capítulo 3

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Capítulo tres: La chica triste junto al pozo

Inuyasha no sabía por qué el pozo se negaba a dejarlo pasar. Se sorprendió cuando intentó visitar a Kagome solo para descubrir que el pozo no lo dejaría pasar.

Kaede sugirió que había sido capaz de cruzar antes debido a su sangre youkai, o tal vez tenía algo que ver con un efecto secundario de su collar de cuentas y ahora que se había ido, sus viajes al futuro habían terminado, pero esas teorías no lo hicieron. Explique cómo pudo cruzar esa última vez, cuando acompañó a Kagome.

Tal vez los efectos no habían desaparecido en este momento, había supuesto la anciana.

Sin embargo, Kaede también sugirió otra posibilidad y, según Inuyasha, una bastante estúpida; que tal vez fue Kagome quien le permitió ir y venir libremente, que de alguna manera, gracias a una combinación de sus dotes de miko y su fuerza de voluntad, hizo posible que él viajara a su era. Pero para Inuyasha, no tenía sentido, porque si era cierto, significaría que Kagome se había retirado de esa supuesta fuerza de voluntad, y también, eso significaría que ella no quería que él estuviera más cerca de ella.

Claramente estúpido, se repitió una y otra vez, aunque se sentía menos seguro cada vez que lo hacía.

El asunto era que no podía atravesar el pozo y lo había estado volviendo loco durante los últimos siete meses. Sin embargo, si hubiera podido, y lo hubiera hecho esa misma noche, habría encontrado en el otro lado, 500 años después, una niña muy triste sentada junto al mismo pozo en una posición similar a la que tenía cuando lo Sango Encontro.

Kagome suspiró profundamente, sus ojos no se movían desde el fondo oscuro.

Ella no debería estar allí, solo logró lastimarla más profundamente, pero no pudo evitarlo; se sintió atraída inevitable e inevitablemente, no encontró la fuerza para dar el paso final y dejarse atravesar por él. ¿Cuál fue el punto de todos modos?

"Kagome, se está haciendo tarde. ¿Por qué no vienes dentro de la casa?" Su mente fue llevada lejos de cosas inútiles cuando una mano fue colocada sobre sus hombros. Se volvió para ver a su madre mirándola con preocupación; odiaba preocuparse tanto y trató de sonreírle.

"Ok, mamá, en un segundo".

"Kagome, cariño", la mujer se sentó a su lado en el suelo de madera. "¿Por qué sigues torturándote de esta manera? Debes decidirte".

"Yo ... no sé qué-"

"Querida, es obvio que quieres regresar, de lo contrario no te quedarías aquí todo el tiempo. Sabes, Souta ha comenzado a referirse a ti como el espectro del pozo".

"Oh, eso es amable de su parte, pero no puedo volver a mamá ... sé lo que voy a encontrar allí y ... y sé que no lo soportaré".

Durante mucho tiempo, tuvo que vivir con la sombra de Kikyo pesando sobre ella y, a veces, resultó en sentimientos casi imposibles de soportar, pero esta vez no sería una sombra que enfrentaría. Ella simplemente no podía obligarse a hacerlo.

Aún así, conocer las razones no disminuyó el dolor. Solo deseaba poder ver a Shippo y explicarle por qué no podía quedarse con él, pero no podría entenderlo.

"Y eso es exactamente por lo que debes ir y confrontarlo, o nunca te desharás de estos sentimientos. Si estás tan resignada, entonces puedes encontrarlos, preguntarles por sus razones, y quizás encuentres tu cierre, "su madre insistió.

¿Qué clase de cierre podría obtener si lo viera con sus propios ojos? Solo riéndome de la ironía de todo, tal vez.

Ella no necesitaba eso.

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