Looking Be Myself [Yaoi/furry](Terminada)

Capitulo X

Yoichi PoV

Llegué a mi casa, donde rápidamente me fui a mi habitación para que mi madre o alguno de mis hermanos me vieran. Me quite la mochila y me lance a la cama para mirar al techo. Me sentía muy feliz por lo que había pasado en el parque con Toranosuke, pero me preocupaba el hecho de cómo le habra parecido el beso a Toranosuke. Era mi primera vez que besaba a alguien, y posiblemente sería la primera vez que tendría pareja, quería aprovechar la oportunidad de tener a Toranosuke como novio; aprender a querer a alguien, ya que nunca había tenido una oportunidad de amar por temor a que me rechazaran o que fuera a ser humillado por mis preferencias.
Comencé a cerrar los ojos de poco a poco, realmente estaba un poco cansado y creo yo que me merezco una siesta. Di un bostezo y dormí, aunque en mis sueños no dejaba de ver aquel momento en el que Toranosuke y yo nos estábamos besando.

Llegué a la escuela bastante tarde, era la hora del receso cuando entre, creo que había dormido demasiado que no me percate cuánto tiempo me quedé dormido. Mí único objetivo era buscar a Zachary para hablar con el, ya que apartir de hoy comenzaban los días en los que Toranosuke y Kousei estaban suspendidos.
Después de andar como loco por todo el instituto buscando a ese mapache, lo encontré en la biblioteca, no esperaba encontrarlo ahí pero no le tome importacia alguna.

—¿Zachary?.—me senté al lado de el. —Tu no eres de estar en la biblioteca.
—Me estoy escondiendo de Mike y los demás, ya me quieren dar una paliza por estar con ustedes, y como tú y yo sabemos, a Mike no le gusta venir a la biblioteca.—contesto el.
—Mas bien, no puede entrar aquí, ¿Qué no recuerdas que por andar haciendo bromas tumbó varios libreros? Le tienen prácticamente prohibida la entrada hasta que se gradué o lo expulsen, lo primero que pase.—dije.

Zachary río un poco, aunque se le notaban los nervios por qué el y yo conocíamos a Mike, era alguien que no dejaría en paz a alguien hasta que le diera su paliza. Así que para distraerlo de eso, le comencé a hablar de lo que había sucedido ayer en el parque con Toranosuke.

—Estoy sorprendido, ¿Realmente tú y Toranosuke se besaron?.—pregunto en voz baja y con tono sorprendido.
—Si, pero me preocupa de lo que puede opinar Toranosuke sobre eso, no se besar.—susurre algo avergonzado.
—Yoichi.—me dió una palmada en la espalda. —No se nace sabiendo, hay que intentarlo muchas veces hasta que lo tengamos dominado, Toranosuke lo entenderá.

Rei un poco, recordaba aquel hermoso momento del beso, fue lo más romántico que he podido experimentar en mi corta vida como adolescente.

—Y una pregunta, ¿Creés que tenga una oportunidad de ser novio de el?.—pregunte sonrojado.
—¿Tu que opinas? Yo ya sé cuál es la respuesta, pero quiero saber qué es lo que piensas tú.—contesto.
—Yo creo que si tendré una oportunidad, ¿De verdad tendré una?.—sonrei.

Zachary con varias palmadas amistosas en mi espalda, no dijo nada y solo dió una sonrisa sincera.
Paso el rato y sonó el timbre, indicando que ya era hora de retomar las clases faltante.

—Es hora de irnos.—dije mientras lo veía.
—Si, pero todavía ando con el miedo de lo de Mike.—contesto un poco nervioso.
—Todo saldrá bien, dudo que esos montoneros nos vayan a dar la paliza.—conteste, aunque sinceramente, en mi mente corría una opinión diferente.
Nos levantamos de las sillas, tomamos nuestras mochilas y nos salimos de ahí, notaba a Zachary nervioso, realmente ya le estaba afectando un poco eso. El único detalle que no nos percatamos cuando salimos de ahí, es que el oso panda y el dragón, estaban ahí afuera de la biblioteca, sentados mientras observaban pasar a todos.
Llegamos al salón de inglés, y así paso otro día de clases más de nuestras vidas cotidianas de estudiante.
Horas después finalmente, sonó el timbre para dar salida a los alumnos, Zachary y yo caminábamos hacia la salida, ya estando fuera del instituto me dispuse a irme a mi casa, mientras que Zachary se fue a su casa también; vagaba en mi mente el recuerdo del beso, si que ese recuerdo me había hecho pensar demasiado en Toranosuke, no podía pasar un segundo en el que no pudiera dejar de pensar en el. Aunque mis pensamientos fueron interrumpidos cuando ví al oso panda y al dragón en el parque, y se veían que me estaban esperando.

—Mira, ya llegó el rarito nerd.—dijo el reptil de escamas carmesí.
—Si, y parece que su novio no está con el, es una lastima que lo hayan suspendido a ese rarito, ojalá lo hubieran expulsado.—dijo el oso panda en tono burlón.

Me había molestado mucho con eso, me quite la mochila y me acerqué a ese oso que me había logrado sacar de mis casillas.

—¡Escúchame bien! Tu me vuelves a insultar, burlar o humillar asi, ¡Y esta vez no respondo!.—exclame furioso.
—Me gustaría que hicieras algo al respecto, rarito.

Con la rabia acumulada, le di un puñetazo muy fuerte en la cara, tanto que se cayó al suelo cubiendose la cara con ambas manos. El dragón, estando molesto me sujeto por las espaldas para evitar que hiciera algún movimiento; aquel panda se levantó y me vería con suma rabia, como si me quisiera matar en ese momento.

—¿Muy listo no?.—me dió una patada en mi entrepierna, la cual me hizo que unas pequeñas lágrimas salieran de mis ojos.
—Vaya, tú no sirves para pelear, ni para existir, ¡Solo mirate! Ya estás apunto de llorar.—dijo el dragón.

El oso panda comenzó a darme varios golpes en mi cara y en mi estómago, sentía que me iba a desplomar, pero después de un rato, me dejaron libre, yo estaba adolorido, llorando por todo los golpes y las humillaciones que me hicieron pasar estos dos. Espere hasta que se fueran y cuando ellos se fueron, agarre mi mochila y me fui corriendo a casa.
Entre a mi habitación, tome mi celular y le mandé un mensaje a Toranosuke, avisándole que había sido golpeado por el dragón y el oso panda. Esperando a que me llegará su mensaje, escuche a mi madre llamarme, ya que tenía una visita en la puerta de mi casa, salí de mi cuarto y ver quién es, me puse muy feliz.