Little Boy [pjm+myg]

Unico

Yoongi, de 21 años, es uno de los empresarios con mas prestigio y dinero de toda Corea. Se encontraba en su oficina, en la parte superior del rascacielos mas alto. Rellenaba unos papeles para una reunión, pero se dio cuenta de que ya había terminado su horario.

Se puso su abrigo de piel, ya que estaban en pleno invierno, y empezó a despedirse de sus compañeros y compañeras. Tenia prisa, pues iba a visitar a su abuela. Bajo por él ascensor, ya que habían infinidad de escaleras. Hacia mucho frío fuera. De repente, se dio cuenta de que alguien tiritaba mucho en un lado de la puerta.

Era un pequeño niño, de unos 13 años. Pelo rosado y mejillas con un leve sonrojo. Iba vestido solo con un suéter y unas mallas. Sus abultados labios estaban morados por él frío. A Yoongi le pareció hermoso y quería ayudarlo, pero se dijo que tenia prisa.

Se quitó él abrigo, y con una sonrisa, se lo dio al pequeño. Este, sorprendido, lo tomo, y cuando le sonrió a Yoongi, sus ojitos desaparecieron. A Yoongi le pareció muy tierno, y por un momento se le quito todo él frío que tenia al no llevar su abrigo puesto. Se dio la vuelta antes de ponerse colorado, y se marcho a casa de su abuela.

Un nuevo día en la oficina para Yoongi. No había dejado de pensar en él pequeño chico de la entrada, rezaba para que se le hubiese quitado él frio. Termino todo él papeleo y dio una reunión. Le cansaba todo eso, le costaba ser amable con todos, tenia que hacer un gran esfuerzo para no irse a su casa a dormir todo él día. Por fin termino su horario, cogió su mochila y bajo por él ascensor.

Pero lo que él no se imaginaba, es que él pequeño de ayer le estaba esperando en la entrada, con él abrigo que él le dio ayer. Cuando él pequeño lo vio, sus mejillitas se tiñeron de un rosa suave, y Yoongi quedo embobado.

—H-hyung, muchas gracias por él abrigo, pero prefiero que se lo quede usted, no quiero que pase frio— Y Yoongi pensó que esa era la voz mas angelical y melodiosa que oyó nunca.

—Quedatelo tu, yo tengo muchos mas en casa— no supo ni como lo dijo sin sonar como un tonto— Dime, ¿porque un chico tan pequeño como tu esta solo en la calle y con un suéter, en pleno invierno?

Al pequeño se le ensombreció la cara—Uhm... Yo vivía con mi abuela, pero la internaron hace dos días en él hospital y seguramente vaya a morir. Además le quitaron la casa, y como no tenia donde vivir, me vine a la entrada de este edificio — A Yoongi se le partió él corazón, pero tuvo una idea.

—Tengo una idea— dijo sonriendo— ¿Que te parece, si te vienes a mi casa hasta que encontremos un lugar donde puedas vivir permanentemente?

El chico sonrió muy ampliamente —Hyung, ¿en serio haría eso?—  Yoongi asintió — ¡Es usted él mejor de todos! ¡Gracias!

—No las des. ¿Como te llamas?— pregunto mientras tapaba al chico con él abrigo.

—Jimin, Park Jimin. ¿Y usted?— pregunto, muy interesado.

—Min Yoongi. Encantado, Jiminie.— y los dos se miraron con grandes sonrisas.

Sonriendo, Yoongi tomo la mano del pequeño niño, y fueron caminando hacia su casa.