Ese día ivlis estaba haciendo aseo en los cuartos, emalf insistió en hacerlo él, pero el diablo de fuego fue obstinado hasta el final. Es más, para que no le interrumpieran mando a emalf y poemi a pasear un momento.
¿Por que el diablo de fuego estaba haciendo algo que no era parte de su cargo?
Simple, se sentía atacado a veces por la angustia y depresión, ahora tenía mucho tiempo debido a que su reino estaba siendo manejado por otros y por último ni satanick se había presentado a molestarlo. No es que fuera un masoquista para extrañar tal pervertido loco, pero al menos estar con él le hacía olvidar su pasado. Actualmente ni licorice estaba para llenar ese vacío. Y los recuerdos no frenaban.
Por lo tanto, estaba allí barriendo y ordenando las cosas de sus hijos. Sin le recomendó que lo hiciera de vez en cuando para estar un poco más atento a estos, meterse a veces en el cuarto de tus hijos daba señales para saber si este tenía problemas o no. A veces había que tomar medidas drásticas para ayudar a estos.
Ivlis no era tan tonto para no darse cuenta que su hijo menor le estaba ocultando algo, por ello limpio el cuarto de este con más afán, estaba en busca si es que había alguna señal extraña, no sabía bien lo que buscaba, pero siguió ordenando. Hasta que debajo de la cama del chico se encontró con un cuaderno, era el diario de vida que licorice había comenzado hace algún tiempo. De seguro el chiquillo tenía muchas cosas escritas. Iba a abrirlo hasta que se dio cuenta que no podía, no podía irrumpir así como así en la intimidad de su hijo. Eso era una falta de respeto aun si era el progenitor de este. Por lo tanto decidió dejarlo donde estaba.Ya con todo terminado salió del cuarto, sus pensamientos estaban algo revueltos al no haberse atrevido a mirar lo que su hijo tenía escrito en aquel diario. Tal vez ese cuaderno le explicaría mejor porque licorice estaba saliendo todos los días a paradero desconocido y el porque estaba volviéndose cada vez más fuerte. Su hijo estaba creciendo no sólo corporalmente sino de también de poderes. Este mantenía su habilidad casi todo el tiempo y se notaba que era mucho mas ágil y rápido que antes. Había algo en el que había cambiado y eso tenía preocupado a ivlis. Pero olvidándose del asunto un poco decidió seguir limpiando las demás parte de su casa.
Poemi y emalf habían llegado nuevamente y comenzaron a ayudarle con lo que quedaba. Hasta que al fin solo quedo la cena, ivlis como de costumbre la hizo.El reloj de la pared de su living estaba marcando su paso con un tic-tac, el dueño de casa lo miraba desde su sofá favorito mientras leía un libro, poemi estaba abrazada a su brazo mientras intentaba no quedarse dormida. Emalf estaba lavando los platos que habían ocupado en la cena. Había un único plato en la mesa tapado por una servilleta. Y licorice no llegaba.
El semblante de ivlis comenzó a cambiar a uno de preocupación mientras el tiempo transcurría y transcurría, solo esperaba que en un momento licorice apareciera como siempre en el living de la nada con su teleportacion. Pero esta vez no sucedió, esta vez su pequeño no aparecía. Afligido se levantó del sofá, poemi se enderezó al notar que el calor que permanecía a su lado se iba.
-¿papá?-preguntó somnolienta la pequeña-¿Que hora es? ¿mi hermanito aún no regresa?
-no, aún no regresa-dijo ivlis triste mientras le daba la espalda a su hija.La pequeña poemi se quedo viendo a su padre preocupada, sabía que este estaba preocupado por su hermano y la verdad es que ella también. Jamás licorice se había ausentado un día de ese modo tan brusco.
Emalf terminando lo que hacia hizo su aparición y se acercó a su señor.
-señor ivlis, tranquilo. Licorice ya volverá-intentó tranquilizar a su diablo-sabe que no es un demonio cualquiera.
-debo ir a buscarlo-contestó al fin ivlis.
-pero señor ni usted sabe donde esta-lo hizo entrar en razón emalf.Ivlis comenzó a caminar de un lado hacia otro desesperado, sabía que no debía dejar a su hijo partir solo, también sabia que debió exigirle a este que le dijera a donde iba específicamente. A "pitch" iba ¿no? pero ¿A qué parte? ¿Donde debía empezar a buscar? Se desespero ante sus pensamientos, tanto que hasta se tomó sus cabellos con desesperación.
Poemi y emalf vieron esto con miedo, no les gustaba cuando ivlis se ponía en esa faceta.
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Ferviente atardecer
FanfictionEl era la madrugada y el otro, el atardecer. Sus vidas eran distintas y similares a la vez. Uno quería tener una meta y el otro, el destino le había impuesto una. Uno sufría de un opresion, el otro de una libertad que no quería. Eran muy distintos...