En la mañana que me levanté, escuché ruidos en la cocina, era Sheyla de seguramente. Con toda la flojera del mundo me levanté y me di una ducha. Me puse un vestido suelto, hacía calor y no me quería sentir ajustada.
Caminé a la cocina y efectivamente. Sheyla estaba cocinando.
-¿A que horas llegaste? -le pregunté de repente y ocasionando que diera un brinco asustada. Solté una risa por ello.
-Como a eso de las 12 de la noche. -Me contestó.
-¿Y que paso con Kyle? -dije mientras me mecía en el banquillo de la barra de cocina.
Sonrió y sus ojos brillaron. -Es un hombre estupendo, es tan, no sé, diferente de los demás -dijo soñadamente-, siento haberte dejado con un extraño.
-Sí, bueno. El extraño me invitó a almorzar.
-Pero si ni lo conoces. -me dijo abriendo los ojos como platos.
Levanté una ceja mirándola. Se sonrojó. Ella se había ido con un extraño. Vaya ironía que me recrimine.
-¿Sabes que horas son? Llegará por mí al mediodía.
-Falta una hora.
Me encogí de hombros. Solo me podía poner unas sandalias de tacón corrido y ya estaba. No es que fuera tan formal, tampoco.
Justo a las doce en punto el timbre de la puerta. Vaya. Drew era muy puntual.
La abrí y se encontraba ahí recostado en el marco de la puerta. Usaba jeans, una playera blanca y unas converse blancas. Su cabello despeinado como si se acabará de levantar. Dios, se veía muy bien. Demasiado.
-¿Estas lista? -me preguntó con la voz ronca.
-Sí, voy por el bolso y terminó. -dije casi tartamudeando y con las rodillas temblando.
Me volví y fui a por el bolso. Cogí las llaves y volví con Drew, salí y cerré la puerta.
-Hay un restaurante a las fueras de la ciudad, es muy bueno. Lo juró. -dijo sonriendo mientras caminábamos a su coche después de bajar por el ascensor.
Yo solo asentí y caminé a su lado.
Me abrió la puerta de un lujoso Mustang GT plateado. Los asientos eran de cuero negro, y todo estaba muy limpio. Entró Drew luego de unos segundos y encendió el auto para luego entrar en la carretera. Manejaba respetando los limites de velocidad, me sentía nerviosa, siempre que me subía a un coche me ponía nerviosa recordando mi accidente.
Pero el manejaba bien y eso estaba bien, repetía en mi mente una y otra vez.
-Manejo lo más cuidadoso que puedo ____. -dijo tomando mis manos con la suya. Sin despegar la vista de la carretera.
Asentí avergonzada de que se me notará. El estaba en sintonía conmigo. No había vuelto a sentir esto con alguien además de Justin. Y no sabía donde estaba él. Creo que es hora de que me olvide de Justin y empiece a conocer chicos. Sonreí por lo absurdo de eso.
Llegamos sanos y salvos. El restaurante era muy pintoresco y agradable. Detrás de este había un bosque, con sus árboles enormes y verdes, preciosos a decir verdad.
Drew, me abrió la puerta y tomó mi mano al salir del coche, lo cerro con el mando a control, activando la alarma.
No me soltó mientras caminábamos a la puerta del restaurante, su mano era firme contra la mía. Entramos y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana.
Una mesera sonriente se acercó y dijo: -Buenas tardes, Bienvenidos. -Después de ver a Drew esta reaccionó-. Señor Bieber, ¿lo de siempre?
Fruncí el ceño y el se puso pálido. -¿Señor Bieber?
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Hold Tight |JB|PAUSADA|
Teen FictionCuando no puedes ver nada, y solo tienes un amigo, lo único que te queda, es sostenerte fuerte a la vida y a él. «Justin Bieber & Tú» PORTADA: @0urBizzle