Capítulo XXIX- Espera

6.5K 545 115
                                    

Miré a Julianne intentando no pensar en nada, su tono era neutro, pero sus ojos eran distintos. Nos quedamos unos segundos mirándonos hasta que ella habló.

-He estado alejada...pensando-suspiró-después de que Albert se fue yo tuve que tomarme un tiempo..

-Lo sé-la interrumpí, ahora evadía mi mirada.

-Y.. he llegado a una decisión.

-Una decisión...¿Sobre qué?-le cuestioné.

-Sobre nosotras...-jugaba con sus manos- yo...no sé si es buena idea que sigamos con esto.

Mi silencio fue suficiente para que Julianne me observara, ¿Ella estaba terminando conmigo? ¿Me iba a dejar? Eran preguntas que no caían en mi cabeza.

-Me estas dejando..-no era una pregunta, era una afirmación.

-Nalia..entiéndeme-había comenzado a llorar- no puedo perder a mi hijo, a mi familia entera...

-Por mí-terminé su frase.

-No es así, pero nuestra relación...no es bien vista y nunca lo será...

-Estas terminando conmigo-lo estaba asimilando.

-Nalia...no puedo seguir con esto, lo siento-respondió en voz baja.

Le miré, Julianne era la mujer que amaba, a la que había entregado todo, mi cuerpo y alma era suyo...y ella termina conmigo.

-Hazme un favor y no vuelvas a aparecer en mi vida nunca más-miré a mi profesora una última vez y me levanté, ella no dijo nada.

*

Ha pasado un mes, si, un mes desde que ella...me dejó. Julianne me había dejado. Las primeras semanas aún me costaba asimilarlo. Ella ya no sería más parte de mi vida, nunca más...sentía una opresión en mi pecho que no me dejaba respirar, me ahogaba lentamente desde entonces. Los días eran solo...días. Y cada día era mas difícil de llevar que el anterior, todas las mañanas me levantaba sin ganas de hacerlo realmente, apenas ponía un pie fuera de casa mi ánimo se reducía a la nada, caminaba vacía de sentimientos y de tranquilidad porque mi mente nunca me dejaba en paz. Todo me recordaba a ella, a mi profesora, cada calle, cada lugar, es como si todo fuese ella. Y lo peor era que se había tomado las vacaciones desde ese día, no sabía cuando volvería tampoco. No la he visto en un largo mes, un mes donde ella desapareció, se esfumó, como si nunca hubiese existido.

En mi mente era real, un ser real que recordaba a cada instante, pero en el mundo, en mi día a día no había ningún rastro de su existencia, comenzaba a olvidar ciertos rasgos suyos, olvidaba la forma de su cuerpo, ella se escurría de mi mente como gotas de agua y eso me asustaba, sabía que no volvería más a mi vida, lo sabía, de algún modo esto era algo definitivo, no era como las otras veces.

Lo mas doloroso era pasar por los lugares que en algún momento estuvimos juntas, en la escuela todo me recordaba a ella, cada muro, cada pasillo, es como si hubiese dejado su huella en cada lugar y eso me mataba de a poco. Pero no fue hasta luego de varias semanas en que mi corazón se hizo trizas definitivamente.

-¿Supiste las buenas nuevas?-dos chicas de mi escuela iban sentadas frente a mi en el autobús, no les prestaba atención hasta que dijeron su nombre.

-La profesora Julianne-sonrió-adivina con qué regalo llegará-desde ese momento puse toda mi atención a las dos chicas.

-No lo sé !Dime¡-la otra respondió.

-Muy bien, pero debe ser secreto-río- mi confidente me dijo que la profe esta embarazada!

-¿Qué?-hablé y las dos chicas me quedaron mirando.

Malos Tiempos(temática lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora