y... ¡Maldita sea!
Eijirou comenzó a carcajearse con ganas, trataba de controlarse por la hora pero le era imposible, su amigo reveló su miedo y era tan gracioso que comenzaba a sentirse culpable por burlarse.
— ¿Por qué viste esa película? Eras solo un niño — vociferó ya más calmado pero aún con espasmos de la risa.
— Quería demostrar que yo no tenía miedo, pero fue un gran error — susurró esto último.
De un momento a otro cuando Kirishima se dispuso a hablar de nuevo, Katsuki ya se encontraba durmiendo.
— Muchas gracias — agradeció mientras lo veía dormir.
El primero en despertar fue el rubio. Como de costumbre dio media vuelta en su cama y se encontró con los dientes de Kirishima, que podía verlos ya que el pelirrojo dormía con la boca abierta, al principio el rubio dio un pequeño salto por pura impresión. Observó detalladamente esos dientes y por un momento solo un momento pensó que los dientes de tiburón no eran tan malos si le pertenecían a Kirishima.
Se levantó de su cama bostezando y pateó el colchón levemente.
— ¡Despierta idiota! — exclamó esbozando una imperceptible sonrisa, incluso para él.
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Estaba emocionado cuando comencé a escribir y aunque me gustó como terminó siento que le falta algo. Bueno, siendo mi primer one-shot de esta pareja no creo que esté del todo mal.
Algún día, cuando mejore lo editaré y quedará bien chingon (?)

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Dientes de Tiburón [KiriBaku]
FanfictionÉl teme a esos animales, sobre todo a sus filosos dientes que con una mordida te pueden arrancar la piel. ✏ Pareja conformada por Kirishima y Bakugou. ✏ One-Shot