Harry se apuró en su camino hacia el Gran Comedor. Él no tenía idea de que hacer magia podía causarle tanto apetito, pero después de haber pasado las dos últimas horas con el Profesor Flitwick, trabajando en sus Accio, Harry se moría de hambre.
Cuando Harry había regresado de su visita a los Weasley hace cuatro días, el Profesor Snape lo había recibido con un horario revisado. Aparte de sus clases habituales (y, por supuesto, Quidditch), Harry tenía ahora sesiones de estudio individual con los Profesores Flitwick, McGonagall, y por supuesto Snape. Él había parpadeado cuando el Profesor Snape le había mostrado su nuevo horario—¿Pero porque tengo clases extra? —había preguntado, curioso.
—¡Chiquillo tonto! —lo reto Snape—Tienes que trabajar extra para sobreponer las carencias de tu crianza. Esas desagradables criaturas con las que vivías te prepararon de muy mala manera para la vida en una sociedad mágica. Al igual que tú debes tomar pociones nutritivas para superar la negligencia física, tú debes ingresar a clases extras para superar la inatención en el desarrollo de tus habilidades mágicas—Snape no vio la razón de compartir con el mocoso que les había dejado bastante claro a los otros profesores que, lejos de mantener solo repasos en la materia, se esperaba de ellos que avanzaran el conocimiento de Harry lo más rápido posible.
La visita de Snape a Azkaban, escuchar los dementes gritos de Bellatrix y los aullidos y amenazas de sus antiguos camaradas, le habían recordado muy claramente la situación de Harry como un golpe en el estómago. El chico era prácticamente un Muggle para todos los efectos, y aun así los más malvados y retorcidos brujos y magos de toda Gran Bretaña lo querían muerto. Si el Señor Oscuro alguna vez regresaba, o los inacabables esfuerzos de Lucius Malfoy de solidificar su poder político eran exitosos, Harry necesitaría estar bien preparado para defenderse. Haciendo que se sentara en clases, rodeado por un montón de cabezas de chorlito tratando de hacer volar una pluma, era una ridícula pérdida de tiempo. Él debería avanzar con la materia lo más rápido que su mente y magia le permitieran, no estar forzado a esperar pacientemente mientras idiotas como Longbottom luchaban por ponerse al día.
Si él hubiera creído que Albus se lo permitiría, Snape habría sacado a Harry de la escuela, para educarlo privadamente en un lugar inubicable. Al darse cuenta de que el desbordante sentimentalismo de Dumbledore no permitiría que Harry se saltara las presuntas diversiones de los años de escuela (no que Snape haya encontrado mucho que disfrutar durante su tiempo de estudiante en Hogwarts, aparte del indisputable hecho de que lo alejaba de su casa) y que McGonagall jamás dejaría ir al talentoso Buscador del equipo de su Casa, Snape había decidido no involucrarse en una batalla que sabía que no podría ganar. En vez de eso, se aseguró de que Harry comenzara a recibir avanzado entrenamiento de parte de esos profesores en los que Snape confiaba... tanto como podía confiar en alguien, claro está.
Snape estaba más que listo para lidiar con el pequeño monstruo si quería quejarse por la pérdida de su tiempo libre y su inhabilidad de sentarse por ahí haciendo nada con los otros idiotas cabezas huecas. Quizás unas cuantas horas parado en una esquina o copiando páginas de su texto de pociones convencerían al mocoso de que las clases extras eran mucho más entretenidas que la alternativa.
>> No tolerare quejas sobre el no programado tiempo libre, Potter—continuo Snape, elevando la voz—Tu estas aquí en la escuela para aprender, a pesar de lo que tus cretinos compañeros puedan creer, y si tu...—.
Harry frunció el ceño confundido—Yo no me estaba quejando, Profesor—protesto—Yo solo no se...Em, si es que, no puedo...—el miro hacia abajo avergonzado. ¡Esto era mortificante!
Harry sabía perfectamente bien que necesitaba lecciones extras; su visita a la Madriguera, donde la magia era usada de manera tan casual, utilizándola sin pensar para llevar a cabo las tareas domésticas, le había enseñado a qué tipo de mundo nuevo había entrado. Y pese a lo mucho que había disfrutado su tiempo con los Weasley, después del desafortunado inicio, se había dado cuenta lo poco que sabía sobre la sociedad mágica.
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Harry's New Home - Kbinnz
FanfictionLa Nueva Casa De Harry / Autor original: Kbinnz / Traductor: Fadamaja ~Disclaimer: Los personajes son propiedad y autoría de JK Rowling y WB. Resumen: Un chico solitario, un hombre enojón y resentido. Cuando la seguridad de uno le es confiada al otr...