November Rain (Axl Rose)

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Para NikiSanabria05:

Acababa de discutir con Axl otra vez, estaba harta de su actitud así que me metí en nuestra habitación a llorar y pensar cómo esconder el golpe que me había dado en el brazo.

-Erin...-lo escuché al otro lado de la puerta.

No contesté y suspiró.

-Por favor, déjame entrar.

Me levanté y abrí la puerta, viendo que tenía el ojo morado por el puñetazo que le había dado yo.

-Vamos a hablar.-pasó y se sentó en la cama.

Ocupé un lugar a su lado sin mediar palabra.

-Sé que no podemos seguir así, es decir...nos hacemos daño y no solo físicamente. Creo que todo el mundo necesita tiempo a solas...si sabes a lo que me refiero.
-Ya, te entiendo-sollocé.
-Pero a la vez creo que todo el mundo necesita a alguien y...las cosas malas no duran para siempre-agarró mi mano.
-Axl, esta relación es muy tóxica...-lo miré a los ojos, pudiendo verme reflejada en sus preciosos iris verdes.
-Podemos cambiarla, te prometo que aunque las cosas sean duras...todavía podemos encontrar el camino.
-¿Hasta qué punto debo creer lo que dices? ¿Mañana todo volverá a como siempre?-suspiré bajando la cabeza.
-Quiero intentarlo, Erin-acarició mi mejilla, haciéndome mirarlo-. De verdad.

Lo pensé por unos segundos. ¿Valía la pena hacerlo?

-Voy a curarte ese ojo-me levanté a por el botiquín y me senté sobre sus piernas mientras él mantenía sus manos en mi trasero.

Le desinfecté la herida de la ceja.

-¿Vas a darme otra oportunidad?-me miraba.
-La última-apoyé mis brazos en sus hombros.

Acarició mis labios con los suyos muy despacio, era inusual en él así que...me sentí confiada.

Se separó para mirarme a los ojos.

-Te amo.
-Y yo a usted, Mr. Rose-sonreí pasando mi dedo índice desde su entrecejo hasta la punta de la nariz.
-Mmm ¿sí?-rió levemente abriendo el cierre de mis jeans de forma lenta mientras me daba otro beso.
-Sí-confirmé levantándome un poco para que pudiera bajarlos.

Lo recosté despacio, dejándolo debajo de mí mientras le sujetaba las muñecas a cada lado de la cabeza.

-Eres un imbécil-susurré muy cerca de su cara.
-Y tú una zorra-me respondió con una sonrisa.

Lo besé, agarrando su lengua con la mía para evitar que dijese más estupideces.

-Quiero amarte para siempre-confesé cuando el beso terminó y vi necesario liberarlo de su camiseta.
-Pues, cariño...no te contengas.

Sorry si es muy corto

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