Capítulo 1

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Las historias presentadas  en esta obra no son de mi autoría, los derechos les pertenecen a sus autores originales.

                                            
                                                         Capítulo 1
                                                                          ¡¿Esto es una broma?!

El trinar de los pájaros por la mañana,  adornaba el bosque rebosante de vida, los diferentes sonidos que en el había, hacían que  el lugar no pareciera tan temible como en verdad se decía.    Cerca del cause del río principal, tres figuras descansaban sobre la húmeda orilla, una más pequeña que las otras se levanta y se acerca al río, lucha por quitarse algo que tenía puesto en su cabeza, pero le era imposible, estaba sellado junto a su traje.

*Guau Guau*  Sam se acercó a dónde estaban los humanos inconscientes, sus ladridos lograron despertar a uno de ellos. - Ugh, my head – El virólogo agita su cabeza intentando recuperar por completo la razón, logra levantarse y observa su entorno, cuando lo hace, abre sus ojos sorprendido, ya no estaban en Manhattan, un gran río los había arrastrado hasta ahí, al ver a la perra en aprietos, se acerca a ella y le quita el casco.

-¿Qué rayos está ocurriendo aquí? – Se quita sus mojadas prendas y busca en una de las maletas algo con que cubrirse,  una playera ajustada, unos vaqueros y unos tenis ligeros, se puso su chaqueta de cuero y su fiel mariconera.

-¿En verdad todo esto está sucediendo…?  -  El virologo voltea a ver a su compañero, estaba inconsciente y no parecía que fuera a despertar pronto, así que sube a una roca y se sienta para pensar, recuerda perfectamente lo que ocurrió en el fondo del océano, pero le era imposible de creer. -Esto revolucionaria todas las teorías de los científicos sobre los viajes en el tiempo, las teorías sobre los agujeros de gusano son verdaderas. – Robert observa como su perra le ladraba a las aves cercanas a ellos, jamás la había visto tan tranquila.

-¿Estamos en un mundo normal? – Se preguntó, por primera vez en años podría vivir en un mundo sin infección, uno donde la humanidad no se encontraba al borde de la extinción, las horas pasaban y  el pelinegro no despertaba, esto comenzó a preocuparle.
“¿Está vivo?” – Robert se acercó y checó sus signos vitales, suspira de alivio al ver que continúa con vida, pero aún preocupado vuelve a la roca. -¿Por qué tardará tanto en despertar? ¿Acaso se golpeó o algo mientras saltábamos? No.  Si ese fuera el caso, ya lo habría notado, debe haber otro motivo para esto – Siguió observando el entorno, ciertamente ese lugar era muy tranquilo.

Espacio Aislado

El viento  chocaba  ocasionalmente contra su ser,  lo despertó, sus ojos lentamente se acostumbran a la luz del lugar, cuando lo hizo se congela, un páramo desolado se perdía en la distancia, gigantescos tramos de terreno flotaban a la deriva,  por alguna razón ese lugar le hizo temblar, sentía odio y desesperación a un nivel que jamás en su vida había experimentado.
-¿Qué es este lugar? – Un imponente desierto de tamaño infinito se alzó ante el, por alguna razón sentía que eso era parte de el.
Caminó entre su temible superficie, algo más adelante lo esperaba y el lo sabía, después de lo que parecieron horas de intensa caminata, por fin pudo ver algo que no encajaba en el paisaje, no podía creer lo que frente a él encontró. -¿Qué…? – Las perlas de sudor recorrieron su frente, un escalofrío de ultratumba lo tomó desprevenido, frente a él estaba, el mismo.
Se observó con sumo cuidado, a pesar de que se parecía a el mismo, esa presencia era distinta, lo veía con odio, algo que le hizo preguntarse el porque, dio un paso al frente, la presencia lo imitó. -¿Quién eres? – Le preguntó, el Doppelgänger sonríe maliciosamente.
-¿Qué acaso no me reconoces? Soy la maldad que existe en tu corazón, no estés sorprendido, cada individuo en este mundo posee algo de odio en si mismo. – Ambos se acercaban sin mostrar ningún signo de miedo.
-¿Así que eres la maldad que existe en mi? Vaya.  No esperaba que pudieras materializarte – Le dijo con una sonrisa burlona, la entidad lo imita.
-¿Hoh? ¿No me tienes miedo? – Edgar niega y luego se lleva las manos por detrás de su cabeza, la entidad no responde ante esto.
-No. Eres parte de mi y eso no lo puedo cambiar, cada ser humano tiene ambiciones y deseos egoístas, el mío es evitar tantas muertes me sean posibles y buscar una forma de escapar de este multiverso, ya he causado muchos cambios al haber ayudado al hombre que me acompaña. ¿Sabes que le hubiera ocurrido de no ser por nuestra intervención cierto? – Su versión negativa asiente.
-Habría muerto después de conseguir la cura, pero sufriendo en el proceso, aunque por fin se reencontraría con su familia – El súper soldado asiente.
-Si, aunque el no era una persona de fe, culpaba la muerte de su esposa e hija, junto con todo lo sucedido al hombre, en su casa no había nada que me dijera sobre su fe – Suspira pesadamente.
-Eso es normal, después de perderlo todo, tener el destino de la humanidad en tu manos, tener incontables fracasos después de tres años de infección, lo último que querrías sería rezar – Ambos estaban de acuerdo en eso.
-¿Qué es este lugar? – Soltó el ojiverde, desde hace algunas horas intentó saber en dónde se encontraba, pero el lugar era infinito o al menos eso parecía, la presencia negativa voltea a verlo.
-Estas en otro plano, tu consciencia  en estos momentos está vagando fuera de la continuidad del tiempo y espacio -  Las palabras de su versión malvada lo tomaron desprevenido, dando un paso atrás se pone nervioso.
-¡Sam y Robert! ¡¿Ellos están bien?! – Edgar negativo asiente.
-Si, solo tú consciencia se separó momentáneamente de tu cuerpo, viajaste a un plano donde no existe concepto de tiempo – Esto le sorprendió.
-¿Hay alguna razón para que yo viajara aquí? – Preguntó extrañado, el ser asiente.
-Fuiste convocado por alguien que necesita urgentemente de tu presencia, ella fue quien creó este lugar y además me liberó – Edgar se preguntó quién sería tan poderoso como para crear algo así, pero lo que más le sorprendió fue que su parte malvada dijo “ella”, por lo que la persona de la que hablaban era una mujer.
-¿Y dónde está ahora? – La presencia se gira y comienza a caminar.
-Sígueme, ella  tiene años intentando conocerte, solo ahora que saltaste de mundo tuvo el poder suficiente como para hablarte -  El ente eleva su brazo derecho al cielo y de pronto un haz de luz se genera en el, la ráfaga de energía salió disparada hacia el cielo con una velocidad monstruosa, era tan rápida que no pudo verla con claridad.
[He traído a mi otra mitad, justo como me lo pidió]
[Bien, déjalo pasar]
La versión maligna del soldado le habló al cielo, justo por donde el haz de luz había desaparecido, cuando intentó preguntar, siente como su vista se hacía más pesada, cuando pestañea se asusta, pues de estar en aquel infinito lugar, ahora se encontraba en un  sitio todavía más extraño.
-¿Qué es este sitio? – Preguntó el voz baja, de pronto siente una presencia que inunda todo el lugar, le daba una sensación de tristeza e irá, pero también de amor y felicidad, todos esos sentimientos juntos, de pronto pudo visualizar su vida, a donde quiera que mirará, estaban aquellos buenos y malos momentos que pasó con sus seres queridos.
-Edgar. ¿Acaso ya olvidaste tu propósito en esta vida? – El ojiverde  buscó por todas partes, aquella voz femenina que lo hacía ponerse nervioso.
-¿Dónde te escondes? – Le preguntó, sólo pudo escuchar una pequeña risa en el aire, aunque no venía cargada de ninguna emoción.
-Estoy en todos lados – Cuando iba a preguntar a qué se refería, la figura de una mujer aparece ante el, abre los ojos al reconocer de quién se trataba.
-T-Tu? – Dijo congelado, la belleza frente a él sonríe, la confusión en su rostro era lo suficientemente grande como para que no pudiera hablar con normalidad.
-¿Mmm? – Incitó a que terminara su oración.
-Tu eres aquella chica del puente, ¿No es así? ¿Por qué estás en un lugar como este? – La rubia suspira, al parecer, sacar conclusiones rápidas no era uno de sus puntos fuertes, aunque había otros de los que podía presumir que eran realmente increíbles.
-Vaya, tardaste mucho en deducirlo – Le dijo con una sonrisa taciturna.
-Pero. Se supone que deberías estar en mi mundo, ¿Cómo lograste venir hasta este lugar?  - La mujer suspira, no esperaba que tardará tanto en comprender.
-¿Aún no logras comprenderlo…? – El chico niega.
-Yo soy la razón por la que tienes tus poderes – Un gran escalofrío recorrió su columna vertebral, las palabras que ella dijo le tomaron desprevenido.
-¿Q-Que? ¿No soy inmune a los virus? – La mirada de la chica le aclaró sus dudas, la impotencia se apoderó de su ser, el no era nada, no podía cambiar nada por si mismo, recibió ayuda de alguien para salvar a otros, aunque eso era algo bueno, su orgullo recibió un duro golpe.
-¿Por qué salté a otro mundo? – Aya sonríe.
-Eso es porque estaba predestinado, cuando me tocaste, automáticamente me volví parte de ti, tu y yo formamos un solo individuo, recibiste el don para hacer el bien o para  destruir, el como uses mi poder dependerá de ti mismo, yo tan sólo soy una espectador– Edgar asiente.
-¿Por qué yo? – Preguntó.
-Eres una persona muy interesante.  A  pesar de la vida común que llevabas en tu mundo, tienes un corazón y un espíritu de pelea, que pocas veces he podido sentir en otras personas, por esa razón es por la que te elegí, quiero ver hasta dónde es que puedes llegar, Edgar – Su corazón comenzó a latir con fuerza, por alguna razón, esa chica frente suyo, le pareció la más hermosa que hubiera visto en toda su vida.
-¿Cuál es tu nombre?.  Tu  me conoces a la perfección, pero yo no sé nada de ti – La chica sonríe, su enorme curiosidad fue también una de las razones por las que lo eligió.
-Mi nombre es Aya Brea, creo que me conoces lo suficiente como para saber de qué mundo provengo – De pronto, las imágenes de el mundo “Parasyte Eve”, vienen a su mente, la chica frente a él, no era nada más que la conciencia fragmentada de la verdadera Aya Brea, la cual murió hace mucho tiempo.
-Ya veo, así que eres la conciencia de Aya Brea, viajaste por el tiempo y espacio, fragmentándote e intentando volver al punto de origen. ¿Me equivoco? – La rubia sonríe, sin duda su compañero era muy perspicaz cuando se lo proponía. 
-Si, creo que sabes también lo que le sucede a las personas que tocan mi poder - El pelinegro asiente notablemente nervioso.
-Se vuelven una irregularidad, la cual solo busca destruir todo lo que toca e infectar a más humanos por medio del Babel, así pueden expandir sus horizontes – Aya asiente.
-Pero. ¿Por qué yo no fui afectado por ti de forma negativa? – Preguntó confundido.
-Tu cuerpo es distinto al de los demás, todos tuvieron la oportunidad de interactuar con uno de mis cientos de fragmentos, pero solo tú tuviste la osadía y valentía, como para sacrificarte por alguien como yo, es por eso que tú recibiste un trato diferente, tu odio e irá las separé de tu cuerpo, por ello no has tenido tentaciones, con las cuales hagas mal uso de tus habilidades – El chico se pone a pensar durante unos instantes, ella lo eligió, ayudó y lo vio crecer, aunque era algo espeluznante, sentía que estaba en deuda.
-Muchas gracias por permitirme tener acceso a tu poder, no sabes cuánto te lo agradezco, sin ti, yo hubiera muerto en ese mundo de forma irremediable -  La rubia sonríe.
-No hay de que, espero ver grandes avances en tu viaje – De pronto el lugar comienza a temblar, esto alertó  al pelinegro, buscando una respuesta a esto, busca a Aya, pero la mujer se había esfumado.
-¡ESPERA, AÚN NO ME DIJISTE COMO PUEDO VOLVER A MI MUNDO! – Todo a su alrededor se volvió negro, a pesar de que seguía cayendo, no podía divisar ningún punto donde pudiera aferrarse, los segundos pasaron, hasta que siente una fuerte sacudida.

El Viajero Dimensional - Resident EvilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora