Charles y Douglas

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Charles trató de irse a medianoche.  Pero una mano le retuvo.

-¿Sin despedirte?

-Es mejor que Niall no me vea.

-Porque tú, tan alfa, te acostabas con ese duque tan alfa.  Se lo has contado a un perfecto desconocido.  El alcohol desata demasiado tu lengua.  Hacer eso es ilegal... y Niall cómplice -Douglas encendió la luz de gas de la mesita -Has tenido la suerte de que te escuchara un prostituto.  Bueno, Niall va a ayudarme a buscar otro empleo.  Pero yo soy algo así como un cura, lo que escucho no sale de mi boca.

Charles se le quedó mirando.

-Vuelve a la cama -dijo Douglas con voz suave.

Charles obedeció.  El cuerpo de Douglas era fibroso y delgado.

-Eres alfa -dijo Charles.

Douglas buscó un cigarro en la mesa de noche y lo encendió con la lámpara.



-También tú.  ¿Eres alfasexual?

-Me gustan los alfas y los omegas.

-A mí me gustan los omegas.  Solo me acuesto con alfas por dinero.  Ahí fuera hay un omega para mí...

-Espero que para mí también.  Amar a un alfa solo me trajo problemas. Y soledad.

-¿Amar? -Douglas apagó el cigarro – No se porque en mi cabeza pensé que tú y el duque os habíais dejado llevar por una orgía en una noche tórrida y habíais seguido como si nada vuestra vida de alfas correctos...

-Y así comenzó, pero nos gustó.  Mucho.  No tanto con el resto de la gente, pero entre nosotros el sexo era muy bueno.

-Si, Liam tiene pinta de ser bueno.

-El problema es que él me gustaba ya antes. Es tan... Liam.  Y entonces empezamos a acostarnos.  El hecho de que estuviese mal lo hacía aún más atractivo.  Y que cambiásemos turnos.  Poder ser pasivo y activo.  Me enamoré.

-Él no.

-Apareció Niall y desde que lo vio supe que lo había perdido para siempre.  Pude sentir su enlazamiento antes que él así que cuando vino a decirme que todo era pasado y no volvería a repetirse lo acepté con la cabeza alta y no llore frente a él. 

-Y no hubo otro alfa.  Suena a esa clase de historia.

-Míralo.  Es feliz.  Muy feliz.  Y es arriesgado cuando te gustan las dos cosas...

-Estoy acostumbrado al riesgo.  Un poco incentiva.  Demasiado, te paraliza de miedo. 

-No debe ser fácil para ti...

-En realidad la mayoría de los alfas que buscan esos servicios son inútiles sexuales y ni me entero.  A veces he disfrutado.  Alguno trae aceites, empuja bien... en esos momentos no me planteo nada.  No quiero plantear mi vida bajo ningún concepto.  Quiero que las cosas simplemente se den.

-Encontraremos un omega que nos haga olvidar el pasado.

Douglas le miró a los ojos y sonrió y eso hizo a Charles sentirse incómodamente extraño.

Algo muy especial y muy extraño vibró en el ambiente.

Como electricidad.

Douglas le acarició la cara.

-Un pecado mas no nos llevará al infierno.

-El infierno es la vida, no creo en los castigos eternos.

-Hay cosas eternas...

-Y hay cosas que simplemente son como una bengala de feria, puro estallido y humo y ruina.

Douglas se sentó sobre él.

-Esta postura le gustaba mucho a los alfas que gustaban de las dos tendencias.   Porque permite al alfa penetrar y al omega... o al otro alfa, como yo, dominar. 

Charles cerró los ojos y apretó la cintura de Douglas.

Que bajó con lentitud hasta sentirse lleno por completo de Charles.

-Eres un alfa muy bien dotado... es grande y la noto muy dentro...

Le estaba hablando como un puto.  Eso excitó a Charles aún más.

-Eres muy macho, y me encanta... ¿te gusta mi olor de alfa?

-Me encanta.

-Córrete dentro de mí.   Esta noche no existirá más si no quieres.

Charles gimió y se derramó dentro del otro alfa.  Douglas empujó otra vez, gritó con el orgasmo y se acostó a su lado.

-Mañana vete sin que te vea Niall -dijo con voz entrecortada. – y si quieres escríbeme a mi apartado de correos en la oficina.

-Creo que lo haré.

-Me encantaría que lo hicieras.

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