Capítulo 45.

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Estaba de rodillas frente al amor de mi vida, esperando una respuesta a mi pregunta, ella estaba con lágrimas en los ojos y una sonrisa hermosa.
Hace meses que tengo guardado este anillo, incluso antes de esa separación momentánea por culpa de Adrián. Recuerdo que estaba caminando en un centro comercial, comprando nuevas camisas y al pasar frente a una joyería quise entrar para comprar algún regalo para Andrea y cuando vi el anillo supe que quedaría perfecto en su dedo, no dude un segundo en comprarlo, tenia guardado para dárselo en una ocasión especial.

Andrea? --hablo mi suegra-- Samuel está esperando una respuesta.

Mi amor --dijo entre lágrimas- por supuesto que si. --yo Sonreí y le puse el anillo, me pare y bese sus labios mientras escuchaba a los futuros abuelos aplaudir.

Recibimos el abrazo y las bendiciones de mis suegros y padre, luego brindamos por la felicidad de esta bella familia.

La mejor parte de la noche fue cuando ayudé a Andrea a subir su maleta en mi coche, por fin la llevaba conmigo, por fin viviríamos juntos.
Esa noche luego de guardar su ropa en mi closet le hice el amor en la tina, para celebrar nuestra futura boda y que oficialmente viviríamos juntos.

Los siguientes días fueron de pura felicidad, mis mejores despertares eran con ella en mis brazos, bien pegadita a mi cuerpo, la empresa iba de maravilla, cada vez más contratos, más trabajo, logramos un gran crecimiento.  Todo iba viento en popa.

Rodrigo...
Los días al lado de Abby eran cada vez mejores, era verdad que el embarazo la tenia con las hormonas alborotadas. No hubo rincón del departamento que no hayamos hecho el amor, incluso lo hicimos en el trabajo, luego de su sesión de fotos, en camerinos, o en mi oficina, fue una experiencia bastante excitante.

Amor --su dulce voz me quito de mis pensamientos.
Ahí estábamos nuevamente, bañados en sudor después de hacerlo por tercera vez en el día-- hoy hable con mis padre. Ya sabe que estoy embarazada  -- la mire y no es que la ignore pero para ser sincero no me importaba escuchar ese relato. Bese sus labios para evitar que siga contando, no es novedad que su padre me caiga como una patada en el hígado-- amor.
--intento hablar mientras yo continuaba besando sus labios--

Sabes que no me interesa lo que diga ese señor, ni si rechazo a mi bebé, estoy seguro que no necesitara un abuelo. --dije mirándola serio, aun recuerdo la actitud del viejo ese cuando se entero de mi relación con Abby, no solo la corrió de su casa y de su vida sino que también intento correrla de la empresa, vendió sus acciones y se alió con el imbécil de Adrián. Fue un desgraciado con su hija y eso no lo olvido--   

Guapo espera --yo aun besaba sus labios-- amor me pidió perdón --en ese momento me separe y la mire confundido-- esta feliz.

¿Donde lo viste? --ese señor ya no trabajaba en la empresa, desde que vendio sus acciones y luego de su pelea con el señor Gallardo, él y su hijo tenían prohibida la entrada a la empresa--

Fui a su casa --la mire molesto, ¿que tiene que hacer ella en casa de ese señor? --
Y antes que digas algo, fui con mi mamá pensando que él no se encontraba ahí --mi molestia disminuyo, Abigail y su mamá no perdieron contacto, la señora siempre estuvo pendiente de su hija, nos visito un par de veces al departamento, siempre demostró amor por su hija, me acepto como su yerno cuando vio mi amor por Abby--

¿Por qué vas a esa casa Abigail? Acaso olvidaste que ese señor te saco casi a patadas

No lo olvido amor, pero sabes que no perdí contacto con mi mamá, ella se puso muy feliz con la noticia del embarazo y compró algo para el bebé pero lo dejo en la casa.

Pero pudiste invitarla a cenar aquí y que traiga eso que compro.

Rodrigo, no solo fui por el regalo, también fui a mirar unas fotos y a tomar el té con mi mamá

Todavía No Te OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora