CAPITULO 4

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Miraba el suelo sin ningún rastro de particularidad en él, simplemente deseaba no alzar mi mirada para encontrarme a mí sexi y molesto profesor de Matemáticas. Mi estado era algo así entre molesto, avergonzado y humillado.

Consecuencias del altercado con Asano hace unos minutos atrás.

Estúpido rubio fresa...



-¿Hay algún problema?. - Dije altaneramente.

-Si, ese es MI trabajo. - Asano...

Maldición, estaba enojado; apesar de que sonreía amigablemente, claro, me pareció más una sonrisa de "¿Quieres morirte Shiota?". Otra vez aquella mirada egoísta y manipuladora se había adueñado de aquellas amatistas violáceas.

Me permití sentir por un momento miedo ante su imagen. ¿De qué iba este tipo?... Tan imponente y presuntuoso. Una sonrisa nerviosa se formó en mis labios al recordar cómo me había ayudado cuando entré a la secundaria. Deseaba no ser el siguiente...

-¿Necesitas algo Asano-kun?. - Sugino el cual se mantenía firme y en modo perro protector, puso una mano en mi hombro dándome a entender con aquel gesto que se mostraba receptivo ante cualquier ataque físico o mental de parte del erudito de la preparatoria, es decir, que me cuidaría de este tonto presuntuoso.

-Mi problema no es contigo, tengo que hablar con Shiota-kun. - Una corriente fría pasó por mi espina dorsal al ver un aura maligna rodeando su cuerpo como si estuviera a punto de ser poseído por el chamuko o algo peor.

Sentí más presión en mi hombro, pero... ¡Debía ser valiente!.

Atrapé la mano de mi mejor amigo con la mía y lo miré con una amplia sonrisa, de aquellas que parecen de grandes actrices y como si se tratara de conectarme con su cerebro para decirle que estaría bien, dije con serenidad:- Vuelvo en unos minutos, no te vayas a comer mi mango. - Lo último lo había dicho como entonando una pequeña amenaza, mientras le extendía y veía que tomaba lo que sería mi lunch.

-Con cuidado... - Asentí sonriente ante su mirada preocupada, claro que...

¡Me estaba cagando de miedo!

Asano de ser pacífico y tolerante, lo era... Pero esa manera de verme y referirse a mi, daba a entender que estaba en serios problemas. Y no entendía del todo; más importante aún ¿Qué era eso de "es MI trabajo"? ¿Karma tenía ya a alguien que lo ayudará? ¿Por qué entonces me lo dijo a mi?...

¿Y... Por qué sentía inseguridad al saber que Asano conocía a Karma?...

¡Qué ridículo! Era el hijo del director, el presidente del consejo estudiantil, el erudito de Kunugigaoka, y estaba claro que conocía antes a Karma, debe conocer a todos los docentes... O eso creo...

-¿De qué quieres hablar?. - Pregunté con un poco más de valentía y seguridad en mi voz, nos habíamos alejado lo suficiente -salimos del salón para ser exactos- para que mis amigos no pudieran interferir si me partía la cara... ¡no! No pienses en cosas negativas...

Sus brazos se cruzaron mientras se apoyaba en algunos casilleros que se encontraban cerca; miré disimuladamente a todas las direcciones, ni rastro de estudiantes...

Prohibido (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora