Stratégie dans l'ombre

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Me deslizaba entre «mis» invitados intentando no pensar en el intercambio, sobre todo, con la alta presencia de elfos lectores de pensamientos al acecho. Iba tan inmersa en mis pensamientos que me choqué varias veces con criaturas que lo daban todo bailando pero para mí, la fiesta no era nada más que un escenario con extras sin rostro. Duendes, elfos, salamandras, sílfides, licántropos, ondinas, brujas. Un popurrí de seres mágicos.

Éramos al fin y al cabo, criaturas con anhelos, sueños, proyectos, deudas, tradiciones, presiones pero, sobre todo, miedo. Vivíamos en un constante miedo. Pavor a un futuro que se acercaba cada vez más al presente. El terror personificado en la figura del ser humano había llevado al Consejo ha decidir que lo más seguro para nosotros era vivir en una burbuja alejados del mundo humano, y encerrados como los animales que empleábamos las brujas para practicar los hechizos y elaborar pociones.

La más dulce ironía es que nosotros éramos los monstruos en sus pesadillas mientras que ellos, aun sin ser conscientes de nuestra existencia, nos tenían arrinconados sin escapatoria. Antes, la totalidad del mundo era nuestro límite, en la actualidad, no podíamos abandonar el maldito bosque que siglos atrás, un grupo de brujas delimitó y escondió al ojo humano.

Al principio, las criaturas podían vagar por el mundo humano sin ninguna restricción. Desde hace un par de siglos, nadie podía salir bajo ninguna circunstancia excepto que fueras uno de sus guardias privilegiados. Las décadas de encierro habían llevado a perfilar dos opciones en todo el conjunto del Bosque; algunos creían que quedarse en la burbuja era lo mejor y otros, en cambio, preferían vivir en el mundo humano ocultando su verdadera identidad. No hay que decir que estas criaturas eran encarceladas y sentenciadas a muerte, para los altos cargos esa opción solo se podía considerar una traición a la especie.

¿Habrá llegado? ¡No! No debía pensar en eso.

Todo lo relacionado con los humanos había sido prohibido, pero el mercado negro no entendía de leyes. La tecnología humana era algo fascinante para las criaturas.

Ups. Choqué, otra vez. Ahora con una salamandra, me disculpé y seguí deslizándome por la pista de baile. Me giré para comprobar las medidas de vigilancia y noté varias miradas puestas en mí. Más de una vez, mi mirada coincidió con la de varios guardias. Dispuesta a acabar con ello lo antes posible. Me escabullí en cuanto pude de la marea de gente que expiraba alegría (seguramente impulsada por sustancias ilícitas como el polvo de hada), pero no me paré a averiguarlo y me dirigí a la parte más alejada del patio. Como siempre, llegaba tarde. El elfo ya estaba allí.

—¿Tienes lo que te pedí? —El pequeño elfo asintió y con una de sus manos dio suave palmaditas a la bolsa que llevaba colgada—. ¿Una iguana verde?

—Recién llegada de Sudamérica y, usted, tiene...

Un ruido me sobresaltó y, rápidamente, chisté mandándole callar. Pasaron varios segundos en un parcial silencio interrumpido por la música élfica de la fiesta. Fruncí el ceño, oré a cualquier dios para que fuera una simple ráfaga de aire provocada por una sílfide jugando con sus poderes. Ese era el problema cuando jugabas en contra de los tuyos en tu propia casa, que el tiempo era limitado y las consecuencias no iban a ser menores si nos descubrían. Quizá me había arriesgado demasiado, sobre todo, en un día así.

Estábamos hablando de mi vida, es decir, el hecho de que estuviera haciendo contrabando de pociones sería el menor de mis problemas. Estaba ayudando a una criatura a escapar del Bosque y vivir una vida lo más humana posible lejos de aquí. Sin reglas estúpidas, sin miedo a ser descubiertos. Con una apariencia humana gracias a mi poción, llegarían a ser felices.

Yo, por el contrario, sería condenada a morir ipso facto si era descubierta, así que me metí prisa.

—Hay suficiente poción para cuatro personas, antes de abrir el recipiente debes pronunciar estas palabras que ahora te diré, ¿entendido? —El elfo volvió a asentir, noté que él también estaba nervioso así que volví a repetir—: ¿Entendido?

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⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

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