One-Shot

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Des Aeva y su pareja Leo Spindler, cualquiera que los vea diría que son la pareja más romántica y perfecta de todo París, y como no ver eso si llevaban ya más de 4 años saliendo su relación era dulce y tierna, ya habían pasado de todo, peleas discusiones problemas pero a final de cuentas no se podían dejar de amar, envidia era lo que se les veían en los ojos de los pretendientes que aún no disminuían y aprovechaban las peleas con el moreno para acercarse al más alto con regalos y ofreciéndole amor eterno, aunque todos eran rechazados y sacados del café por los amigos del albino, para que al final del día todo se hablara y se solucionara terminando en una agradable cena y risas, pero...no todo es color de rosa y Aeva lo supo de la peor manera.

Un aniversario cercano estaba por festejarse, por fin 5 años de relación perfecta se celebrarían y Leo estaba muy emocionado, todo este tiempo tomo valor y pensó que era momento de pedirle a Des que se casara con él, comenzar una vida donde vivieran juntos y así deshacerse de sus pretendientes molestos que acosaban a su amor todo el día, para el sería fácil romperles la cara a golpes pues las clases de artes marciales le ayudaron a ganar músculos y fuerza pero, nunca lo vio necesario pues su amado los solía sacar con solo palabras, a veces pensaba en tener a Des en su propia casa encerrado para que no fuera molestado y dejar el café a cargo de los empleados, aunque lo propuso varias veces el alto nunca accedió, odiaba admitirlo pero siempre sentía celos de quien se le acercara fuera hombre o mujer, es decir, Des siempre fue un centro de atención desde los dos primeros años en los que llego a Paris, no había momento en el que el alto no recibiera piropos, halagos, invitaciones románticas, cartas ,poemas etc. Y eso a Leo ya lo tenía harto, harto de que personas ajenas lo devoraran con la mirada y sin descaro alguno.

Llego al café con un arreglo de rosas y magnolias pensaba pedírselo en frente de todos los que estuvieran presentes...grande fue su sorpresa, su querido Des estaba siendo tomado de la cintura, eso no era lo peor pues casi siempre era tomado y alejaba al que lo agarraba, lo peor era que Des no presentaba resistencia alguna, aquel sujeto compartía las risas con el alto mientras este lo tenía muy abrazado, Des diviso a Leo pero al momento de querer hablar con el Leo con enojo tomo a Des de un brazo apartando a aquel tipo sacándolo a patadas del café y antes de que su pareja pudiera decir algo Leo lo llevo a la parte trasera del café donde sin cuidado alguno empujo contra un contenedor de basura, cerrando la puerta trasera para que nadie los interrumpiera pues escucho que el hombre de hace unos momentos había entrado de nuevo preocupado y preguntando por el de ojos ámbar.

-¿L-leo...? ¿Amor que pasa?- chillo con un poco de dolor en su espalda por el golpe y ojos cristalinos que amenazaban con llorar pero al ver a Leo solo pudo ver en su mirada el enojo, la ira, los celos.

-¿¡Qué, qué me pasa!? Con un demonio Des quien carajos era ese tipo que te tenia abrazado, ya que se ve tú no tienes problema alguno ni siquiera te incomoda- soltó el moreno con molestia, ya eran varias veces que los celos lo cegaban y esta no iba a hacer la excepción.

-Leo tranquilízate por favor, él es un amigo de infancia hace poco llego a parís de viaje de negocios con su pareja e incluso le platique de ti y le dije que los iba a presentar, ¡Tengo dos semanas diciéndote lo mismo sobre Malik! ¿¡Que acaso has estado ignorándome por tanto tiempo?!-soltó finalmente con unas lágrimas no por el golpe si no porque veía que su pareja no confiaba en él ni un poco, le dolía pensar que Spindler dedujera que se iría con cualquiera si lo dejaba solo, incluso el pensar que nunca le tomaba en cuenta, no era la primera vez que Leo lo ignoraba ya eran varias ocasiones en las que Des le decía sobre algunos planes o eventos y el moreno solo lo tomaba de a loco sin darle importancia su palabra.

Teddy Bear (AMOLAD)Where stories live. Discover now