Es increible como de repente pueden cerrarse las puertas una por una y de una forma simultánea, como si se tratase de que uno no merece que las cosas sean de otra forma; te quedas sin amigos, tu lugar en el mundo se desfigura de repente. Pero de verdad el lado optimista de esto es que tienes la oportunidad de sacar agallas de donde no sabias que tenías, empujar hacia adelante y salir de una zona de confort autocreada de manera inconciente. Una oportunidad, nada menos. Pero tan sólo es tan difícil de verlo de ese modo.