Capítulo 17: "Pruebas, decepción, disculpas"

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Si una sombra ves en mi mirada
no hagas caso no le prestes atención
No quiero perderte en esta noche
por un viejo dolor del corazon


Benjamín
Pasan los segundos como si fueran minutos, los minutos como si fueran horas. Nacho no tiene mucho problema, pero la resonancia estaba programada para las 15:30 Y el reloj marca las 16:43. No puedo, no puedo con la impuntualidad.

-Yo voy a reclama...

-Benjamín Amadeo ---una voz me interrumpe. El médico al que di unos 40 años sale de la habitación y me indica que es mi turno---.

-Era hora ---aquejé ni bien me senté frente a él---.

-Discúlpenos, Amadeo, pero hay mucha demora.

-Lo noté. Bastante que vengo, y encima me hacen esperar.

-Hablando de hacerse esperar... ¿Por qué usted no se presentó en los estudios previos? Me contaron que ha estado cancelando muchas citas.

-Mucho trabajo, solo eso.

-Entienda que esto no es una pavada. Cuando hay un problema por resolver, agarrarlo cuanto antes es lo que va a permitir que lo solucionemos. Amadeo, no me haga explicarle como a los nenes.

Sonreí, y me puse de pie después de él.

-La resonancia tomará 30 minutos. Le pido que se coloque esa bata ---la señala---, y sobre todo que se saque cualquier objeto metálico que tenga. Anillos, collares, algún reloj, todo acá ---deja una caja blanca frente a mí---. Puede cambiarse ahí, yo lo espero.

Hice lo que me dijo. Dejé mi reloj y el teléfono en la caja, me puse la bata, y a los cinco minutos me acerqué a él.

-Sentate ---pide---. ¿Es la primera vez que vas a hacerte una resonancia?

-Sí ---contesto, tratando de estar tranquilo---.

-Mirá, no hay nada que temer ---habla, sin despegar la birome azul de los papeles---. La información que extraemos de la resonancia es recopilada y organizada por una computadora que crea imágenes muy claras, muy detalladas. Te vamos a colocar una bobina receptora al lado de la parte del cuerpo que se tiene que examinar. La mesa va a moverse de a poco adentro de este tubo, vas a escuchar un ruido de golpeteo continuo mientras la máquina toma imágenes, pero nada ensordecedor. Durante todo el tiempo vas a ser monitoreado y podés hablar con nosotros con el intercomunicador. Obviamente, no lo uses para charlar, sólo para algo muy necesario.

-Bien.

-¿Entendiste todo? ¿Alguna duda?

-Ninguna.

-Benjamín, es importante que no te muevas, ¿si? Lo más quieto posible ---sigue diciendo a medida que me acuesto---.


Lali
Bajé el café sobre la mesa y la rodeé para caminar hasta la puerta. Recibí a Pau y Oli con un fuerte abrazo.

-Le hice una chocolatada, ¿le gusta? ---pregunté a Pau mientras se sentaban en la mesa---.

-¿Querés chocolatada hija?

-Sí ---su voz tierna me mataba---.

-¿Vos preferís mate o café?

-Mate, mate ---me contestó---, trajimos medialunas.

-Ah buenísimo porque yo compré surtidas ---las dejé en un plato sobre la mesa y ella comenzó a abrir el paquete---.

-¿Todo bien La? ¿Qué pasó?

-No sé... ---contesté insegura sentándome frente a ella---. Tengo un re lío.

-¿Con quién? ¿Tu ex?

Único - BenjaliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora