Escocia, 1º de Mayo de 1263
Me levanté algo aturdida al escuchar exclamaciones de sorpresa a mí alrededor, me incorporé de un salto examinando mi ropa, tal vez me había quemado y a eso se debían las exclamaciones, pero no encontré nada extraño hasta que levanté la mirada para encontrarme con una señora vestida con un traje antiguo que me veía con enorme sorpresa.
Me giré esperando ver la causa de su asombro, pero me di cuenta de que me miraba a mí ya que a mi espalda solo había una hoguera.
-¿Se encuentra bien señora?- le pregunté dando un paso hacia ella.
Un muchacho que supuse tendría mi edad se puso frente a la mujer impidiendo que avanzase hacia ella.
-¿Quién eres tú?- me preguntó tratando de sonar intimidante.
¿Qué quién era yo? ¿Qué pregunta es esa? ¿Por qué hablaba en gaélico? ¿Y esas ropas que vestía, tal vez se debían a la festividad?
-Me llamo Rebeca García- dije en mi nivel de gaélico algo torpe- ¿por qué esta la señora tan sorprendida?
-¿Has aparecido del fuego muchacha?- murmuró la mujer aún tras el joven.
-Se supone que has de saltar la hoguera tras pedir un deseo- dije tratando de explicarme- yo pedí mi deseo y salté.
-Eso es mentira- afirmo categórico el muchacho- no estabas aquí, solo estábamos nosotros.
Con ese nosotros al parecer se refería a un pequeño grupo de personas ataviadas de ropajes antiguos, ¿era alguna clase de broma? Miré a mi alrededor algo confundida, ¿Dónde estaban los edificios? ¿Por qué no había luces que alumbrasen las calles? ¿Y las calles asfaltadas, dónde demonios estaban?
Me alejé de esa gente unos pasos tratando de ubicarme, no podía ser que todo estuviese cambiado de repente, hacía unos minutos había tirado la basura en un contenedor que ahora no estaba, las hogueras que minutos antes relucían estaban apagadas, a excepción de aquella que había saltado y ya no llovía.
-¿Dónde estoy?- pregunté aturdida- ¿me he caído al fuego y estoy soñando verdad?
Comencé a caminar aturdida en busca de algo que me resultase vagamente conocido, pero tal vez a causa de la oscuridad, nada lo hacía.
-Déjame ir Adam, esa muchacha no es peligrosa, parece perdida- dijo una voz tras de mí.
-Ve con cuidado madre- le advirtió el muchacho, Adam.
-Joven, ¿sabe dónde se encuentra? - me preguntó amablemente la señora.
-En Stonehaven- respondí girándome para mirarla a los ojos- pero es diferente, ¿se ha ido la electricidad?
-¿Electricidad?¿qué es eso?- me preguntó sin entenderme.
-La luz- contesté pensando que tal vez mi gaélico era peor de lo que creía.
-Te refieres a la luz de las hogueras, las hemos apagado para volver al castillo- me dijo.
-¿Al castillo?- pregunté- trabajáis como guías.
-No sé qué es eso muchacha, trabajamos en el castillo- dijo la mujer- yo soy cocinera y me ocupo de la organización y la limpieza, mi hijo Adam se encarga de los caballos y esos que ves ahí son también trabajadores que nos ayudan.
-¿Está usted hablando del castillo de Dunnottar?- pregunté confundida.
-¿De cuál otro si no?- me preguntó la mujer- me llamo Mai, parece que estás algo perdida, ¿quieres acompañarme al castillo esta noche?
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Mi hogar eres tú
Romance¿Cómo es que todo esto está ocurriéndome a mí?, Si ya era la loca del pueblo viviendo en pleno siglo XXI, ahora que me encuentro en la Escocia de hace más de 750 años, en una época tras la Batalla de Largs, sería la loca oficial del lugar. ¿Cómo hab...