El día que lo conocí.

La extraña noche.

Me desperte por los gritos agudos que se oía en el primer piso. Percibi una voz aguda y masculida pero no conseguia descifrar de quien era. Me quite las sabanas que tenia enredadas en mis piernas y hice el menor ruido para que no percibieran que me había alguien escuchando los, abrí la puerta sigilosamente y ahora los gristos que se oían levemente ahora se oían más intensos. Me acerque a las escaleras y la luz del salon me golpeo violentamente a los ojos. Los cerre quejandome del dolor que causo y despues los abri lentamente. Me acerqué sigilosamente a las escaleras y vi que era mi padre pero no estaba solo sino acompañado de un joven pero no pude ver su rostro ya que mi padre y el joven estaban de espalda hablando com mi madre y mi hermano mayor Sebastian. El era el unico que verdaderamente entendia como me sentia y porque era tan callada y timida. El entendia a la perfeccion quien era ya que el y yo era gemelos. Con tan solo una mirada nos deciamos todo lo que las palabras no podimos decir. Desperte de mis pensamientos al escuchar que las voces se oían más cerca y se dirijian a la puerta de salida. Vi que mi padre se despedia de el joven dandole un abrazo amistoso y de repente vi como el joven miraba hacia las escaleras a donde yo estaba y vi sus ojos. Conteniendo el aliento temiendo  de haber sido descubierta escuchando la conversación a escondidas. Al ver que no me miraba a mí y sentí un enorme alivio al ver que estaba en la penumbra y que hubiera sido casi imposible que hubiera percibido mi presencia. Pero vi algo de el que me dejo fascinada. Sus ojos, sus ojos eran verde. Verdes como el cesped mojado recien regado y brillante por por el sol. Senti que pude ver muhas cosas en esos ojos pero a la vez no ver nada me senti muy confusa. Pero no le di importancia seguramente seria algun amigo que tendrian en comun mi hermano y mi padre. Me levante de la primera escalera lentamente para no hacer ningun ruido y me fui con pasos rapido hacia mi habitacion. Cerré la puerta para despues sentarme en la cama y quedarme parada mirando el suelo recordando aquellos ojos verde. Y despues me rei de lo tonta y burra que era por haberme permitido afectarme así unos simples ojos verde. Y seguido de ese pensamieto me acoste y senti que el sueño me llevaba.