PM

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Tic, tac.

Las agujas pasan,
y yo tan quieto.

Habré escuchado cien veces lo del tiempo es oro, la vida es corta, aprovecha.

Pero yo te odio reloj,
te odio con todas mis ganas.

Un poeta condenado en su propia libertad.

Tic, tac.

Todavia es medio día,
quedan muchas horas,
para que anochezca.

Será esto a lo que aspiro
a esperar a que pasen los minutos, las horas, los días.

Tic, tac

Noto la rabia impulsandose por mis venas a la par que el corazón la bombea.

Recorre cada uno de mis sentidos,
lo veo todo más estrecho,

huelo el hedor de los versos amargos
que salen de mi boca,

oigo ese maldito reloj
una y otra vez,

y mis manos se van apretando hasta convertirse en puños.

Tic, tac
Sigue sonando

Pensamientos empiezan a nublar
mi mente.

Rompería ese maldito reloj,
solo para ver esas agujas quietas,
llenar el suelo de cristales y
con mis manos ensangrentadas,
quizás hallar algo de tranquilidad.

Segrego un estímulo.

Tic,

Versos esqueléticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora