Ahora escucho resonar a los pedazos de mi corazón que justamente van cayendo.
No puedo ocultar el olor de la insertidumbre que me da el no saber nada de ti.
Puedo imaginar que por el momento yo no te cause algún resentimiento.
Te conocí de la nada, temerosa como cualquier ave volando por primera vez.
Movi mis alas hacia ti.
Llegué tarde, pues así parecía que el destino no nos quería juntos.Te miré y sonreiste.
Comenzamos a caminar y todo parecía bueno.
Eras amable, cortés, transparente, honesto.Nos detuvimos a platicar y yo no podía voltear a verte a los ojos, sentía miedo, pena, temor.
Era la primera vez que le abría mi corazón a alguien en tan poco tiempo.
Compartimos los alimentos y me gustó tu manera de comer, de conversar. Los gestos que hacías mientras llegaba la comida.
Caminamos por la noche en lugares donde nunca he estado a esas horas.
Al posarse la luna me besaste como nunca nadie lo había hecho y sentí como mi corazón se iba fortaleciendo y los trozos que estaban dispersos se iban uniendo poco a poco.
Creí que eras alguien a quien mi Dios me había enviado, quien vendría a sanar todo lo que sufrí.
Solo me faltaba una cosa en ese proceso que llevé de dolor. Me faltaba tomar confianza y dejarme llevar.
Llegué a mi casa marcando en mi memoria todos esos momentos que me hicieron pensar que tu eras lo que buscaba.
Así llegó nuestra segunda cita y todo volvió, llegué, me besaste, tuvimos nuestra primera discusión.
Hubo mucha veces en las que sentí ganas de llorar, pero para no asustarte me aguanté.
Bailamos en medio de una plaza, con tu música.
Cancelé mis actividades por estar contigo y aunque no me arrepiento, ahora sé que no valió la pena.
Seguimos saliendo y cada vez mi piel se unía más con la tuya.
Comencé a besar en público sin importarle quien estuviera.
Ya no me daba miedo.Me sentí segura de mi misma.
Le conté de ti a mis amigos, nos rompiste el corazón a los 5.
Todos apostabamos a que tú eras ese broche de oro con el que mi mala racha acabaría.Todo era de colores, alegría, madurez, emoción, etc.
De pronto un día tus buenos días ya no eran los mismos.
Tus te quiero desaparecieron.
Tu interés ya no estaba presente.Era yo quien buscaba tu voz, tus palabras, ya no llamabas, no te desvelabas ni preguntabas sobre mi día.
Todo se fue marchitando y de poco a poco todo colapsaba.
De un instante a otro dijiste que ya no continuaríamos, que el problema no era yo, que yo era maravillosa.
Una parte de mi te creía por qué se lo que valgo. Pero la otra, solo trataba de explicarme el por qué te alejabas.
Tú eras el que inició esto, yo inicié con la idea de solo conocerte y tú lo hiciste personal.
Tú lo hiciste formal, algo serio y te marchaste.Solo agradezco cada palabra, cada atención, cada cariño.
Agradezco que por tí hoy no le tengo temor a querer de pronto y sin muchos filtros.
Agradezco tantas cosas.
Pero me agradezco más a mi, por qué ahora se que el que quiere está, el que quiere lucha, el que quiere busca y el que no simplemente queda en un intento de cobardía.Podré encontrar a otra persona que trate de complementar mi corazón, no de llenarlo.
Pero tú, no creo que puedas encontrar un amor tan puro como el mío en estos tiempos.
Y todo terminó así como iniciamos, siendo desconocidos.
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Cadenas que dan impulso
PoetryCadenas que dan impulso son referencia a aquellos que en su momento no nos dejaron avanzar, pero que al liberarnos nos hicieron llegar muy lejos. Alexa Floriano AXF23