❝N̶ ̶o̶ ̶ ̶c̶ ̶o̶ ̶n̶ ̶t̶ ̶r̶ ̶o̶ ̶l̶.❞ ༝ {ʜᴜɪᴅᴀᴡɴ}

{🍑}; - "Honey".

El chico de cabellos algo anaranjados caminó con perfil bajo por los pasillos, era un estudiante más, no había absolutamente nada que le hiciera resaltar entre los demás... excepto una cosa.

Podía escuchar como hablaban a sus espaldas, como algunos le miraban curioso, con asco e incluso burlescos, él era el tema candente de que hablar, todo gracias a Kim Hyuna.

Lee Hwi Taek suspiró hastiado, la verdad no era de su gusto ser el centro de atención, y creía él firmemente que a nadie le gustaría ser el centro de atención por aquellas razones. Desde que Hyuna había descubierto su orientación sexual, Hwi Taek supo que su inexistente vida social estaría arruinada, la chica tardó menos de un día hacer que todo el colegio se enterara que; "A LEE HWI TAEK DE ÚLTIMO AÑO LE GUSTA POR DETRÁS."

Esa había sido una muy mala semana en su opinión, no es que él se avergonzara de ser gay o algo así. Sólo era algo molesto recibir amenazas, que la perra de Hyuna estuviera siempre detrás de él para molestarlo y que también se encargara de que todos miraran a Lee como menos... sí, era bastante molesto.

Incluso si las cosas se veían de peor en peor, él intentaba ser positivo, era conocido por aquello después de todo y no le gustaba cambiar las cosas, eran más tranquilas así. Pero, aparentemente, Hyuna se sintió con el derecho de tomar su vida y hacer lo que quisiera con ella... jodido e injusto.

Habían pasado ya semanas desde el incidente, y desde ese momento pudo sentir la diferencia, extrañó la paz que le rodeaba antiguamente, podía conversar tranquilamente con sus amigos sin ningún tipo de problemas o dilemas, podía pasear por los pasillos sin que nadie le mirara de más y podía vivir nada más... Eso, vivir. No estar preocupado por si una chica de cabello naranjos se acercaba con su grupo de perritos falderos para poder arrojarle un poco de su mierda.

Sí, las palabras no eran demasiado, eso es lo que se quería decir, pero era bastante jodido tener que vivir con el miedo de que en algún momento alguien podía pararte a la salida sólo para golpear por... ser gay.

Hwi, incluso si el mundo se caía a su alrededor y en el camino le arrastraba, estaba bien, seguía teniendo buenos amigos y secretos pasmosos los cuales nadie podía imaginar, pero él disfrutaba.

Como era de costumbre, caminó a su casillero por los pasillos llenos de la escuela y pudo visualizar de lejos al grupito de Kim Hyuna, el grupito más estereotipado que podía existir, los chicos calientes y fortachones que eran parte del equipo de futbol, las chicas con labios operados y escotes demasiado grandes que estaban en el equipo de porristas, donde, por supuesto la líder era Hyuna.

Había allí un pequeño detalle que escapaba de los estereotipos del grupo de los "popus" con pocas neuronas en funcionamiento, un chico algo bajito con cabellos totalmente desordenados y despreocupados, ropa ancha para el pequeño cuerpo y rostro pálido como la nieve, expresión fría y aburrida, aspecto enfermo, débil... atrayente.

Kim Hyo Jong era alguien diferente... pero igual al resto a la vez. Algo decepcionante y totalmente llamativo al mismo tiempo.

Su vista volvió a su casillero en cuanto sintió los ojos de Hyo en sí, pronto pudo sentir un brazo rodeando sus hombros, miró a su lado y la sonrisa más resplandeciente le recibió.

"¡Hyung!" Kang Hyung Gu, o como disfrutaba que le llamasen, Kino estuvo pronto a su lado, dándole una cálida bienvenida. "¿Cómo dormiste, bien?"

"Todo bien, nada nuevo que reportar." Mencionó distraído, mientras que tomaba los libros que necesitaría para aquella clase con esfuerzo y cerrando su casillero, miró al menor con un puchero.

"Dios, pareciera como si morirías al cagar eso, dámelo a mí. Pequeño Hyung débil." Kino ni siquiera había tomado todos los libros, tomó menos de la mitad y se quejó como si fueran el doble, Hwi sólo pudo reír por la estupidez de su menor, quizás después de todo sería un buen día.