Capítulo II

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Kenneth P.D.V

La semana había llegado a su fin, o casi. Hoy era viernes y aún no podía sacarme el nombre de la cabeza.

Kyle.

Y todas las preguntas que con él arraigaba.

¿Quién es?¿Será su novio?¿Es importante para ella?¿Se aman?

Se supone que esas cosas no deben importarme. Sólo soy su jefe y nunca seré algo más.

De igual manera durante toda la semana me he comportado como un maldito sin corazón.

Es que me enoja el hecho de que ella no pueda ser mía.

¿Qué digo?

No tengo sentimientos por ella y nunca los tendría, sólo es un deseo incontrolable.

Miro la hora en mi reloj, 5:50, casi es hora de salida. Me ha estado evitando durante toda la semana.

Ella siente que me estoy desquitando con ella, pero hasta yo me sorprendo de como estoy actuando, pero es lo mejor para ambos.

Toco la puerta y la abro sin esperar permiso. Soy el jefe.

La encuentro mirando una fotografía en su celular, muy sonriente, y se que esa sonrisa tiene dueño.

Kyle.

- Señor Jacobs - dice y guarda su celular - ¿Se le ofrece algo? - la observo y vuelvo sobre mis pasos.

Pero antes de cerrar la puerta digo;

- No le estoy pagando para que mire fotos con cara de enamorada, señorita Anderson - y cierro detrás de mi.

Me sirvo un vaso de ron y espero la hora de salir. Puedo irme a la hora que me plazca, pero me gusta observarla, como ahora, está enojada.

No le gusta que cuestionen su trabajo.

6:00 hora de irme.

Tomo mi saco y salgo de la oficina, en ese mismo instante Shadia sale de la de ella.

Nos dirigimos al ascensor.

- ¿Qué hará durante el fin de semana, Shadia?  - la llamo por su nombre a propósito.

- No muchas cosas, señor - agrega y sonríe - Lo pasaré con Kyle - mi cerebro se desconecta, enserio estoy empezando a odiar al tipo sin conocerlo.

- ¿Quién es Kyle? - pregunto un poco enojado.

- Disculpe Señor, bien usted lo dijo, no debo darle explicaciones - sin más hace silencio hasta llegar al estacionamiento.

Me detengo unos segundos a buscar las llaves de mi coche.

- Hola Shadia - la saluda el portero.

Como dije con el único que ella es amable es con James.

- Señor - me saluda a mi, yo le devuelvo el saludo con un inclinamiento de cabeza.

- ¿Cómo estás James? - pregunta ella.

- Como siempre, y ¿Kyle? - ella me mira.

- Igual que siempre - el ríe.

Todos tienen conocimiento de Kyle, menos yo. Perfecto.

- Oh eso es bueno - ríe.

- Así es, nos vemos el lunes James - con eso sube a su auto.

Yo aún no entró al mío.

La observo.

Después de varios intentos de hacerlo arrancar, fracasa epicamente, dejando caer su cabeza en el volante.

Encantando a la Bestia - COMPLETA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora