Always together.

Capítulo 25

Narra Becca

Desperté por la melódica voz de Alex quien se encontraba sentada al borde de mi cama hablando por el teléfono. 

-No creo que sea lo mejor... -Dijo insegura. -No lo sé, haz lo que se te pegue la gana entonces, siempre lo haces. -Dijo de mala gana. -No sé para que me llamas cuando tienes "problemas" si nunca me escuchas... -Dijo marcando las comillas sin importarle que la otra persona no la pudiera ver. Apoyó su codo en su rodilla y su mentón en la palma de su mano. Luego de unos segundo volteó a verme y yo cerré los ojos para que creyera que aún seguí dormida. -Estoy en casa de Becca, ella sigue durmiendo, dentro de un rato iremos al instituto. -Volteó de nuevo. -Los chicos, ¿Por qué?... No faltare por un capricho tuyo... ¿Extra grande? Vale, me convenciste. -Rió. -Déjame avisarle a Beck y a los chicos, Le diré a Thomas que me acompañe... No me importa, igual irá, adiós. -Colgó.

-Me abandonarás todo el día, ¿Es en serio? -Levanté la única ceja que estaba a la vista ya que tenía mi sábana tapando prácticamente todo mi rostro.

-Buenos días, bella durmiente. -Volteó con una sonrisa. Me da fatiga su sonrisa a éstas horas de la mañana, por lo tanto revoleé los ojos. -Pues resulta que al zopenco de mi hermano se le ocurrió la brillante idea de irse ayer a una fiesta y entre tantos tragos dicen que tiró con alguna chica, los rumores llegaron a oídos de Jess quien ahora no quiere dirigirle la palabra. -Revoleó los ojos. -Entonces como toda "buena hermana" que soy, iré a ayudarlo y como Thomas no entra a clases hoy le diré que me acompañe. -Sonrió inocente a lo que yo revoleé de nuevo los ojos. -Dos cosas... Primero, ya deja de revolear tanto los ojos quedarás bizca. -Lo volví a hacer. Ella apoyó todo su peso en su pierna izquierda y colocó su mano en su cintura, como normalmente hacía cuando no le prestaba atención, lo cual me causaba gracia y por lo tanto reí. -Como sea.... Y la segunda, es que estés tranquila, igual tengo que ir a dejarlos en el instituto y recuerda que en la tarde iremos a la feria, así que estarás casi todo el día conmigo, bebé. - Me guiñó un ojo y se levantó para acercarse a la puerta y abrirla.- Ahora levántate y vístete que tienes que ir a clases. -Gruñí.

Me levanté de mi cama tratando de no tropezar con nada que estuviese regado en el suelo. Debería arreglar la cueva, ¿No crees? Llegué al baño y me lavé la cara, cepillé mis dientes e iba a comenzar a cepillar mi cabello cuando detuve mi vista en mi reflejo a través del espejo, ¿Por qué estoy tan fea? Debe ser por la falta de sueño. Luego de que los chicos nos trajeran a casa como a las 3 am, fuimos a mi habitación -Alex y yo, ya que ella se quedó a dormir acá- y tratamos de dormir, pero a diferencia de Alex yo no podía, así que fui a buscar mis audífonos y comencé a escuchar la hermosa voz de Shawn Mendes hasta quedarme dormida. Poco antes de que eso pasara recuerdo haber visto la hora en el reloj que estaba en mi mesita de noche y eran las 5:32 am, así que probablemente haya dormido solo unas 3 o 4 horas en total. Aunque bueno, hoy me toca Biología así que fácilmente puedo dormir. 

Iba a salir del cuarto de baño cuando de repente y de la nada me dieron unas inmensas ganas de orinar y salí corriendo a sentarme en el sanitario. ¡Mierda, no! ¡Ughh! ¿Por qué siempre tiene que pasarme todo a mí?

Tengo la regla, la maldita, estúpida e insignificante regla.

Busqué en el botiquín que estaba en el mismo baño un paquete de toallas sanitarias, saqué una y la coloqué a un lado. Me deshice de mi ropa y entré a la ducha. Luego de unos 10 minutos lavando mi cuerpo y malgastando agua, sin importarme las pobres criaturas de África que mueren por ella, salí y me enrollé una toalla de baño alrededor de mi cuerpo. Salí del baño y busqué mi ropa, coloqué la compresa en mi ropa inferior y terminé de vestirme. 

Maldita Eva por comerse la maldita fruta prohibida. ¿No pudiste decirle a Adán que te buscara algo de comer? ¡No! Tuviste que comerte la fruta. ¡Genial, estupendo, magnífico!